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"Internet está minando los cimientos del periodismo tradicional"

Gay Talese. Periodista. Es uno de los fundadores del Nuevo Periodismo. Aparece ahora en España su reportaje sobre la mafia ‘Honrarás a tu padre’

PAULA CORROTO

En Gay Talese (EEUU, 1932) todo remite a otra época: su traje gris de franela, su sombrero, su corbata amarilla y el pañuelo rojo que sobresale del bolsillo de la chaqueta. Esta sensación también la provocan sus libros, grandes reportajes pertenecientes a lo que Tom Wolfe acuñó como Nuevo Periodismo en los sesenta. Alfaguara ha publicado ahora Honrarás a tu padre, un retrato sobre la familia Bonnano, que Talese escribió en 1971 y que se une a la reciente publicación de La mujer de tu prójimo (Debate).

Para escribir Honrarás tu padre' tardó siete años. Para, La mujer de tu prójimo', nueve. En tiempos de Twitter suena a extravagancia.

Cuando quieres conocer a una persona tienes que establecer un contacto poco a poco. En el periodismo lo más importante es mirar a los ojos. Es evidente que este tipo de reportajes no son fáciles, pero tampoco puedes pretender que cuando salgas de la facultad estés entre los número uno del periodismo. Hay que empezar desde abajo. De hecho, yo empecé como chico de los recados.

Lo efímero hace que el Nuevo Periodismo sea hoy casi utópico.

No son los tiempos los que conforman a las personas, sino las personas las que conforman a los tiempos. Es necesario que el periodismo tradicional sobreviva. Los periodistas que tienen valores a la antigua, es decir, la verdad, la responsabilidad y la justicia, deben continuar en la profesión. Los periodistas jóvenes deben marcarse su propio camino porque nada está dado de antemano. Tampoco aTom Wolfe o Norman Mailer se lo dieron todo, tuvieron que trabajarlo.

¿Y qué papel tiene hoy internet? ¿Complementa o erradica esta profesión?

Internet no va a erradicar el periodismo, pero está minando sus cimientos. Con internet es muy fácil quedarte en tu mesa y sacar la información tocando unas cuantas teclas sin salir de tu habitación. Pero lo que tienes que hacer es salir y buscar la información. Es muy importante escuchar y ver los gestos de las personas cuando hablan. No se trata de conseguir la información desde tu entorno, sino en el entorno en el que esas personas están. Tiene que haber un contacto físico con la persona a la que quieres describir.

Internet también sirve para intercambiar información y llegar a personas a las que sería imposible el acceso.

Hay periodistas que están en internet y se pueden comunicar con gente que está en Trípoli, les pueden informar de las protestas en El Cairo y puede que la información que consigan sea válida, pero son métodos que van a hacer que esa información no sea igual de duradera y no va a tener el mismo significado que la que haga una persona que ha estado ahí, viendo lo que sucede. De hecho, hay muchos periodistas a los que yo dudaría mucho en llamarles periodistas. La definición del periodista se ha convertido en algo muy laxo. Hay mucha gente que se llama periodista, pero no conoce los valores de la profesión.

Con las tecnologías, ¿el Nuevo Periodismo' es ya viejo'?

Probablemente. Lo que ocurre es que cuando se le llamaba Nuevo Periodismo tampoco era nuevo. Ni siquiera yo sabía a lo que se refería. Lo que yo quería era coger la tradición antigua de contar historias y que estas fueran ciertas. Era tomar la realidad y unirla con la literatura, sin exagerar y sin inventarme.

Y a usted le interesó indagar en la familia, como ocurre en Honrarás a tu padre'. ¿Por qué le parece atractivo este tema?

Los novelistas siempre hablan de la familia, de las relaciones personales, sean buenas o malas. Lo que ocurre es que el periodismo no hablaba de la familia, sino de personajes públicos. Yo quería que el periodismo entrara en la esfera privada, porque la familia es la esfera privada. Yo no digo que haya que hacerlo como un cotilleo, sino de una manera seria. Quería ampliar el campo de juego del periodismo, y eso se hace con precisión y con justicia.

¿Por eso hoy hemos leído con mayor avidez que nunca las páginas de economía tras conocer el escándalo sexual de Strauss-Kahn?

¡Es el tema de las grandes novelas! Tolstoi, Dostoievski Y por eso nos atraen. Pero, más allá del asunto francés, lo que habría que conseguir es que el periodismo no caducara en un día. Que no salieran sólo los personajes que son noticia. Los directores deberían conseguir que el periódico de hoy no se quedara fuera de contexto.

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