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Un cuento místico para la Red

Estigmas, la adaptación de Adán Aliaga del cómic de Mattotti y Piersanti, se estrena hoy directamente en Internet

S. BRITO

'Ya está hecha, así que por qué esperar'. Tremendo pragmatismo sale de la boca de Adán Aliaga (San Vicente del Raspeig, Alicante, 1969), director de un filme anómalo por múltiples razones. No sólo es que Estigmas sea una fábula mística rodada en blanco y negro y en cinemascope; ni que esté protagonizada por un actor improbable Manolo Martínez, más conocido como Superman Martínez, campeón de lanzamiento de peso; ni siquiera que el filme pertenezca a la rara estirpe al menos en el cine español de las adaptaciones de cómic. Para coronar las anomalías, Aliaga estrena hoy su primer filme de ficción en Internet, sin pasar antes por las salas de cine.

Lo hará en el portal Filmin, que ya estrenó el año pasado Tiro en la cabeza, de Jaime Rosales, con la diferencia de que aquel también apareció a la vez en las salas y en un museo, el Reina Sofía de Madrid.

'Para una película pequeña, que no dispone de un gran presupuesto de promoción, es una forma de hacernos visibles y darnos a conocer', comentó ayer a Público el director de La casa de mi abuela, documental con el que cosechó premios desde Taipei a Toronto. 'Ahora mismo es la única vía que tenemos de que la gente la vea, hay que pensar en todas las ventanas de exhibición', remarcó desde el Festival de Valladolid, donde compite por la Espiga de Oro.

La estrategia de lanzamiento es golosa: los primeros 1.000 visionados (en streaming y sin necesidad de descarga) serán gratis, y a partir de ahí, habrá que pagar 2.95 euros cada vez que se quiera ver el filme.

La cifra del millar puede parecer alta o baja, según se mire, pero la realidad es que en España no ha habido un filme, de los escasos estrenados en Internet, que haya superado los 500 visionados (Tiro en la cabeza llegó a los 450). Como apunta Jaume Ripoll, responsable de Filmin, 'a final de año queremos que la cifra de los 1.000 se normalice, ahora que la tecnología nos permite dar una imagen de calidad'. En Francia, el portalUniverscine ronda los 20.000 visionados al año.

¿Qué se encontrarán los que acudan a ver Estigmas a Internet? Pues algo parecido a lo que concibieron en viñetas Mattotti y Piersanti, aunque con algunas variaciones cercanas al final. Pero ahí está la historia de redención de Bruno, un hombre al que le aparecen estigmas en las manos (y más adentro).

Aliaga arriesga. También en el medio de exhibición, aunque espera que Internet sea sólo el principio de un ruido que le abra las puertas de las salas de par en par.

 

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