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El grupo africano que quiso ser James Brown

La Orchestre Poly-Rythmo de Cotonou debuta en España

CARLOS FUENTES

En la radio sonaba James Brown y ellos decidieron seguir la ruta del funk. En Cotonou, la capital de Benín, los años sesenta estuvieron marcados por los sabores latinos que en África brillaban con el acento cubano de Abelardo Barroso y la Orquesta Aragón. Pero Mélomé Clément prefería las raíces africanas, la cultura tribal y, sobre todo, el acervo vudú. En 1968, armó el conjunto que marcaría la eclosión del funk africano hasta que un tal Fela Kuti eclipsó todo con su atlético afrobeat. Cuatro décadas después, la Orchestre Poly-Rythmo de Cotonou llega a España para actuar el 22 de julio en el Festival La Mar de Músicas (Cartagena).

Mélomé Clément, saxofonista y director fundador, sonríe ante la inédita visita española. 'Costó decidirnos porque antes algunos productores no nos ayudaron a salir de África e incluso los políticos nos negaron apoyo. Y en Libia la policía destruyó nuestros instrumentos porque pretendían hallar drogas escondidas en las guitarras', recuerda Clément, quien prefiere hablar de las canciones que hicieron bailar a África al ritmo infeccioso de la Tout Puissant Orchestre Poly-Rythmo de Cotonou. ¿Todopoderosa? Lo explica su director: 'En los años sesenta, todos los grupos africanos utilizaban ese apelativo para llamar la atención. Era un título que te ganabas ante el público'.

'En Libia, la policía destruyó nuestros instrumentos en busca de drogas'

¿Y por qué el funk? 'Nuestra primera influencia son los ritmos vudú. No puedes caminar por Cotonou y no escuchar tambores vudú. Crecimos con esa tradición, pero en los sesenta llegó la influencia occidental. Era la época ye-yé y comprábamos los discos de James Brown, Roberta Flack y Wilson Pickett, también de Dalida o Johnny Hallyday, y empezamos a mezclar sonidos occidentales con nuestro acervo cultural. En Benín hay ritmos que se parecen mucho a lo que el resto del mundo conoce como funk. El vudú está en todas partes, es parte esencial de África. Ya existía antes de la colonización, antes de la llegada del cristianismo y antes del islam', explica Clément.

'Somos primos hermanos de los americanos negros porque muchos esclavos abandonaron Benín hacia el nuevo mundo. Pero, si te soy sincero, siempre hemos querido imitar a James Brown y sus gritos ¡oh yeah, feel good!', explica el director de la Poly-Rythmo.

'Somos hermanos de los americanos negros porque proceden de Benín'

Con el papel crucial que tiene la música en África ('Es muy importante para el ambiente social: la música se entiende como vía de transmisión de lo que pasa en nuestros países'), la orquesta de Cotonou mantiene intacto su prestigio. 'Por supuesto exclama Clément, acabamos de actuar con gran éxito en ocho países africanos y en Niamey nos consideran una orquesta importante, con una música que es africana al cien por cien. Nos invitan a tocar en bodas, en ceremonias sociales Es que si no tocas con la Poly-Rythmo en Niamey, no eres una orquesta', bromea el director al recordar que no todo tiempo pasado fue mejor.

Aunque su banda llegara a ser considerada el grupo nacional de Benín. 'Éramos la orquesta de la revolución y tocamos para numerosos presidentes africanos, pero te aseguro que desafortunadamente eso nunca nos dio dinero'.

¿Han mejorado las cosas después de medio siglo de independencia? 'Por desgracia, las guerras no han desaparecido de África. En la última gira, llegamos a Niamey y Bangui tras dos golpes de Estado y la corrupción es un problema, pero confío en que todo mejore', se despide Clément.

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