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"Estaría muy bien un mundo con menos religión"

Salman Rushdie. Escritor. Habla con ‘Público’ en Barcelona sobre su último libro, ‘La encantadora de Florencia’, una novela en la que mezcla historia y magia

TONI POLO / LÍDIA PENELO

Salman Rushdie (Bombay, 1947) ríe con facilidad. Disfruta hablando de sus libros. La palabra miedo ya ha perdido el sentido para él. Lo que le interesa es trabajar: está enfrascado en dos proyectos cinematográficos y tiene ideas para su próximo libro. Acaba de publicar en España La encantadora de Florencia (Mondadori / Bromera), un libro que le ha introducido en la novela histórica y que lo ha dejado muy satisfecho. En sus artículos en The Guardian se muestra un crítico coherente y sin pelos en la lengua. También lo es cuando se trata de hablar de su trabajo.

¿Ha conseguido reunir todo lo que usted quiere de la literatura?

Estoy encantado de cómo ha salido el libro, redondo, era como lo esperaba. Todas mis novelas se han interesado por la historia, pero nunca había escrito una totalmente histórica. Me ha encantado hacerlo A lo mejor, repito. El proceso de creación del libro ha sido una gozada, mientras lo escribía y cuando me documentaba. Ha sido un tiempo muy gustoso.

En La encantadora de Florencia hay muchos corazones partidos

La vida es así (ríe). En el libro aparecen muchos tipos de amor: hay amores fuertes y duraderos, como el de la amistad, el de la familia En cambio el amor romántico no dura tanto. Los libros con historias de amor feliz son aburridísimas de leer. Chico conoce chica y a partir de ahí viven felices hasta el final. Pues no.

¿Cómo empezó a gestar este libro?

En 1999 tuve la idea, pero aún no tenía suficiente información como para escribir un libro así. Mientras escribía Furia y Shalimar el payaso, iba documentándome para escribir este libro. Cuando acabé Shalimar dediqué un año de investigación exclusiva para La encantadora. Sólo después de ese periodo me sentí capacitado para escribirlo. Tardé dos años. En muchos sentidos los personajes cambiaron debido a lo que fui descubriendo con mis pesquisas. Me sucede con bastante frecuencia, tener una idea y dejarla macerar durante bastante tiempo, hasta que descubro cómo tengo que ahcerlo.

Y se inventó una historia sobre algo que nunca ocurrió...

En el siglo XVI, nadie viajó de Oriente a Occidente: los viajes siempre se hicieron de aquí para allí. Además decidí que fuese una mujer la que emprendiera este viaje. Todos se enamorarán de ella, la acusarán de brujería Al final sus opciones la llevarán hacia el Atlántico, hacia ese nuevo mundo redondo

¿Por qué introduce a Maquiavelo?

Maquiavelo, igual que el emperador Akbar, me rondaba por la cabeza desde hacía mucho tiempo. Lo que pasa es que nunca pensé que los dos personajes coincidirían en el mismo libro. Maquiavelo ha sido tratado injustamente. Escribió El Príncipe ya en el exilio y considero que es uno de los grandes irónicos de la historia. ¡Ha llegado el momento de reivindicar a Maquiavelo!

Sus tramas suelen ser rompecabezas con piezas muy diversas. ¿Por qué le interesa esta fórmula?

Ir encajando las piezas de la humanidad como si se tratara de un puzzle es un leitmotive en mi literatura. En la época en que sucede la novela, entre los siglos XV y XVI, se establece un nuevo concepto. Hasta entonces apenas había conexión entre la India y Europa. El contacto más prolongado que tuvo Akbar con ciudadanos europeos fue con dos jesuitas portugueses que se instalaron en su corte durante algunos años.

Una corte habitada por gente que creía en la magia... ¿Existió la 'polenta mágica'?

Sí, sí, es un hecho histórico. Creían que si la gente estaba apestada, al ser recubiertos con polenta caliente, ésta les absorbería la peste y los dejaría limpios. Esto fue una gran liberación para mí, porque cuando tienes a toda una población que cree en cosas mágicas, a ti, como escritor, te permite volar. Ya no tienes limitaciones, es un impulso para escribir.

Y también para crear mujeres muy hermosas, aunque sean unas brujas...

Si lees la poesía de la época, verás que está cuajadita de brujas y brujería. Por aquel entonces cambiaron la idea de la bruja fea, nariguda y con pelos, para convertirla en una mujer hermosa. En las imágenes del siglo XV, ves brujas asquerosas, jorobaditas, deformes. Pero con el Renacimiento y con el interés por los griegos, aparece una nueva imagen. Como la Circe de Homero, una mujer encantadora que embrujaba.

Describa el límite entre fantasía y realidad que usted utiliza.

Es una frontera muy tenue, como la frontera de los EEUU y México: un colador (ríe).

¿Qué tipo de fantasía le interesa?

Creo que la fantasía no es interesante a menos que enraíce en algo real. Tiene que enlazar con la realidad, con un lugar o con hechos que sean una toma de tierra para el lector. De lo contrario considero que pierde interés. La cuestión es hacer creíbles los hechos. En la literatura puedes hacer que una alfombra voladora sea creíble. Incluso las Mil y una noches contienen verdades sobre los seres humanos. Toma el ejemplo de García Márquez: escribe sobre el mundo real con técnicas nada realistas. Se puede utilizar un montón de recursos fantásticos y fabulosos, pero lo interesante es vincularlos al mundo real.

¿Se siente cómodo con la etiqueta de autor afincado en el realismo mágico?

Desde luego, si catalogan la obra de uno como 'realismo mágico', la están equiparando a García Márquez, cosa que halaga a cualquiera. Pero el término 'realismo mágico' se aplica a los escritores suramericanos y no me siento adscrito a ese grupo. Pero hay que decir que se ha utilizado en muchos países con las características peculiares de cada territorio. Cada lugar tiene su 'realismo mágico': Francia, el surrealismo; Estados Unidos, la novela fantástica de los 70; India, las leyendas, que me han inspirado mucho Aunque muchos de mis libros favoritos son de autores rusos, que me han influenciado mucho, sobre todo Gógol.

Nikolái Gógol, un precursor del humor. ¿Cree que la comicidad de su obra ha quedado aparcada?

¡Hasta los Los versos satánicos son un libro divertido y nadie lo ha dicho! Los lectores que conocen mi obra saben que tiene esta vertiente, en cambio los que no la han leído se creen que sólo escribo libros serios. Ven mi literatura como una nube oscura. Estos equívocos se debieron, sobre todo, a la campaña que envolvió la novela Los versos satánicos.

¿Podemos decir que Los versos satánicos es el libro del que más gente ha hablado sin haberlo leído?

Eso fue cierto cuando culminó la crisis. Afortunadamente la situación ha cambiado y ahora hay otra visión, se lee en las facultades y la gente que habla de él es porque conoce el texto, le haya gustado o no. Es la vida ordenada que corresponde a cualquier libro.

Hace poco Hanif Kureishi dijo que 'hoy nadie tendría cojones de escribir Los versos satánicos' porque los escritores están aterrorizados.

Es posible que sea cierto, pero tampoco del todo, porque si repasamos la literatura árabe contemporánea, cuyos autores son los que más razones tendrían para tener miedo. The Yacoubian Building, por ejemplo, de Alaa Al Aswany y Farouk Abdel Wahab, está lleno de política y de sexo explícitos, lo que contradice un poco a Kureishi. Sí considero que las editoriales occidentales están muy asustadas y van con pies de plomo si publican algo que tenga que ver con el Islam. Sospecho que el problema está más en las editoriales que en los autores.

¿Le preocupa el papel que está tomando la religión en el mundo actual?

Hombre, desde luego, una sociedad con mucha menos religión estaría muy bien. Además de las posiciones radicales islamistas o católicas, ahora resurgen el fanatismo hindú, los cristianos conservadores estadounidenses Vivimos una época muy marcada por las religiones. Creo que va siendo hora de vivir nuestras vidas, al margen de los 'beneficios' que nos prometen estos dioses. Desde luego, la religión no juega en mi equipo.

Está enfrascado en el guión de Los hijos de la medianoche. ¿No estaba en contra de adaptaciones cinematográficas?

Esto vino de un curso que daba en la Universidad. Lo que intentaba decir es que en las adaptaciones suele haber muchos fallos. Pero reconozco que hay grandes películas basadas en novelas, como El Gatopardo, de Visconti, La edad de la inocencia, de Scorsese, Los muertos, de Houston... Pero son excepciones, la mayoría son horribles y están muy mal hechas. Basta con mirar los últimos Oscars.

¿Cómo llevará a la gran pantalla Los hijos...?

Es una novela muy difícil de adaptar. Para empezar son 650 páginas Estamos pensando seriamente en la posibilidad de hacer más de una película. Hace 12 años escribí una adaptación para una serie para la BBC que duraba seis horas, el guión está ahí y también lo utilicé para hacer una versión teatral de unas tres horas, que produjo la Royal Shakespeare Company, hace tres años. Esta versión, que esperamos filmar en verano de 2010, la dirigirá Deepa Mehta. El productor de Shrek está detrás de otra adaptación, la de Harún y el mar de las historias, y aplicará el sistema de las películas de Harry Potter, porque es la historia de un niño real se mete en un mundo mágico.

¿Llevará también al cine La encantadora...?

Creo que sería una muy buena película. Y ¡nadie ha comprado los derechos!

Qara Köz
El personaje histórico de la princesa Qara Köz es la “encantadora de Florencia”, descendiente directa de Genghis Kan y hermana del primer emperador Mogol de la India. Su vida fue la de una princesa oculta, entregada como botín en favor del imperio. Una mujer bella y ambiciosa, capaz de dominar un mundo de hombres. 2

El imperio mogol
Rushdie creció con las historias y leyendas de este imperio, que obtuvo su máximo esplendor con Akbar el Grande. Desde niño quedó capturado con el personaje y durante toda su vida ha querido hacer algo con él. La historia de ‘La encantadora de Florencia’, le dio la respuesta. La novela aúna dos de sus pasiones literarias: el realismo mágico y la historia.

El mundo redondo
Uno de los atractivos, los personajes de la novela, ya no creen en un mundo plano, ya no creen que el Atlántico sea el fin del mundo, ni que haya monstruos devoradores de naves.

Orlando el furioso
El personaje de Ariosto también habla de una princesa india que llega a Europa y todos se enamoran de ella. Rushdie se ha inspirado también en ella. 

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