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Los secundarios llevan la voz cantante

Tocan con Andrés Calamaro, Los Deltonos, José Ignacio Lapido y Nacho Vegas, pero han decidido agarrar el micrófono

AIDA M. PEREDA

En el escenario, mientras todos los focos iluminan al vocalista, la banda se mantiene eclipsada en un segundo plano. Pero en algunas ocasiones, esos músicos tienen mucho que decir. Tanto, que deciden dar rienda suelta a sus inquietudes y forman una banda propia.

Tal vez su nombre no sea conocido a nivel popular, pero Candy Caramelo acompaña a gigantes como Andrés Calamaro, Jaime Urrutia, Ariel Rot o Fito y Fitipaldis. En los pocos huecos que le quedaban entre concierto y concierto, Caramelo comenzó a grabar su disco de debut, Por amar no hay que pagar, editado por Warner/Dro.

Cuenta que decidió emprender su carrera en solitario animado por los artistas con los que tocaba: 'todo el mundo me conocía tocando el bajo, pero quería mostrar mi faceta como compositor, productor y tocando otros instrumentos. Era una manera de sacar lo que tenía oculto dentro de mi casa'.

El guitarrista de Los Deltonos, Fernando Macaya, también sintió la necesidad de acercarse al micro y cantar sus propias composiciones en ChickTones. 'Yo siempre he sido un enamorado del rock clásico de los 50. Tenía un grupo, pero se fue el vocalista, y por retomar un poco esa música, comenzamos con versiones. Al ver que sonábamos bien, empezamos a hacer nuestras canciones'. Y ya van por su tercer disco, Suerte (Lengua Armada).

Breve historia universal (Bartlevy Records) es el primer disco de Jean Paul. Raúl Bernal, teclista de José Ignacio Lapido, lidera esta banda creada hace unos años. ¿El motivo? 'Todo compositor tiene una mínima evolución con el paso de los años y mi evolución o no evolución me llevó a hacer canciones demasiado personales para que entraran a formar parte de ningún grupo', indica.

Abraham Boba, teclista de Nacho Vegas, se tiró a la piscina 'por una cuestión de evolución e inquietud'. Antes de hacer las primeras canciones estuvo unos cuantos años haciendo música instrumental. 'Supongo que llegó el momento en el que tenía algo que decir y me parecía que podía interesar a alguien', señala. La educación (Limbo Starr) es su segundo disco.

Los cuatro hablan maravillas de sus 'maestros' y valoran la experiencia adquirida a su lado de manera positiva.


'Es un privilegio tener la suerte de tocar con los artistas que más me gustan y eso, quieras o no, influye. Soy muy esponja, me quedo con lo mejor de cada uno', indica Caramelo. Por eso, cuenta, le costó mucho tiempo encontrarse a sí mismo y buscar su propio estilo: 'rebusqué en mí y tiré de las influencias que siempre he tenido del rock de los años 50.'

Por su parte, Boba destaca la capacidad creativa de Nacho Vegas: 'escribe grandes canciones y cuenta con enormes músicos en su banda y de esto siempre se aprende'. Y aunque sus dos discos se grabaron antes de comenzar a tocar con Nacho, Boba cree que, 'tal vez, toda esa experiencia se vea reflejada ahora en sus directos y en futuras grabaciones sin ser siquiera consciente'.


Bernal también reconoce que 'siempre queda una especie de poso. He visto nacer muchas de las canciones de José Ignacio, pero nunca he querido parecerme a nadie, lo que pasa es que tenemos muchos gustos literarios y musicales en común y es inevitable que nos encontremos'.

Y Macaya asegura que 'tocar con Los Deltonos te da un punto de aprendizaje grande, porque es un grupo que lleva muchísimos años, y el hecho de grabar varios discos también te da experiencia, pero supongo que al revés también, que mi rodaje con ChickTones sirve a su vez para Los Deltonos'.

Disco autoeditado

Candy Caramelo, bajista de Andrés Calamaro o La Cabra Mecánica, revela que hoy en día es muy difícil grabar un disco, a pesar de contar con padrinos musicales. 'No he notado ningún privilegio ni favoritismo. El disco me lo he tenido que producir yo. No por estar con Andrés o con Fito me iban a hacer a mí artista de DRO. El disco, 'Por amar no hay que pagar', se podría haber llamado 'Por grabar hay que pagar'', bromea.

Como un grupo nuevo

Fernando Macaya, guitarrista de Los Deltonos, explica que 'aunque siempre te puedes aprovechar un poco para tocar con Los Deltonos en los conciertos, realmente ChickTones es un proyecto paralelo que pertenece a un circuito distinto y nos lo hemos tenido que currar desde abajo, como un grupo nuevo'. Además, su público es distinto, 'no tiene nada que ver', subraya.

Un proyecto de riesgo

Raúl Bernal, teclista de José Ignacio Lapido y frontman de Jean Paul, cuenta que decidieron grabarse el disco para intentar venderlo a una discográfica, 'dárselo hecho'. Bernal es consciente del riesgo: 'el mercado está como está, la mayoría de sellos no quieren arriesgar. Es un pequeño suicidio, pero era la única manera de que salieran a la luz nuestras canciones'.

Puerta igual de cerrada

A Abraham Boba, el hecho de ser teclista de Nacho Vegas no le abrió tampoco las puertas de las casas discográficas, pues grabó sus dos discos antes de formar parte de la banda de Nacho. 'Quizá me favorezca a partir de ahora, porque a través de él me está conociendo más gente, y al fin y al cabo, nuestras canciones tienen algunos puntos en común', reflexiona.

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