Público
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Explotación de la miseria

EULÀLIA IGLESIAS

Biutiful

Director: A. González Iñárritu
Género: Drama
Reparto: Javier Bardem, Maricel Álvarez
Duración: 147 minutos 

Después de ‘Babel' (2006), el mundo ya no era suficiente para el director Alejandro González Iñárritu. En su nueva película, el cineasta mexicano pasa de la transnacionalidad del filme protagonizado por Brad Pitt y Cate Blanchett a la hiperlocalización: Biutiful está situada en una Barcelona suburbial que, sin embargo, quiere funcionar también como un completo microcosmos, una muestra de esa babel de nacionalidades y culturas en que se están convirtiendo los arrabales de cualquier gran metrópolis del siglo XXI.

El director latinoamericano trabaja por primera vez sin la colaboración del guionista Guillermo Arriaga y, aunque permanece esa querencia por las tramas secundarias que pretenden configurar una visión total de la realidad, Biutiful deja atrás las estructuras de narraciones entrelazadas para construir una historia lineal, la de Uxbal (Javier Bardem), un padre coraje a quien el destino somete a toda clase de infortunios.

Bajo la apariencia de cine de autor con sensibilidad social, Biutiful esconde su condición de pura ‘exploitation movie' de miserias ajenas. González Iñárritu se nutre en esta película del dolor de los más desfavorecidos para alimentar un universo feísta en el que la desgracia se ha asentado de forma inexorable, sin que sus habitantes puedan hacer nada para evitarlo. Ni tan siquiera se les otorga la libertad de poder confrontar la injusticia de la situación en la que viven.

Porque el sino de los personajes de las películas de Alejandro González Iñárritu no parece ser otro que sufrir para conmover del modo más fácil a los espectadores de medio planeta. Desde este determinismo, el retrato de Uxbal, y de las relaciones que mantiene con su esposa y su hermano, resulta más propio de un culebrón de sobremesa que de un drama que quiere mantener una mínima perspectiva hacia aquello que dibuja. Pero el objetivo de González Iñárritu es acumular cuanta más tragedia mejor, impulso apenas mitigado por unas expresiones de espiritualidad paranormal que no desentonarían en absoluto en un capítulo del programa televisivo de ocultismo ‘Cuarto milenio'. De hecho, Biutiful podría inducir por momentos al humor, pero su espectacularización del sufrimiento ajeno no es precisamente cosa de risa. Indignante.

La sinopsis oficial de Biutiful define al protagonista como un hombre en caída libre. La dirección que ha tomado la carrera de Iñárritu podría calificarse de la misma manera. El estreno de ‘Amores perros' (1999) dio a conocer a un cineasta que ofrecía una mirada renovada y de gran fuerza visual sobre la realidad mexicana. El entusiasmo se acabó aquí. ‘21 gramos' (2003) puso de manifiesto un gusto por la grandilocuencia dramática y la pretensión trascendente (¡el peso del alma!) todavía más acentuado en ‘Babel' (2006) y que llega a su paroxismo en Biutiful. ¿Se puede caer más bajo?

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