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La visita europea mete presión a Fertiberia

Los eurodiputados que examinan Huelva perciben «inquietud» por el riesgo sanitario

ÁNGEL MUNÁRRIZ

Casi todas las voces críticas apuntan en una dirección: Fertiberia. La empresa del Grupo Villar Mir, principal responsable de las más de cien toneladas de residuos radiactivos acumuladas en una superficie de 1.200 hectáreas de las marismas de Huelva a escasos 500 metros del núcleo urbano, centró ayer la mayoría de los reproches presentados ante la delegación del Parlamento Europeo que investiga el impacto sanitario y medioambiental de la industria onubense.

Los tres delegados visitarán hoy Fertiberia en Huelva tras haber escuchado numerosas críticas a la actividad de la empresa, que está obligada por la justicia a cesar los vertidos de fosfoyesos el 31 de diciembre de este año tras haber excedido los límites de su licencia.

'Hay que parar los vertidos ilegales ya y que Fertiberia descontamine y restaure la zona afectada', afirma Julio Barea, de Greenpeace. Según la ONG, Fertiberia incumple cinco directivas europeas. 'Los 21,9 millones de euros de multa que le ha puesto la Audiencia Nacional para reparar la zona no son nada. Tendrá que invertir mucho más', advierte Juanjo Carmona, de WWF.

La francesa Pascale Gruny, conservadora; el rumano Victor Bostinaru, socialdemócrata, y la danesa Margrete Auken, de Los Verdes, se reunieron ayer con Greenpeace, así como con el resto de colectivos cuyas demandas han desembocado en esta visita: la Mesa de la Ría, la Plataforma de la Ría y el Proyecto Intersur. Los acompañaban oficiosamente dos europarlamentarios españoles: Luis Yáñez, socialista, y Willy Meyer, de IU. Carlos Iturgaiz, del PP, no asistió 'por estar en otra visita europea al País Vasco', según fuentes de la delegación. 'Por supuesto que la reparación de la zona la tendrá que pagar Fertiberia', señala Meyer. Yáñez, por su parte, aboga por 'no dejar escapar a Fertiberia' sin arreglar la zona.

Los delegados oficiales se expresaron con prudencia, ya que ayer era el primer día de la visita. No obstante, Gruny, que actuó como portavoz, sí admitió que existe 'una inquietud' por las consecuencias de la contaminación sobre la salud. También señaló que era 'urgente' abordar la cuestión de los vertidos de fosfoyesos. Gruny dijo que el informe que presentarán al Parlamento europeo estará listo en dos meses. Auken, por su parte, cree que se trata de 'un problema importante', aunque evitó profundizar hasta tener más datos.

La delegación también se reunió con responsables de Medio Ambiente y del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Este organismo señaló que la radiación 'está por debajo de los límites fijados por la normativa', según una nota del CSN, que se remite a estudios universitarios.

Los demandantes cuestionan estos informes y piden mediciones y estudios epidemiológicos nuevos.

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