Su nombre de pila fue María Trinidad Pérez de Miravete Mille, pero ella fue en realidad Mari Trini. La cantante murciana, uno de los grandes fenómenos de la historia de la canción española, falleció en la madrugada del lunes al martes en un hospital de Murcia a causa de una enfermedad contra la que luchó durante un año. Tenía 61 años.

Su vida fue una batalla continua: contra la enfermedad, primero, y contra la discriminación en un mundo, el de la canción, dominado por los hombres. Lo dijo ayer Manolo Escobar, otra leyenda de la música ibérica para los nacidos antes de los sesenta: 'Recuerdo el señorío que tenía para cantar y sus composiciones, que eran extraordinarias'.

Porque Mari Trini, lejos de ser una intérprete dependiente, escribió la mayor parte de su repertorio. Entre otros, éxitos meteóricos como Yo no soy esa denominada la primera canción feminista en España o Yo confieso.

Siempre reivindicó su condición de compositora. En una entrevista de hace cuatro años para El Periódico de Catalunya, Mari Trini decía: 'Me gustaría que se me recordara más como cantautora que como cantante; muchos todavía no saben que las canciones son mías'.

Como dos caras de una misma moneda, el éxito y la enfermedad marcaron la vida de Mari Trini, que nació un 12 de julio de 1947 en Caravaca de la Cruz (Murcia). A los 7 años, una grave enfermedad la dejó en cama hasta que cumplió 14. En ese tiempo aprendió a tocar la guitarra y compuso sus primeras canciones, con las que llegó a Madrid un año después. En la capital se involucró en los ambientes artísticos, donde conoció al director Nicholas Ray. Este quedó fascinado por el talento de la joven murciana y la apadrinó, llevándosela a Londres para que estudiara arte dramático.

Tras la etapa londinense, donde conoció a artistas de la talla de Roman Polanski, Peter Ustinov o el mismísimo Paul McCartney, Mari Trini siguió su formación en París. Allí grabó sus primeras canciones, pero la publicación de su primer disco no llegó hasta que regresó a España en 1969. Titulado con su propio nombre, el trabajo incluyó 12 canciones, algunas propias y otras de Luis Eduardo Aute o Patxi Andión, ya que la casa de discos todavía no se fiaba de ella como compositora.

La fama le llegó con su siguiente álbum, Amores (1970), inicio de una cadena de éxitos que la llevó a vender más de diez millones de discos. Desde mediados de los noventa, Mari Trini no había publicado ninguna canción nueva. Un disco junto a Los Panchos en 2001 y un recopilatorio en 2005 fueron sus últimos lanzamientos.

María Trinidad Pérez, nacida en Caravaca de la Cruz (Murcia) el 12 de julio de 1947 se trasladó muy pronto a Madrid con su familia, en la que no existía tradición artística.

Fue alumna de un colegio religioso y su infancia se vio marcada por una enfermedad que la obligó a permanecer en cama hasta los 14 años. Durante su convalecencia comenzó a interesarse por la música, aprovechó para aprender a tocar la guitarra y empezó a componer sus primeras canciones.

A los 15  años cuando conoció en Madrid a Nicholas Ray, director de películas como Rebelde sin causa. Ray se convirtió en su representante y la convenció para viajar a Londres para prepararse para rodar una película que nunca se realizó.

Más tarde Mari Trini se trasladó a París, donde grabó sus primeras canciones en francés. Después de permanecer cinco años en Francia, Mari Trini regresá a España para continuar su carrera musical. Graba su primer disco en español con la discográfica RCA, en el que canta canciones de otros autores, como Luis Eduardo Aute y Patxi Andión, además de algunas compuestas por ella misma.

Con el disco Amores (1970), con el que se da a conocer como compositora además de intérprete, obtiene un notable éxito. 

Su siguiente trabajo (Escúchame)  confirma a Mari Trini como una de las cantautoras más importantes de habla hispana

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