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El mundo se metió en Las Ventas

La banda británica Coldplay presenta en la plaza de toros madrileña su nuevo disco ‘Mylo Xyloto’

JESÚS MIGUEL MARCOS

'Queríamos presentar el disco en el sitio más bonito que pudiéramos encontrar y Las Ventas es espectacular'. Así justificó Chris Martin, líder de Coldplay, el motivo de haber elegido Madrid como escenario de la presentación mundial de Mylo Xyloto, retransmitida a todo el planeta a través de internet bajo la dirección de Anton Corbijn.

Los momentos previos al concierto anunciaban malos presagios: a los problemas con la ubicación en el tendido de algunos espectadores, se unió la emisión, previa al concierto, de una extraña minipelícula con los miembros del grupo charlando y haciendo una especie de torpe coreografía. Si a eso le unimos la lluvia y la inesperada aparición de Mario Vaquerizo citando a Lina Morgan para presentar el concierto, la cosa se ponía preocupante.

Por la tarde, en una multitudinaria rueda de prensa en la que por cada medio español había diez extranjeros, Chris Martin había anunciado un 'una acción interactiva especial' con el público. 'No nos critiquéis mucho si nos sale mal', suplicó. Con el inicio de Hurts Like Heaven, primer tema de la noche, miles de pulseras repartidas entre el público se iluminaron al unísono creando un colorido mosaico. Como si Las Ventas se convirtiera, con un chasquido de dedos, en el interior de una nave espacial de una película de ciencia ficción de serie B de los setenta.

La actuación fue retransmitida en directo por internet a todo el planeta 

El sonido flojeaba en los primeros temas, sobre todo la voz, pero el grupo venía preparado con un arsenal infalible: ráfagas de fuegos artificiales, pomposas lluvias de confeti y lanzamiento indiscriminado de globos. A la tercera canción, In my Place, aquello tenía tanto de concierto como de feria de ciudad de provincias. 'Estamos muy contentos de estar aquí con vosotros', gritó Martin antes de presentar un nuevo tema de Mylo Xyloto, novedades que intercaló con éxitos de antaño como The Scientist, coreada con emoción por la masa.

En su encuentro de la tarde con la prensa, los miembros del grupo hablaron de forma distendida sobre Mylo Xyloto, un título misterioso que, según Chris Martin, puede significar lo que quieras. Él mismo lo demuestra, ya que en los últimos meses ha dado hasta tres soluciones distintas al jeroglífico. Mylo Xyloto es un grafitero imaginario, quizás el que ha inspirado el diseño del álbum, dominado por las pintadas callejeras. 'Cuando llegamos a una ciudad, sólo vemos lo que hay entre el aeropuerto y la zona rica, zonas invadidas por los grafitis que nos interesan mucho', explicó Martin.

A la tercera canción, aquello tenía tanto de concierto como de feria de ciudad de provincias

Puede que Martin desconozca que en su origen el grafiti moderno pretendía conseguir exactamente eso: los grafiteros de barrios pobres como el Bronx pintaban los vagones del metro para que los ricos de Manhattan se enteraran de que también existían. Pero las referencias a las clases desfavorecidas se quedaron ahí. El líder de Coldplay solo mencionó en una ocasión la palabra recesión y la colocó en la misma frase que otros males de este mundo, como los terremotos o las inundaciones. El guitarrista John Buckland corroboró que lo de los grafitis no es sinónimo de ninguna rebelión: 'En este disco nos hemos permitido pasarlo bien y expresar nuestra sensación de gozo. Siempre hemos sido muy británicos, asustados de mostrarnos felices'.

El cantante de Coldplay, que inició la rueda de prensa con un 'Buenas tardes, somos U2', se tomó a cachondeo el premio a la mejor banda del mundo en la actualidad, que esta semana les concedió la revista británica Q. 'El lunes éramos la mejor banda del mundo, pero no sé si vamos a seguir siéndolo el resto de la semana', bromeó.

'En este disco nos hemos permitido pasarlo bien', dijo el guitarrista John Buckland

Al menos por repercusión (15.000 personas en Las Ventas y miles más frente a la pantalla del ordenador), lo seguían siendo. Su demostración de fuerza fue sólida: el público ya se sabía la letra de Paradise, segundo single de su nuevo disco publicado el martes.

En el álbum han vuelto a echar mano de Brian Eno, productor de lujo con el que, parece ser, han tenido algún rifirrafe. Según se ha publicado, el grupo rechazó una de sus ideas, sugiriéndole que se la quedara para su propio disco. Chris Martin negó el conflicto, aunque matizó que 'casi todas' las ideas de Eno 'son buenas'.

En Las Ventas, tras Paradise, el grupo se situó sobre un escenario improvisado en mitad del recinto para tocar Up in Flames, un tema menor de Mylo Xyloto, y la balada de aire country Till Kingdome Come, que terminó con Martin punteando el futbolero (y español) 'oe, oe, oe...'. Para todo el mundo.

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