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Una feria para salir a flote

Hoy comienza la 68º edición de la Feria del Libro de Madrid ante los datos de la caída en las ventas de entre el 15% y el 20% hasta el pasado marzo. Los editores y libreros creen que no bajará la afluencia de público y

PAULA CORROTO

Las palabras con las que hace una semana la presidenta de la Feria del Libro de Madrid y del Gremio de Libreros de Madrid, Pilar Gallego, describió la situación del sector editorial no resultan a priori las mejores noticias para la Feria del Libro de Madrid que comienza hoy. Según comentó Gallego, en el mes de marzo, las ventas de libros habían caído entre un 15% y un 20%.

Otros datos desgranados por el director de la Feria, Teodoro Sacristán, tampoco resultan muy halagüeños: la Feria ha perdido este año dos de sus principales patrocinadores, Caja Madrid y Telefonica y el presupuesto ha bajado de los 2.400.000 euros de 2008 a los 2.300.000 de 2009, lo que se ha notado sobre todo en publicidad: este año no ha habido anuncios televisivos. Además, para esta 68º edición hay cinco casetas menos. De las 363 del año pasado se ha pasado a 357, dispuestas en el paseo de coches del parque del Retiro.

¿Temen los editores y libreros que la crisis cause estragos o servirá la feria para impulsar las ventas? Aunque Sacristán insiste en que no se manejan cifras de facturación del año pasado ni hay previsiones para este, Juan Manuel Anta, director técnico de FANDE (Federación de Asociaciones Nacionales de Distribuidores de Ediciones), confirma que 'este año hemos notado que las editoriales han reducido hasta en un 20% su número de novedades'.

Las editoriales conocen prefectamente estos datos y se preparan. 'La situación no es buena. Se está notando particularmente en el ensayo. Hace unos meses parece que todo el mundo quería saber de la crisis, ahora prefiere mirar para otro lado', señala Manuel Fernández Cuesta, de la editorial Península. Para María Moreno, editora de Veintisiete Letras y que participa por primera vez en la Feria, 'es evidente que la crisis está afectando, como a toda la cadena del consumo. Yo creo que se notará sobre todo en los libros caros, que se venderán menos'. En este mismo sentido, Fernández- Cuesta apunta a que si 'hay algún beneficiado de esta crisis será el best-seller. El libro que vende mucho, venderá más y el emergente menos'. La saga Millenium de Stieg Larsson, la nueva novela de Ildefonso Falcones, La Mano de Fátima, o Anatomía de un instante, de Javier Cercas, se prevén así como los grandes triunfadores de este año.

Sin embargo, hay otros editores más optimistas. Creen que estos 17 días de Feria acaba el próximo 14 de junio servirán para resarcir las ventas. 'Yo no creo que vaya a haber ninguna catástrofe. Nosotros solemos facturar unos 20.000 euros y creo que andaremos por ahí porque esto al final depende del trabajo que hayas hecho todo el año', confiesa Juan Casamayor, de Páginas de Espuma. Desde un grupo grande como Alfaguara, su directora de márketing, Ángeles Aguilera, también insiste en que 'al final todo dependerá de los títulos que uno tenga y si son buenos no habrá ningún problema'.

El propio director de la Feria, Teodoro Sacristán, señala que la Feria 'es una isla y creo que servirá para levantar la caída de ventas'. De hecho, en el último Sant Jordi de Barcelona las cifras no fueron menores a las del año pasado.

En el sector de los libreros la visión, no obstante, es más cauta: 'En abril y mayo nos hemos mantenido. Nos quedaremos satisfechos con se mantenga el nivel de ventas del año pasado', reconoce la presidenta del Gremio de LIbreros de Madrid, Pilar Gallego.

La comisión de la Feria del Libro ha preparado para este año más de 300 actividades. Algunas tan extravagantes como el concierto que ofrecerá el escritor Ken Follet el sábado con su banda de blues. Otras estarán dedicadas a la cultura francesa, puesto que Francia es el país invitado.

También habrá tres jornadas en las que distintos expertos del sector editorial y cultural dialogarán sobre el libro digital, que, sin embargo, este año todavía no tendrá una presencia en las casetas de la Feria. Esta posición contrasta con la de la Feria del Libro de Sevilla que finalizó el pasado 24 de mayo y donde hubo una exposición de soportes (e-reader). 'Queremos primar la discusión y que se hable de ello', apostilla Pilar Gallego.

En relación con el público, 'ahí la expectativa es buena', señala Teodoro Sacristán. Prepárense para los atascos entre casetas.

 

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