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La Dama, reeditada

El Arqueológico reabre la muestra 'Tesoros' en su rehabilitada ala sur

JESÚS ROCAMORA

Aunque las farónicas obras de remodelación mantendrán el Museo Arqueológico Nacional (MAN) cerrado al público al menos un año más, hasta noviembre de 2011, el edificio reabre las puertas al ala sur, recién rehabilitada, donde permanece instalada desde hoy una 'nueva edición' de la exposición temporal Tesoros.

Se trata de la muestra-estrella del museo mientras se somete a un retoque de campeonato, que ofrece un recorrido por las culturas de la Península a partir de sus colecciones, con piezas tan populares como La Dama de Elche y con un saldo de 400.000 visitantes desde mayo de 2008 hasta el pasado mes de agosto (cuando la exposición se cerró para trasladar su montaje).

Este martes, aunque la parte oficial anunciaba algo grande (entre los presentes, la directora general de Bellas Artes, Ángeles Albert, y el recién estrenado director del MAN, Andrés Carretero), la realidad de unas obras de remodelación y ampliación que arrancaron en julio de 2008 impuso su paso, lento y mastodóntico.

'Los tiempos y los plazos se cumplen a rajatabla y las obras van hacia adelante', se justificó Albert, ante la ausencia de novedades prácticas para el público: la primera fase del remodelado ha concluido, pero el visitante que se acerque al MAN sólo podrá visitar la zona que acoge Tesoros. Eso, y ver mucho movimiento interno, de traslado de equipos, colecciones y trabajadores. Para Albert, esto permitirá que el público aprecie los 'guiños' conforme el museo se reconstruye.

La segunda fase de las obras se alargará hasta verano de 2011 y afectará al ala norte. En paralelo se llevará a cabo también la renovación museográfica (que afecta al discurso y el equipamento del MAN). La apertura total será posible a finales de 2012. Según Albert, el presupuesto inicial también se ha mantenido (60.418.281 euros), aunque reconoció que se había aprobado un modificado 'pequeño, algo normal', de 1,7 millones de euros.

Un paseo por los intestinos del edificio deja claro que el MAN no será más un armario cerrado de luz tenebrosa, sino un templo deslumbrante, de patios cubiertos (lo que dará una mayor superficie expositiva y devolverá al edificio su tipología original) y nuevos espacios, como una área de acogida o la planta cuarta: anteriormente sin uso, en el futuro acogerá la biblioteca y sala de lectura. Otras instalaciones, como la cámara acorazada del departamento de numismática, hasta ahora con equipo de más de 50 años, han sido modernizadas. El objetivo es estar a la altura del Prado y otros centros europeos, como Museo de Pérgamo o el Egipcio de Berlín, según dijo en agosto González-Sinde. Pero, de nuevo, toca esperar.

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