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Una nueva filóloga para una nueva Academia

Inés Fernández-Ordóñez ingresa en la RAE y se convierte en la académica más joven de la institución. En su discurso recordó al poeta Ángel González y resaltó el crisol de infl

PAULA CORROTO

Con el ingreso hoy de la filóloga Inés Fernández-Ordóñez (Madrid, 1961) en la Real Academia Española (RAE), la institución dio un paso hacia el futuro. Su discurso, una investigación que rompe con la teoría de Ramón Menéndez Pidal sobre la formación del español, supone un soplo de aire fresco para una casa que el próximo 2013 cumplirá 300 años de historia. Casi sin pretenderlo, la catedrática, la primera filóloga y académica más joven, ha reinventado el viejo eslogan 'limpia, fija y da esplendor', que después de tres siglos ya se había quedado bastante añejo.

Fernández-Ordóñez comenzó su texto -para cuya escritura se tomó el periodo máximo de dos años- con unas palabras hacia su antecesor en el sillón P, el poeta Ángel González. 'Cualquier glosa o encomio estará lejos de hacerle justicia. Puesto que no tuve la fortuna de conocerlo personalmente, me ceñiré a lo que queda de él: sus palabras, desde luego nada inútiles, sino fértiles y vivas hoy, que es siempre todavía, en palabras del poeta que Ángel González estimaba más importante para el siglo XX, Antonio Machado', leyó la filóloga.

Después de este tributo al autor de Áspero mundo, la nueva académica se adentró en su investigación sobre la formación del español desviándose de las teorías pidalianas, las cuales exhortaban el influjo central del castellano. Para ella, que enriqueció su trabajo de investigación con la exposición de varios mapas lingüísticos, el español no sólo es el castellano sino el resultado del cruce de lenguas peninsulares y de la influencia de los idiomas europeos.

'Cualquier glosa que haga [de González] estará lejos de hacerle justicia'

Esta visión heterodoxa -acaba de un plumazo con una teoría asumida durante el último siglo-, pero no exenta de rigor, va pareja a su propia filosofía sobre la función de la lengua. De hecho, mantiene el sentido común respecto a polémicas que han acaparado la atención en los medios de comunicación. 'En algunas épocas ha habido políticas lingüísticas que han impedido que otras lenguas de España tuvieran una representación de lenguas de cultura escrita. Pero hoy en día los hablantes tienen la oportunidad de hablar la lengua que quieran. No creo que haya ningún peligro. La opción lingüística depende de los hablantes', señaló hace unos días a este periódico en relación a los conflictos entre el castellano y el catalán.

Tampoco se escandalizó con el asunto de las traducciones de las lenguas en el Senado: 'Por un principio de colaboración común parecería lógico que se utilizara el español, pero si una persona se obceca en utilizar su propia lengua, está en su derecho. Depende de la posición de cada uno'.

La respuesta al discurso de Fernández-Ordóñez ayer en la RAE corrió a cargo del lingüista José Antonio Pascual, actual director del proyecto delDiccionario Histórico. Precisamente, Pascual fue uno de los encargados, junto a Margarita Salas y Álvaro Pombo, de presentar la candidatura de la filóloga para ocupar uno de los sillones de la RAE y no ahorró palabras a la hora de alabar a la nueva académica: 'No parece necesario poner de relieve la importancia que tienen la lingüística y la filología. Ambas disciplinas las cultiva de una manera relevante doña Inés Fernández-Ordóñez', leyó Pascual.

El lingüista se detuvo particularmente en destacar la trayectoria de la filóloga y sus puntos de vista críticos. Entre sus innovaciones, Pascual recordó su novedosa 'revisión de las hipótesis tradicionales respecto al leísmo, laísmo y loísmo', que ella no considera una imperfección, sino una variable del español.

Innovación y sangre fresca entraron ayer en la Academia. Ahora sólo habrá que esperar los resultados.

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