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Pattinson sigue siendo bueno, pero no vampiro

El actor presenta 'Agua para elefantes' entre multitudes

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Robert Pattinson sigue siendo el bueno, aunque sus colmillos hayan mermado. El actor británico de 26 años es el protagonista de Agua para elefantes, que se estrena el viernes y en la que comparte cartel con los oscarizados Reese Witherspoon y Christoph Waltz, bajo la dirección de Francis Lawrence.

La película, basada en la novela de Sara Gruen, cuenta la historia de un joven estudiante de veterinaria que, en la América profunda de la Gran Depresión, acaba en un circo nómada. La dura vida en el tren, la relación con la esposa del malvado propietario y la crisis económica enmarcan un melodrama con acción, pasión y algo de denuncia.

La presentación ayer de la película fue un circo. En todos los sentidos. El protagonista, Pattinson, principal causante de las extremas (y desmesuradas) medidas de seguridad, fue presentado como 'el joven actor que tiene a todas las jovencitas enamoradas' en la carpa del Circo Raluy, que se instalará en Madrid del 6 de mayo al 5 de junio y que ayer se alzó en su habitual emplazamiento de Barcelona sólo por unas horas.

Robert Pattinson se sintió liberado del personaje que lo ha encumbrado a la fama, el vampiro Edward Cullen, de las películas de la saga Crepúsculo. 'Es un alivio representar a un humano', admitió, entre risas. De ahí a echar de menos al pálido adolescente hay un trecho: 'Es cierto que ahora se me hace extraño dejarlo, pero todo se reduce a ser actor, y cuando se acaba una película lo que quieres es empezar otra. Además, no soy de los que se quedan con el personaje adherido por mucho tiempo', comentó.

El mundo del circo, personificado en la elefanta Rosie (Tai es el nombre de la actriz), impregna toda la película. Reese Witherspoon reveló su relación con los animales: 'Los números que tenía que hacer sobre caballos me aterrorizaban, pero con la elefanta me llevé muy bien'. En algunas escenas peligrosas, la actriz fue doblada por una especialista, pero no en todas.

Todos los actores se empaparon de la vida del circo. Reese dijo que incluso sería una buena payasa, pero Waltz admitió que nunca podrían aparecer en un espectáculo circense: 'Ellos podrían ser actores. Nosotros jamás podríamos hacer lo que hacen ellos en esta carpa', dijo.

La película tiene como trasfondo la crisis de 1929. Waltz le dio vigencia a este aspecto: 'Demuestra lo que puede llegar a hacer la gente en paro por conseguir un trabajo', explicó, informándose sobre los registros del paro en España.

Pattinson, aunque fascinado por el ambiente del circo, dijo que lo que más le llama la atención es el marketing: '¡En aquellos años, ya se competía con mentiras para vender cuantas más entradas mejor!'. Son resultados de la exhaustiva investigación llevada a cabo por el director, Francis Lawrence. Uno de los integrantes del Circo Raluy que ayer asistieron a la presentación, el humorista Sandro, corroboró que el reflejo del mundo del circo 'es fiel, histórico, original y real'.

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