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Una sátira del poder a orillas del Mediterráneo

Jean-Jacques Annaud estrena Su Majestad Minor, un cuento mitológico

BELÉN TOLEDO

Minor es un huérfano mudo que sólo sabe comunicarse con una cerda con la que duerme cada noche. Pero un día se cae de un olivo, recupera el habla y el resto de habitantes de su aldea lo convierten en rey. A partir de entonces, sigue los consejos de un sátiro sobre el comportamiento que debe seguir un monarca: 'Encarga obras inútiles y somete a todo el mundo'.

Es el argumento de la última película de Jean-Jacques Annaud (El oso, El nombre de la rosa), Su Majestad Minor, que se estrena mañana. Es una 'metáfora del poder', en palabras del propio director, con la que pretende recuperar la 'insolencia y el humor' de sus primeras películas y destacar cómo 'el poderoso sigue siendo el mismo, lo que cambia son los ojos de la gente'.

La historia transcurre en una isla perdida del mar Egeo, en la Grecia Neolítica. Después de meses de trabajo y de documentación, el equipo consiguió recrear no sólo el aspecto físico de una aldea de la época, sino la manera de comer, moverse y relacionarse de sus habitantes. Hasta los extras necesitaron meses de clases, de mano de la antropóloga Paula Jardón.

Además de una sátira del poder o una recreación histórica, la película es, sobre todo, una fábula mitológica. Minor es un hombre cerdo que se relaciona con diosas, ninfas y centauros y cuyo único amigo es un sátiro.

El protagonista es, al mismo tiempo, hijo y amante de una cerda y con todas las mujeres con las que se relaciona mezcla el amor filial y el sexual: 'Es la misma naturalidad y complejidad de las relaciones sexuales que se da en la mitología, donde hay dioses que se enamoran de sus padres. Es una confusión inherente a la naturaleza. La simplificación vino con el cristianismo', explicó el director.

La película está llena de luz mediterránea y 'de sol, mar esmeralda y garriga con aroma a romero', en palabras de Annaud. Se filmó en la costa de Alicante, en una cala entre Benidorm y Villajoyosa, el único rincón libre de cemento que el director fue capaz de encontrar. Annaud narró el 'impacto' que le había causado ver la costa española que en los últimos años se ha convertido en 'la más fea del Mediterráneo': 'Es horrible lo que han hecho con España', se lamentó.

 

 

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