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Sangriento siglo XXI

El analista político George Friedman augura que EEUU mantendrá su hegemonía durante las siguientes décadas en un contexto de conflicto global

PAULA CORROTO

Estados Unidos será el rey del mundo. China perderá toda su potencia económica y desaparecerá del mapa. Turquía marcará el ritmo en Europa y México será el nuevo gran actor internacional. Todo ello a través de décadas en las que se vivirán grandes crisis económicas y una guerra mundial cuya estrategia será muy parecida a la que desarrolló George Lucas en la película La Guerra de las Galaxias.

Estas predicciones para el siglo XXI han sido volcadas por George Friedman, analista político y fundador del think tank Stratford, en su reciente libro Los próximos cien años (Destino). Para ellas, según afirma a Público, se ha basado en los informes geopolíticos elaborados por el centro de estudios para el que trabaja, de sus propias reflexiones 'y también de la imaginación'.

Precisamente, el lector cree estar en un mundo de ciencia ficción en cuanto abre el libro. Sin embargo, paradójicamente, Friedman dibuja un siglo que no se aleja demasiado del reciente siglo XX: la sangre y el dinero marcarán los tiempos y serán los grandes ejes sobre los que orbitará el planeta. 'La gente se enamora, tiene niños, va a trabajar, va a la guerra. Hay elementos de la naturaleza humana que nunca cambian y todas las consideraciones serias que nos hagamos sobre la historia tienen que empezar con ese tipo de cosas que no cambian', argumenta el analista.

Friedman vaticina un enfrentamiento entre EEUU, Turquía será el país más poderoso del área islámica y Japón hacia la década de 2040. El país norteamericano contra dos estados que se habrán conformado como las dos grandes potencias euroasiáticas. Una desde el este y la otra desde el oeste. Polonia apoyará a EEUU y se enfrentará a Alemania. Será una guerra espacial. Friedman hasta se ha permitido describir a las nuevas Estrellas de Batalla, las armas de este nuevo gran conflicto. Nadie recordará las proclamas pacifistas posteriores a la II Guerra Mundial. Los desastres estarán en el olvido, entre papeles y legajos.

'La guerra es un rasgo de la naturaleza humana'

'La guerra siempre ha sido un factor de cambio. Y es un rasgo de la naturaleza humana. No es una cuestión de si gusta o no gusta. Por otro lado, la gente es plenamente consciente de la tragedia de una guerra, pero es ingenuo pensar en el conflicto en términos de bueno o malo, porque la gente sí que no ha aprendido a hacer esta distinción', explica Friedman.

Mientras que los conflictos surgirán por el control de la zona euroasiática, tenderán a declinar los que han enfrentado al mundo occidental con los países islámicos. Es más, según Friedman, 'de aquí a cien años se recordarán tan poco como la guerra de Cuba'. Para el analista, el motivo principal es 'el caos instalado en el mundo islámico desde 2001'. El choque entre Al Qaeda y los propios países musulmanes bastará para que estos conflictos desaparezcan del foco de atención internacional.

El gigante asiático no será la gran potencia del siglo XXI, según George Friedman. A pesar de ser uno de los países con mayor crecimiento económico de las últimas décadas, a pesar de haberse convertido en uno de los clientes más codiciados del mercado y a pesar de haber abierto nuevos frentes mercantiles en África (Angola, Nigeria, Sudáfrica, Congo y Sudán), el analista no apuesta ni un dólar por su supremacía.

'Es un país que tiene 1.300 millones de habitantes. De ellos, unos mil millones viven en la pobreza más absoluta. Solamente un número muy pequeño de habitantes, quizá 60 millones, viven como la clase media europea. Esto es una situación insostenible para cualquier país', señala Friedman. Un reajuste económico echará por tierra los planes chinos.

El siglo XXI será, por encima de todas las cosas, estadounidense. El analista lo explica ciñéndose a la economía. 'EEUU tiene el 24% de la economía mundial. Tres veces más de lo que tiene China. La tasa de crecimiento histórico de EEUU está en el 2,5 % anual. Para alcanzarle, China debería crecer al 8,25% anual y sin caer en ningún momento.

Tendrían que pasar muchas generaciones para que China pudiera adelantar a EEUU', manifiesta el analista, quien solamente ve una posibilidad para que EEUU deje de dominar el mundo: la guerra. 'Pero ahora mismo no hay potencias militares que puedan desafiar a EEUU', asegura. Ni siquiera la Unión Europea. 'Lo haría si estuviera unida y desarrollara una fuerza militar, pero ahora está sometida a una gran presión y no tiene ninguna intención de militarizarse'.

'La UE es el único estado que podría ganar a EEUU, siempre y cuando se militarizase'

El presidente norteamericano que provocará un cambio en el sistema económico y geopolítico no será Barack Obama, sino aquel que sea elegido en las elecciones de 2028 o 2032.

Para Friedman, Obama es, simplemente, uno más de todo el listado presidencial. 'Los políticos no provocan los cambios. Sólo hacen discursos. Los cambios llegan por amenazas exteriores y estas no ocurren rápidamente. Lo que pasa es que EEUU es un país muy complejo que la mayoría de los europeos no entiende'.

George Friedman no ha hecho ninguna predicción para España en su libro. Sin embargo, sí tiene una opinión sobre lo que le espera en los próximos cien años. Y no es muy halagüeña.

El primer gran problema: la demografía. El analista cree que España deberá traer más inmigrantes debido a la escasa tasa de nacimiento. Ahí llegará lo que él califica como segundo dilema: la inmigración. Los problemas se sucederán, porque 'al contrario que otras naciones como EEUU, Canadá o Australia, los europeos tienen una fuerte definición de la identidad nacional que dificultará la integración de los inmigrantes. Esto es un problema de difícil solución, puesto que también provocará una deslocalización social masiva en los próximos años'.

A estos dos asuntos conflictivos (baja demografía e inmigración) se sumará una Unión Europea en baja forma. 'España lo está descubriendo ahora con la crisis económica, ya que ve que sus instituciones no sirven de ayuda. De alguna manera, con esta crisis se está testando la verdadera fortaleza de la UE', analiza.

La baja demografía y la llegada de más inmigrantes no son asuntos que atañen únicamente a España. Occidente convivirá con ambas cuestiones durante los próximos cien años. La previsión no es que las cosas cambien demasiado, ya que, según Friedman, 'tener un niño supone cada vez más un lujo que no todas las mujeres se pueden permitir'.

Con respecto a la inmigración, su visión es mucho más negativa. Sobre todo para Europa, ya que, 'mientras que EEUU sí tiene territorio para alojar a diferentes culturas, eso no ocurre en el caso de Alemania'. Las consecuencias pueden ser desastrosas. 'Es difícil de ver cómo se resolverá este asunto sin terribles disturbios sociales'.

El área latinoamericana tampoco ha sido de especial interés para Friedman, aunque sí se ha fijado en México como nuevo país emergente. La razón es su potente economía en continuo crecimiento. 'Lo que ocurre es que México es un país infravalorado e incomprendido'. No le da tantos réditos a Brasil, un país que cree demasiado aislado de la escena internacional por su posición geográfica. 'Además, con sus junglas y montañas es infranqueable', apostilla.

'EEUU será el rey del mundo y México es un país incomprendido'

De Cuba, el norteamericano apenas opina. La bola de cristal no funciona para saber qué sucederá tras Fidel Castro. 'Cuba es una pequeña isla a 90 millas de EEUU y cuando muera Castro seguirá siendo esa pequeña isla. No tiene un especial peso geopolítico y sólo juega un papel significante para sus aliados internacionales', señala.

Sus ojos sólo están para los Estados Unidos. El emperador no caerá en este siglo.

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