Público
Público

Raúl Arévalo: "Maribel Verdú es mi hada madrina"

El actor habla sobre su nominación en los premios Goya a mejor actor por 'Los girasoles ciegos'

CARLOS PRIETO

Progresión geométrica. En 2006, Raúl Arévalo (Móstoles, 1979) fue nominado al Goya a mejor actor revelación por AzulOscuroCasiNegro (Daniel Sánchez Arévalo). El año pasado compitió por el Goya a mejor actor secundario por Siete mesas de billar francés (Gracia Querejeta). Y ahora se hace un hueco en la primera división tras ser nominado a mejor actor principal, por su interpretación de un diácono en Los girasoles ciegos (José Luis Cuerda), nominada a 15 premios Goya y principal favorita de esta edición. Con todo, Arévalo no se acaba de acostumbrar a tanto agasajo.

'Me sirvió mucho la experiencia de Cuerda, que fue seminarista'

¿Qué tal le ha sentado esta nueva mención?

Cuando leo los nombres de los otros actores nominados Benicio del Toro, Diego Luna y Javier Cámara me da la risa floja. No me lo acabo de creer, la verdad.

¿Había leído el libro de Alberto Méndez antes de involucrarse en el proyecto?

'Decidí ceñirme al guión y no obsesionarme con el libro'

Sí, lo leí dos años antes. Me encantó. Pero la llamada de Cuerda, al que admiro mucho, me pilló por sorpresa.

¿Tuvo que luchar mucho por el papel?

En realidad no. Maribel Verdú, que es mi hada madrina, presionó a Cuerda para que me diera el papel. Es la primera vez que consigo uno sin pasar por un casting.

¿Le preocupaba no estar a la altura del personaje del relato?

No, porque decidí centrarme en el guión y no obsesionarme con el libro. No obstante, tenía claro que era el personaje más difícil de mi carrera: un seminarista, en 1940, que ha matado a gente en la Guerra Civil.

¿Cómo se metió en la piel de un personaje así?

Me ayudó mucho el director. Cuerda fue seminarista de joven, así que me explicó cómo era la vida en el seminario, cómo se relacionaban los seminaristas entre sí, cómo es la moral católica, etc. En el fondo, la película muestra la visión del director, no la del actor. Y a Cuerda no le interesaba retratar a un monstruo sino a un ser humano con contradicciones.

Pasará la víspera de la ceremonia subido al ring de Urtain. ¿Cómo está viviendo la experiencia de ir de gira con Animalario?

Trabajar con Animalario es un sueño. Me enganché cuando los vi en El fin de los sueños, en 2001. Desde entonces, he visto todos sus trabajos dos o tres veces. Me siento muy chiquitito rodeado de estos grandes actores, pero noto cómo voy creciendo. Lo bueno de Animalario es que trabajan de un modo muy lúdico. 'Tú prueba, a ver qué pasa. Y pásatelo bien', me dicen.

En unos meses estrenará Gordos, el nuevo filme de Daniel Sánchez Arévalo...

La están montando. Es una película arriesgada, pero creo que Daniel ha salido victorioso, una vez más.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?