Le sientan bien los 40 años de Anagrama. Para celebrarlos, Jorge Herralde (Barcelona, 1935) se ha sacado de la manga 'un tesoro oculto', la colección Otra vuelta de tuerca, una reedición de clásicos de la editorial. Para empezar, ya han salido El rey de las dos Sicilias, del polaco Andrzej Kusniewicz, y La fortaleza asediada, del chino Qian Zhongshu, junto con los Relatos Autobiográficos de Thomas Bernhard y otro tomo con cinco novelas de Patricia Highsmith, protagonizadas por Tom Ripley.

10 Otra vuelta de tuerca es todo un lujo...

Puede parecer insensato, pero ya lo dirá el público. Sólo hay un límite: la calidad. Para mí y para el lector sí, es un lujo.

9 ¿Ha madurado mucho en 40 años?

He ido aprendiendo. Y cada vez que alguien aprende algo, descubre su ignorancia.

8 ¿Echa de menos laimplicación política de los inicios de Anagrama?

Era una época diferente a la actual y exultante. Había un enemigo común: la dictadura. En los títulos se reflejaban la política más reivindicativa, la contracultura, los movimientos feministas...

7 ¿Es más difícil sereditor ahora?

Antes estaba la censura y era más caro. Empezar siempre es fácil; continuar y consolidarse es lo más difícil. Hay que tener buen gusto, suerte y no bajar el listón.

6 ¿El exceso de ofertabaja ese listón?

Ese exceso suele ser de mala literatura (que es la que se vende bien). Muchos publicamos otras cosas y nos vamos defendiendo. Mientras siga siendo posible la convivencia entre ambas apuestas, este será el terreno de juego.

5 Suena a telebasura...

Bueno... [ríe]. La comparación es tuya.

4 ¿Se le han escapado buenos autores por ser poco comerciales?

Los poco comerciales no se escapan... Sí, he tenido que dejar de publicar a algunos.

3 ¿Ha hecho amigosescritores?

Muchísimos. Algunos, íntimos: Martín Gaite, Bolaño, Pombo, Marina...

2 ¿Quedan talentos?

Cuesta dar con ellos. Encontrarlos es una vocación.

1 ¿Acabará con Gutenberg el e-book?

Ahora provoca alboroto mediático: '¡Los diplodocus desa-parecen!'. Pero será un formato fácil de domesticar por los editores, aunque a lo mejor no acaba siendo tan marginal como creo.