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Eva Lootz critica la mercantilización del agua en su última exposición

Viajes de agua traduce en lienzos y cajas de luz los datos recabados con ordenador  

I. REPISO

“Las relaciones son más importantes que los objetos”. Habla la artista Eva Lootz, premio Nacional de Artes Plásticas 1994, que expone en La Casa Encendida hasta el 8 de noviembre. Con un afán cientifista, Lootz ha convertido en obra de arte el cauce de los ríos Ebro, Duero y Guadalquivir, que en sus piezas se asemejan a redes neuronales y a nebulosas.

La investigación en la que se basan sus Paisajes Diseñados por la Lluvia es lo que algunos denominarían un trabajo de frikis. “He hecho una pixelización del territorio, marcando cómo desagua y asignando a cada punto cardinal un color diferente”, explica. De manera que cada panel responde a una secuencia temporal y a un territorio muy preciso, como si fueran Polaroids de una tormenta.En la pared de enfrente, se expone una fotografía en la que la superficie del agua dibuja pequeñas hondonadas que recuerdan a la piel de la columna vertebral. La imagen pertenece a una serie realizada en el Centro de Estudios Hidrográficos durante una simulación para estudiar cómo se comporta el agua en una inundación.

En otra sala, tres paneles en negro, gris y rojo dan a leer palabras perforadas. Son nombres propios de afluentes. “Es poesía concreta –explica Lootz-. Como una superposición de capas idiomáticas, porque algunos ríos tienen raíces celtas y otros, latinas”. La artista no sólo ‘traduce’ al arte la geografía, sino también las distintas poblaciones que habitaron las riberas de los Pirineos. Con estas premisas, Viajes de agua puede leerse como un río, de manera superficial o buceando en él. Viendo objetos o viendo relaciones.

Lo que es inevitable ver son los mensajes que ha colgado en las paredes de la sala, que aluden a la gestión pública del agua. “La mercantilización del agua es un peligro. Los ríos son ejes vitales de un territorio. Y pensar que hay ríos que de los años cincuenta a esta parte se han convertido en una cloaca es tremendo. Por eso esta exposición también es una llamada de atención. El agua sabe a cloro y lejía”, lamentó. La exposición aporta varias piezas nuevas que se suman Hidrografías, una serie ligada al agua que comenzó a producir en 2005.

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