Ocho años han transcurrido desde que Achero Mañas (Madrid, 1966) dirigiera su último largometraje, Noviembre. 'El cine es mi profesión, pero necesitaba estar conmigo y con mi familia. Además, he aprovechado para estudiar Filosofía', decía ayer durante la presentación del rodaje de su nueva película, Todo lo que tú quieras, que narra cómo un padre se ve obligado a criar a su hija después de la muerte de su mujer.

Para el cineasta todo ha sido un poco caótico. Aparte de ejercer de guionista y director, le ha tocado producir la cinta, algo que no había hecho hasta ahora. Nervioso, espontáneo y con un papel doblado en el que tenía apuntados los agradecimientos, asegura que la historia no es autobiográfica, pero que el hecho de ser padre en algo ha ayudado.

¿Cuándo surgió la idea de esta nueva película?

Era un proyecto pensado para Estados Unidos, pero por circunstancias profesionales he vuelto a España y he adaptado el guión. Realmente no sé qué motivos te llevan a crear una historia u otra. Simplemente surge. Hace unos tres años se me ocurrió que podría ser un buen tema. Algo pasaría en mi cerebro.

¿Con qué presupuesto cuenta?

Es una producción pequeña, de unos dos millones de euros. Esto ha sido posible porque los actores han bajado su caché. Son buenos amigos y han hecho un esfuerzo. Si toda va bien, espero recuperar la inversión. El 0,7% o el 1% de la recaudación se destinará a una ONG de infancia. ¡Esto es una buena razón para ir a verla!

¿Y piensa devolverles el caché?

Tendría que ser la hostia para devolverles el caché. No hay nada más gustoso que pagar una deuda. El proyecto ha tenido que ser así. Además, el tema del caché no es sólo de los actores, también hay iluminación, sonido Está muy difícil esto del cine.

Lo último que dirigió fue Blackwhite, un documental sobre el proceso de paz en el Ulster.

Estuvo muy bien. Me dieron libertad absoluta y pude entrevistar a Gerry Adams, John Hume y David Trimble. En el festival de Valladolid y en el de Rotterdam me pidieron que concursara, pero Canal+ se negó a pasarme la cinta a 35 milímetros.

¿Por qué decidió irse otra vez a Estados Unidos?

Volví por motivos personales; para estar con mi hija, que vive en Nueva York. Allí escribí un guión sobre la guerra de Irak. Ya había conseguido una inversión de 80 millones de dólares y estaba todo a punto. Sin embargo, al final se cayó por el desastre en taquilla de este tipo de películas.

El 1 de febrero comienza el rodaje. ¿Han ensayado ya?

Sí, ya hemos ensayado. Trabajando se descubren muchas cosas nuevas. No concibo una película sin trabajar con los actores en los ensayos. Ellos aportan muchísimo, descubren mejor la historia y la enriquecen. Es cuando más disfruto dirigiendo.

Entonces, ¿no piensa en ponerse de nuevo delante de la cámara?

Cuando dejé de actuar fue definitivo. Aunque, hombre, si algún muy buen amigo me pide un cameo, no descarto hacerle el favor.

Juan José Ballesta en El bola y Lucía Fernández, de cuatro años, en este filme. ¿Qué le pasa con los niños?

Debería preguntarme a mí mismo qué me afectó tanto durante mi infancia. A lo mejor tengo que ir al psicólogo. El cine habla de cambios y los niños son más susceptibles a estas variaciones. Con personas mayores es más complicado. Los niños dicen lo que sienten. Pueden ser muy crueles, pero es algo inconsciente.

¿Qué le aportan a la hora de dirigir?

Me aportan verdad.

¿Absoluta?

Aunque estudie Filosofía, es algo que no puedo plantearme.

¿Cree que al final habrá orden ministerial para el cine?

La orden se ha de elaborar poco a poco. Todos tienen que estar de acuerdo. Hay que llegar al máximo consenso. Está claro que la unanimidad es imposible, pero con el diálogo todo se puede solucionar.

Muchas personas se quejan de las subvenciones que se dan al sector.

Aquí se ayuda al cine de aquella manera. La gente está muy desinformada con respecto a la cantidad que nos dan de subvención.

¿Qué problemas tiene el cine español?

La falta de apoyo institucional, la politización y el escaso eco mediático. Aún así, se hacen películas. ¡Es un milagro que todavía hagamos cine! Sin embargo, personajes como Pedro Almodóvar, Víctor Erice, Penélope Cruz, Sergio Mencheta, que ahora está por EEUU, o Alberto Iglesias demuestran la calidad de nuestro cine.

Entonces, ¿los medios no apoyan a la industria cinematográfica?

Suele haber muy mala prensa. En España se hace muy buen cine, pero la crítica siempre es feroz.

¿Piensa llevar la cinta a algún Festival?

La idea es estar en San Sebastián y en noviembre estrenarla en las salas de cine. A ver si se llegamos.