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Escoriza resucita el espíritu de Radio Tarifa

El músico granadino publica su segundo disco en solitario, Mirando p'l este'

ANA ROSA MAZA

Es posible que el nombre de Benjamín Escoriza (Colomera, Granada, 1953) no les aporte nada. Pero si decimos que durante muchos años fue el cantante de Radio Tarifa, una de las bandas punteras de la world music desde su debut en 1993, la cosa cambia drásticamente. Reconocible a primera vista por sus inseparables gafas de sol oscuras, que luce siempre encima del escenario, Escoriza regresa con su segundo trabajo en solitario Mirando p'l este (A Tope Producciones) a la fusión entre géneros que hizo popular en medio mundo (eso sí, más en el extranjero que en España) a su antigua banda: música turca, bereber, jazz, ritmos del este y, por supuesto, flamenco. Toda una batidora de mezclar sonidos. 'Quizás el primer disco [Alevantá] era más flamenco. En Mirando p'l este he vuelto a la fusión, al estilo de lo que hacía en Radio Tarifa', explica a Público.

Benjamín Escoriza mira en su nuevo trabajo hacia el este 'porque si miras en esa dirección desde Madrid te encuentras el Mediterráneo, y de eso se trata, de dar a conocer una música que posee una gran riqueza', asegura. Su voz rasgada, a veces ahogada, relata las historias del día a día, de los placeres mundanos, de la cultura popular y la tradición oral de las naciones del sur. 'Es importante que no se pierdan las historias que no están escritas en ninguna parte', cuenta.

En efecto, en Mirando p'l este no faltan temas clásicos del cancionero popular andaluz, como La cachucha de mi mare, 'una copla que cantan los gitanitos en la Zambra del Sacromonte y que me enseñó Jaime Heredia Amaya, El Parrón, uno de los mejores cantaores de la historia del flamenco', recuerda el cantante granadino.

Como suele ser habitual en sus trabajos, Escoriza se ha rodeado de colaboradores en Mirando p'l este. Músicos como el saxofonista sevillano Gautama del Campo, el trombonista sueco Ove Larsson, el clarinetista búlgaro Ivaylo Hristov o la cantante turca Sevaal Sam, con la que grabó varias canciones en Londres, hace un año y medio.

'Este trabajo ha sido un hijo muy mimado. Hemos trabajado durante tres años, sin prisa pero sin pausa y con mucho cariño', explica el cantante, al que le cuesta horrores elegir su tema favorito del disco. 'Ha tenido una gestación larga, trabajando a diario, pasando por estados de ánimo muy diferentes. Todas las canciones me llenan por igual', zanja.

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