Almodóvar anunció el martes en Cannes que su próxima película tratará, probablemente, un tema al que nunca antes se había acercado: la Guerra Civil. No será una película de tiros, ni de puños cerrados, sino una historia humana, la del poeta Marcos Ana (Salamanca, 1920), que estuvo 23 años preso en una cárcel franquista y que escribió su vida en Decidme cómo es el árbol, en la que se basará el cineasta. Ana salió con 42 años de prisión y centró su biografía en las dificultades que experimentó para vivir en libertad.

¿Por qué se interesó Almodóvar en su historia?

Él leyó un artículo sobre lo que me había pasado y al día siguiente pidió el libro. Se interesó desde el principio. Le emocionaba la parte más humana, que trata de cómo un hombre que se ha pasado 23 años en la cárcel, que hasta ha sido condenado a muerte, es capaz de salir sin rencor.

¿Qué parte de su vida le interesó más?

A mí siempre me preguntan qué fue lo más difícil: si el cautiverio, la pena de muerte, las torturas, la separación de la familia... pero siempre respondo que lo más difícil fue la libertad. Tenía 42 años y en muchas cosas era casi como un niño. Todo eso le conmovió.

¿Cómo se readaptó?

Cuando salí, tuve que empezar de cero. Por ejemplo, me fascinaban las mujeres. Conocí a una prostituta y me enamoré de ella. Superé con ella mis inhibiciones. Aquella muchacha consiguió que conociera el amor. Fue una noche inesperada. No me cobró. A Almodóvar le conmovió la historia.

Entonces, ¿la película hablará de la guerra o de lo que le sucedió después?

Será impresionante ver escenas sobre mi propia vida, pero no hemos discutido sobre este tema. Confío en él. Otros no ven a Almodóvar haciendo esta película, pero no será la típica historia en la que aparecer camisas azules y fusiles. Trata de descubrir a un hombre que es capaz de luchar por los demás, que yo creo que es lo mejor para vivir para uno mismo.

¿Cómo le conoció?

En 2007, cuando salió el libro, vino a mi casa con mi editor y con su hermano. Nos contó que le había fascinado el libro. Yo tenía mis dudas con él, pero me di cuenta de que tenía una gran sensibilidad, a flor de piel, y para mí eso fue suficiente. Así que pronto llegamos a un acuerdo para concederle los derechos por tres años.

¿Eso quiere decir que rodará la película en 2010?

En principio sí, pero se podría prolongar. Él tiene sus propias iniciativas y proyectos. Lo importante es que él quiera hacerla y ojalá lo haga pronto.

¿Qué película espera?

No creo que él haga una película panfletaria. Él busca a una persona que sufrió aquello y, a partir de ahí, denunciar lo que pasó con los presos durante los años del franquismo.

Almodóvar dijo ayer que es indispensable recuperar la memoria del pasado. ¿No se ha hecho justicia con la Ley de Memoria histórica?

Yo escribí la biografía como contribución a la memoria histórica. Tras 40 años de dictadura, no se puede arrancar esa página de la historia para que se la lleve el viento del olvido. Hay que escribirla, con el alfabeto del horror, para que nunca más vuelva a pasar. El mejor legado que podemos dejar para la juventud es que conozcan lo que pasó. La ley fue un paso adelante, pero quizá fue incompleta. Aun así, creo que una película así podría ser más útil que cualquier Ley de Memoria Histórica.