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La Casa de Alba presta sus tesoros a Sevilla

El Museo de Bellas Artes exhibe una de las mayores colecciones privadas reunida a lo largo de cinco siglos.

OLIVIA CARBALLAR

Un día, un japonés que visitaba la casa de los duques de Alba preguntó señalando a un cuadro: '¿Eso es una copia, no?'. Jacobo Fitz-James Stuart Falcó [padre de la actual duquesa] respondió apuntando a otro: 'Mire usted, la única copia que hay en esta casa es ése, y es un Rubens de un Tiziano'. Se refería a El emperador Carlos V y la emperatriz Isabel, obra del maestro veneciano destruida en el incendio del Alcázar de Madrid en 1734, que fue reproducida por el pintor flamenco. Más que una anécdota, narrada ayer por su nieto Carlos Fitz-James Stuart, primogénito de la actual duquesa, la respuesta que quizás sonrojó al japonés retrata la riqueza de la Colección Casa de Alba, que vestirá de lujo el Museo de Bellas Artes de Sevilla hasta el 10 de enero.

No sólo este retrato de Tiziano o Rubens. Goyas como La Duquesa de Alba de blanco sólo expuesto en una ocasión en el Prado, Riberas como La Coronación de espinas, Renoirs como Mujer con sombrero de cerezas, algún Chagall, un autorretrato de Mengs, un Sorolla, un Corot o esculturas de Benlliure resumen más de cinco siglos de patrimonio artístico de una de las familias que más han luchado por 'conservar e incrementar' su legado, afirmó ayer la consejera andaluza de Cultura, Rosa Torres.

'Aquí la única copia que hay es un Rubens de un Tiziano'

A la rueda de prensa, tan multitudinaria como la que despidió a Chaves como presidente andaluz, no asistió la duquesa, motivo de la masificación. Una decepción para todos y una más para la paparazzi que lleva días apostada en la casa de su ex yerno, el torero Francisco Rivera, a escasos metros del museo. La duquesa, también a escasos metros, pedía donativos para una asociación de esclerosis múltiple.

La muestra está compuesta por 40 piezas 37 pinturas y tres esculturas conservadas en el madrileño Palacio de Liria y en el de Las Dueñas, de Sevilla. Es la primera vez que las joyas de esta colección privada pisan la calle desde 1987, cuando vieron la luz en Madrid y Barcelona. 'Me hubiera gustado tener un Gauguin o un Van Gogh', declaró en una entrevista a Efe Cayetana de Alba, que ha enriquecido el legado familiar con autores contemporáneos como Miró o Picasso. No quiso, según contó en esa entrevista, posar desnuda para el artista malagueño al estilo de la Maja de Goya: 'Me hubiera agobiado; eran otros tiempos'. Sí se dejó pintar por Zuloaga, en un lienzo de casi dos metros cuadrados que también cuelga de las paredes de la pinacoteca más importante de España tras el Prado.

La muestra, de 40 piezas, selecciona lo mejor de Goya, Renoir o Corot

'La historia de la colección se inició en el siglo XVI con el III duque de Alba, quien a su paso por Nápoles se interesó por el arte italiano', explicó la comisaria, Valme Muñoz. En su particular buceo por los archivos de la Fundación Casa de Alba, Muñoz destacó los 'emocionantes testimonios' de personas desconocidas que, en épocas tan difíciles como la guerra civil, se esforzaron por proteger el patrimonio. La comisaria también hizo un repaso por las obras que, por causas muy distintas, no lucirán en Sevilla. Como la Venus del Espejo, de Velázquez, hoy en la londinense National Gallery. La duquesa Teresa Cayetana se la regaló a Godoy [primer ministro con Carlos IV]. O eso dicen.

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