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Una novela hecha para el telespectador

German Sierra cree más en el poder narrativo de la tele que en Valle-Inclán

PAULA CORROTO

Germán Sierra ha nacido en la época perfecta para desarrollar sus inquietudes: la posmodernidad. Esta era que une y mezcla diferentes lenguajes y realidades. Que hace que nada sea lineal. Él mismo explica en qué consiste eso de lo posmoderno: 'Para entender mis libros es más importante haber visto un capítulo de la serie Perdidos que leer a Valle-Inclán'. Lo mediático, popular y literario al mismo nivel.

En sus novelas y relatos ocurre lo mismo. Intentan abarcar la realidad desde todos los prismas posibles. De ahí la fragmentación y el collage de recursos formales entre los que se cuela la historia. En la última novela, Intente usar otras palabras, publicada por Mondadori, todo lo que ocurre es además muy metaliteraio: una lucha de egos con dobles identidades encubiertas en la que se desliza una sátira hacia la literatura como una tecnología obsoleta.

Por esta mirada diferente, ya desde sus anteriores libros sobre todo desde los relatos de Alto voltaje, publicado en 2004, Sierra ha sido relacionado con la llamada Generación Nocilla Agustín Fernández Mallo, Eloy Fernández Porta y Juan Francisco Ferré, entre otros, algo de lo que él se enorgullece. 'Creo que es un grupo que ha creado un debate cultural en torno a la literatura que no crearon otras generaciones. Ni siquiera la Generación X de los 90', señala Sierra. Remite así al hecho de que esta corriente de escritores experimentales haya establecido una forma de escribir en la que entra el lenguaje cinematográfico, artístico, mediático e incluso científico. 'Es la literatura más fascinante que hay ahora mismo. Desde fuera se está hablando mucho de ella', apostilla.

No tiene ningún reparo en desgranar sus bondades. 'Creo que hemos tenido el valor de hablar de muchas cosas. Ahí están los ensayos de Fernández Porta. Antes era un ensayo más sociológico que seguía la tradición francesa', afirma.

Este grupo de escritoresa Sierra no le gusta mucho lo de generación también recibe sus críticas. Para muchos se centran demasiado en los recursos formales. Mucha estética y poco contenido. Y menos compromiso político. 'No es cierto rebate Sierra, lo que pasa es que la política se ha degradado mucho. Creo además que la política no es ni lo que dice Zapatero ni Rajoy. Ahora mismo es más importante el producto que saca una empresa que lo que dice un político'.

Este escritor científico es profesor de Neurociencia en la Universidad de Santiago de Compostela también cree antes en el guión de una serie de televisión norteamericana que en clásicos literarios. Por eso le reconoce talento al lector de hoy: 'Han leído muchos blogs, han visto mucha tele y ahí en esas series ahora mismo hay mucho talento para narrar'.

Él mismo es un lector compulsivo de blogs. Confiesa que hay muchos que sigue durante un tiempo y después los deja, porque no se puede abarcar tanta información. Pero al menos le sirven para descubrir nombres que por aquí ni suenan, como Mark Danielevs-ky, a quien ve como el futuro David Foster Wallace.

Su pasión por el mundo Internet también le ayuda para crear su argumentario a favor de la digitalización y ele-book. Sierra azuza a las editoriales: 'El libro electrónico es el futuro, aunque no creo que desaparezca el papel'.

También se permite ir a la contra en esa doble tuerca que significa el pirateo. 'Se piratea lo que tiene éxito, así que a mí me encantaría que se pirateara mi libro en la Red. Quizá hay que inventarse nuevas fórmulas. Yo me estoy planteando colgar textos en mi web y que se descarguen de forma gratuita, o bien hacer algo como hizo Radiohead', explica en alusión al disco del grupo británico que podía descargarse pagando la voluntad. Sierra es unposmoderno.

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