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Autoediciones contra el olvido

Un día estos autores decidieron romper el silencio e indagar en aquellos temas 'prohibidos'. El resultado ha ayudado a muchas personas a 'saber la verdad'

D. BARCALA / P. CAMPELO

Julia Merino: ‘Yo, una niña de la guerra'

'Desde pequeña mi madre me prohibía hablar de mi padre fusilado. Me parecía injusto y desde niña iba siempre apuntando todo en un cuaderno', explica Julia Merino, de 77 años. Su libro Yo, una niña de la guerra, que va por la segunda 'reimpresión' ha sido leído por 1.800 personas. Merino recorre el sufrimiento de una mujer que en 1936 perdió a su padre fusilado. 'Lo que quiero es que la gente se entere de lo que pasó. He ido a 30 pueblos de Valladolid y allí donde voy los viejecitos me cuentan: aquí murió mengano, aquí el otro..',
describe una autora que llegó a enviar su libro al mismísimo rey de España.  

José María Rojas: ‘Semilla de libertad'

'Quería documentar lo sucedido en mi comarca, Aranda (Burgos)', resume José María Rojas, autor de Semilla de libertad (En medio de abril). Cuando empezó a investigar, Rojas no sabía que su tío abuelo había sido fusilado por reclamar el pago de unas horas extras. Su intención era dar a conocer la verdad de la represión. Comenzó hablando con los ancianos y después se centró en los archivos. 'La gente me pedía que publicase el listado que elaboré', explica. Tras hacer cuentas, este trabajador de almacén se lanzó a la autoedición. Los años de vacaciones sacrificadas están compensados: 'Ayudas a la gente a saber la verdad'.  

Antonio Nieves: ‘Una lucha incansable'

'Soy consciente de que estas páginas quizás sólo interesen a unos pocos; pero a veces, esos pocos, son más que suficientes'. Así comienza Antonio Nieves Ferreiro sus memorias, tituladas Una lucha incansable, editadas casi de manera artesanal por Galaxia. Pero quizás se equivoque. ¿Acaso no es interesante la vida de un hombre que sobrevivió a la revolución de Asturias de 1934 y pasó los años de la Guerra Civil escondido como un topo en territorio enemigo? Un espíritu de supervivencia que aún no se ha apagado. A los 97 años, Nieves Ferreiro sigue siendo el orgulloso luchador que un día apodaron el Paul Newman de Escairón. 

Edmond Gimeno: ‘Buchenwald, Dora, Bergen-Belsen'

Edmon Gimeno (Caseres, 1923) mantiene la mirada del joven que cayó con apenas 20 años en manos de la Gestapo en la Francia colaboracionista de Vichy en la Segunda Guerra Mundial, después del duro exilio familiar. 'Golpes y más golpes, culatazos, patadas, insultos... ¡Qué locura, qué brutalidad!', escribe Gimeno en sus recuerdos del primer día de su deportación al campo nazi de Buchenwald. Gracias a la asociación de deportados Amical de Mauthausen, Edmon Gimenos puede mostrar orgulloso su supervivencia del holocausto nazi en su libro Buchenwald, Dora, Bergen-Belsen. Vivencias de un deportado. 

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