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Dos juicios contra el expolio del nazismo

Tribunales de Londres y Viena acogen sendas reclamaciones de judíos a los que Hitler usurpó obras de Picasso y Vermeer

NELA DOMÈNECH / AGENCIAS

El cuadro El arte de la pintura no es el único reclamado con el argumento de que su venta en la década de los treinta fue forzada por la persecución nazi a los judíos. Retrato de Ángel Fernández de Soto, un amigo catalán de Pablo Picasso, pintado en la pobreza en la que vivían ambos jóvenes en la Barcelona de 1903, está siendo motivo de litigio judicial por el mismo motivo en la Chancery Division del Tribunal Superior de Londres. El cuadro es conocido también como El bebedor de absenta aunque esta categoría, la de bebedores de absenta, la comparte más de una obra de las que realizó el pintor en el periodoazul barcelonés.

Julius H. Schoeps, profesor de Judaísmo de la Universidad de Potsdam, aduce que el lienzo de Fernández de Soto perteneció a Paul Mendelssohn-Bartholdy, un hermano de su abuela, el cual se vio forzado a venderlo por la persecución de los nazis a los judíos. El compositor británico Andrew Lloyd-Webber adquirió la obra en 1994 por 26,5 millones de euros en Sothebys de Nueva York. El retrato del inocente catalán se incorporó a la colección de prerrafaelitas del músico, pero nunca encajó artísticamente con sus colegas de pinacoteca. En 2006 salió a la venta en Christies de Nueva York, valorado entre 40 y 60 millones de euros. Ahí entró en acción Julius Schoeps, al reclamar la propiedad del cuadro y hundir la venta el día antes de la subasta. ¿Quién lo iba a comprar con la reclamación pendiente? Después se inició el litigio. Lord Lloyd-Webber pide al Tribunal Supremo 'una declaración que excluya aJulius Schoeps o a cualquier descendiente de los ex propietarios de algún derecho o interés sobre la obra de arte', según la información judicial.

Chancery Division, del Tribunal Supremo de Londres, se pronunciará sobre la petición de Lord Webber, aunque las dos partes en pleito podrían llegar a un acuerdo, como ha hecho Julius Schoeps con los museos MOMA y Guggenheim de Nueva York respecto a la propiedad de otros dos famosos y valiosísimos cuadros de Picasso. El profesor se enteró hace cinco años de que todos estos cuadros pertenecieron a un antepasado suyo.

El arte de la pintura, una obra de Johannes Vermeer vendida a la fuerza a Hitler en 1940, es reclamada por los descendientes de su propietario legítimo, Jaromir Czernin. El abogado de la familia explicó al diario Der Standard que la esposa de Czernin fue estigmatizada por la ley nazi de pureza de raza, y que los intentos posteriores a la II Gran Guerra para recuperar el lienzo fracasaron.

 

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