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"Ulises es un héroe moderno y burgués"

Claudio Magris analiza las imperfecciones del ser humano en la sociedad actual

LÍDIA PENELO

Claudio Magris cumplió setenta años el pasado 10 de abril. Para celebrarlo se fue a una isla siciliana y se bañó en el mar a pesar de que el tiempo era pésimo. '¡La temperatura del agua era de trece grados!', recuerda con una sonrisa que de repente se asoma en sus ojos azules. El autor de Danubio es partidario de 'que hay que ser pesimista con inteligencia y optimista por voluntad'. La frase es de Gramsci, pero el pensador, ensayista, novelista y autor de obras de teatro, la siente como suya. Magris aterrizó ayer por la tarde en Barcelona para analizar las impurezas de la condición humana en una conferencia en el CCCB que tituló Ulises y la modernidad.

En opinión del escritor el héroe griego encarna un tema muy moderno. 'Ulises es un burgués moderno que busca seguridad. Escuchó el canto de las sirenas atado a un mástil para evitar riesgos. Algo muy moderno. En cambio Aquiles, Príamo y Héctor no huyeron del peligro. Evitando riesgos, ganas seguridad pero pierdes experiencia. Es como querer ir a la guerra sin asumir el riesgo de morir', argumentó el traductor de Ibsen al italiano.

El Premio Príncipe de Asturias de las letras en 2004 observa la situación actual con cierta preocupación pero no considera necesario combatir el capitalismo en su totalidad. 'Creo que a veces necesitamos la idea de una solidaridad flexible para encontrar los instrumentos necesarios para afrontar la situación económica, depende del momento puede funcionar el liberalismo o la intervención estatal. No soy un marxista de los que cree en la propiedad colectiva, soy un social demócrata que cree en la intervención del estado', afirmó.

De la omnipresente crisis el autor de Utopía y desencanto evitó pronunciarse, no sabe cual será la salida, si todavía falta una tormenta o se trata de una exageración. En cambio, fiel a la tradición humanista, sostiene que desde el punto de vista moral tenemos que encontrar una verdad que prime sobre la relativización de la diversidad.

'Como ha dicho Todorov tenemos que pactar unos valores absolutos, innegociables. Todo puede ser relativo, pero la igualdad de los ciudadanos y sus derechos son indiscutibles. Tenemos que tener el coraje de establecer unas cosas que no se deben discutir. Si alguien me propone un debate sobre si es lícito lapidar a una mujer que se ha quedado embarazada sin estar casada, yo voy a decir que lo siento, que no hay dialogo', argumentó contundente.

Partidario de una Europa solidaria y sin fronteras, confía plenamente en que se conseguirá la unidad. 'Europa vive un momento difícil, hay que cambiar cosas, la democracia necesita mayorías, no será fácil pero lo conseguiremos', sostuvo convencido.

Tras cada pregunta, Claudio Magris construye la respuesta cómo si estuviera impartiendo una clase magistral. Cualquier tema le sumerge en un torrente de argumentaciones perolas limitaciones horarias y las prisas le incomodan. La media hora de entrevista que concedió a Público se evaporó correteando de un tema a otro, terminando con ganas de más.

Para él 'escribir es lo mismo que jugar una partida de ajedrez con el tiempo', sin embargo no cree que los escritores tengan un termómetro privilegiado para detectar los problemas de cada época. 'Un escritor no tiene porque entender más que un barbero, un dentista o un panadero. Hay muchos ejemplos de autores que han colaborado con el nazismo o el estalinismo. Pirandello mandó el telegrama de solidaridad a Mussolini. Milosz, Premio Nobel de Litetarura, dijo que el poeta es un corazón frío, un gran peligro. Con ser escritor no basta, hay que observar, tomar perspectiva, practicar el sentido común'.

A la caza de personajes literarios que encarnen los conflictos de la sociedad actual, Magris se fija en los de Édouard Glissant, aunque si tiene que elegir a uno que simbolice el presente se queda con Don Quijote. 'Siempre ha estado vigente, pero ahora más que nunca', apuntó convencido.

Uno de los autores favoritos de este europeísta convencido es Italo Svevo, que dijo lo de 'La vida es original'. Frase que ha fascinado al también hijo de Trieste. 'La vida hace una competencia desleal a la literatura. ¡Hace poco leí que van a clonar al hombre neanderta! Se leen cosas increíbles pero que suceden. Cómo dijo Melville, la verdad es mucho más bizarra que la ficción', sentenció un hombre enemigo de las fronteras y los nacionalismos.

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