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La revolución del tatuaje

Jóvenes de tribus urbanas, personajes conocidos, hombres y mujeres de todas las clases sociales se han apuntado a la cultura del 'tatu'. El 26% de los jóvenes españoles lleva un t

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El gusto por tatuarse viene de antiguo, de hecho el tatuaje es una técnica milenaria con orígenes religiosos que ha llegado hasta nuestros días tras haber sido la marca indeleble de esclavos, villanos, marinos o gente de dudosa reputación. Hoy el tatuaje es una expresión artística, un lenguaje creativo que reafirma la identidad de su portador y concibe el cuerpo como emisor de mensajes.

En los años ochenta, bajo el impulso de la cultura punk, heavy, rocker y de otras nuevas tendencias, los jóvenes empezaron a interesarse por el tatuaje. Veinte años el tatuaje ya no es una cuestión propia de tribus urbanas o de gente de mal vivir: el gusto por los dibujos en la piel se ha extendido a todo tipo de personas, edades, culturas, niveles sociales y profesiones, convirtiéndose en una forma más de expresarse o de comunicar pensamientos, actitudes, deseos.

Los tatuajes están tan de moda que uno de cada diez españoles lleva un tatuaje, y si limitamos la franja de edad a los jóvenes de entre 18 y 29 años la proporción se eleva hasta el 26%, según datos de un estudio realizado por Sigma Dos.

Ante la pregunta de ¿en qué lugar lleva o le gustaría llevar un tatuaje?, casi un 17% de las mujeres prefiere los tobillos; 16 de cada 100 hombres prefieren los brazos como lienzo para sus 'tatus', y la zona favorita común, sin distinción de sexos, es la espalda, para el 12%.

Hay varios lenguajes y tendencias en tatuajes, desde los motivos 'fifties', mascotas, personajes célebres, tipográficos, tribales,... La moda y la belleza y los tatuajes han entablado una estrecha relación en los últimos años.  Se han creado hasta fragancias inspiradas en los tatuajes (como Only the Brave Tattoo, ideadda por Renzo Rosso creador de DIESEL). El gusto por el tatuaje ha provocado la proliferación de estudios de tatuajes y de tatuadores.

Para evitar riesgos hay que buscar centros que tengan reputación y ofrezcan garantías sanitarias, además de artistas reconocidos. 'No hay escuelas donde aprender a tatuar, es un oficio basado en la calidad del dibujo; primero tienes que ser un buen dibujante profesional y después aprender la técnica del tatuaje', dice La Dolores, conocida tatuadora madrileña que añade 'el tatuaje es muy romántico, algo con lo que te comprometes para todo la vida'.

Pero la realidad no es así; junto a la abundancia de oferta de tatus para 'toda la vida', también se ha incrementado la demanda para eliminarlos con múltiples técnicas como el láser, la dermoabrasión, el peeling químico o la cirugía.

El tatuaje no es una moda, tiene una fuerza cultural que lo hace perdurar, y tal y como muchos tatuados confiesan con cada dibujo están contando su vida y ejerciendo la libertad de actuar sobre su cuerpo como manifiesto, la demostración de que su cuerpo les pertenece.

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