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'A Roma con amor', el punto y aparte de Woody Allen en Europa

Tras ocho años de periplo europeo, el director regresa a rodar a Nueva York

M. J. ARIAS

Woody Allen cumple este viernes con su cita anual con la cartelera. Estrena A Roma con amor, la última de su periplo europeo. Ese al que pone un punto y aparte para volver a su añorada Nueva York. Punto y aparte porque quizá decida volver pronto.

De momento, aquí está su declaración de amor a la Ciudad Eterna al mismo tiempo que ya está rodando su nueva película (que todavía no tiene título) por las calles de neoyorquinas y por San Francisco con Alec Baldwin, que repite, y Cate Blanchett entre los protagonistas.

A Roma con amor es una comedia coral en la que la capital italiana es la principal protagonista. El reparto, como suele ocurrir con las películas de Woody Allen, de relumbrón. Alec Baldwin, Penélope Cruz (que repite tras el Oscar ejerciendo de mujer de vida alegre), Ellen Page y Jesse Eisenberg encabezan un casting en el que la estrella local -un clásico en sus trabajos europeos- es Roberto Benigni.

El argumento, complicado de resumir. Cuatro historias que transcurren en Roma en un tiempo impreciso. La relación de una turista americana y un romano con los padres de por medio. La fama inesperada de un italiano común. La pareja de recién casados que deja el pueblo para buscar la fortuna en la capital. El estudiante americano que vive felizmente en el Trastevere con su novia hasta que una actriz de humor inestable hace que se cuestione su relación.

Roma es la última estación de un viaje europeo de ocho años que ha llevado a Woody Allen por Londres, París, Barcelona y hasta Oviedo, ciudad a la que se siente especialmente unido. Aunque Europa le ha tratado muy bien, abandonar su adorada Nueva York no fue una decisión fácil. Marcharse no respondió a un repentino abandono de las musas neoyorquinas. Ni a una ruptura abrupta de su idilio con la ciudad de los rascacielos. La razón fue mucho más prosaica que todo eso. La culpa la tuvo el dinero.

Rodar en Nueva York, según las propias palabras del director, se había convertido en un lujo. Era demasiado caro. Así que para poder mantener el ritmo de estrenar una película por año no le quedó otra que buscar financiación y localizaciones al otro lado del Atlántico. Y en este lado, en Europa, han recibido al excéntrico director con los brazos abiertos. Desde que hiciese su primera parada en Londres para rodar Match Point (2005) ha filmado ocho películas con capital mayoritariamente europeo.

Su debut europeo tuvo lugar en Inglaterra. Allí rodó Match Point, una historia en la que el tenis era el fondo para la historia entre Scarlett Johansson y Jonathan Rhys Meyers. El segundo capítulo londinense se tituló Scoop (2006), de nuevo con Johansson y con Hugh Jackman como protagonista masculino. Allen se incluyó en el reparto reservándose el papel que más le gusta hacer, el de histérico, maniático y tremendamente elocuente personaje al borde del colapso. De paso, aprovechó para retratar lo que muchos turistas ven como rarezas británicas. La productora de la BBC aportó parte del capital necesario para ambas. No así para la tercera con escenarios londinenses, Cassandra's Dream (2007), una historia extraña protagonizada por Colin Farrell y Ewan McGregor.

Cerrado el capítulo británico de su gira, Woody Allen dio el salto a España. Enamorado de la Ciudad Condal y con un acuerdo de producción con Mediapro para varias películas, el director neoyorquino se sacó de su chistera Vicky Cristina Barcelona (2008). Volvió a contar con Scarlett Johansson y fichó a dos de los actores locales de más peso para el trío protagonista, Javier Bardem y Penélope Cruz. A la segunda le regaló un papel descontrolado que le valió el Oscar como secundaria. Fue una película muy española. Además de Mediapro, en la producción también participaron Antena 3 Films y TV3.

Tras el paseo barcelonés, Woody Allen decidió hacer una breve incursión en Nueva York con capital europeo. Se trasladó allí para rodar Si la cosa funciona (2009). Fue una especie de alto en el camino. Como si necesitase volver a casa por Navidad para ver de nuevo a la familia y regresar a Europa con energías renovadas. A su vuelta, el director de Misterioso asesinato en Manhattan se dejó caer de nuevo por Londres para rodar Conocerás al hombre de tus sueños (2010), con la colaboración económica de Mediapro y Antena 3, que repitieron. La película estaba protagonizada por Anthony Hopkins y Naomi Watts, entre otros, y la presentación tuvo lugar en Oviedo.

El aterrizaje de Woody Allen a París levantó más expectación de lo habitual porque para Midnight in Paris (2011) dio un pequeño papel a la primera dama del país, Carla Bruni. Se presentó en Cannes y gustó. Era una historia diferente. El director neoyorquino imaginó un viaje en el tiempo del protagonista que le permitió recordar cómo era el París de Buñuel y Dalí rescatando a personajes de la cultura ilustres en aquella época. Verla era un juego de adivinanzas. ¿Qué artista sería el siguiente en aparecer en plano? El protagonista era un escritor estadounidense, Owen Wilson, que parecía un retrato de Woody Allen rejuvenecido.

La de París fue su penúltima escala europea. La última antes de regresar de nuevo a Nueva York ha sido la de Roma. Curiosamente, antes de saber de qué trataría la película o quienes serían sus protagonistas, el director y guionista ya tenía claro que rodaría en la Ciudad Eterna. El título inicial fue The Wrong Picture, que ha acabado mutando en A Roma con amor. En su día Allen explicó que el mayor problema de rodar en Europa es que, al contrario de lo que le sucede en la ciudad que tantas veces ha retratado en el cine, debe adaptar el guión a los escenarios disponibles. Quizá por eso en parte de sus películas europeas siempre encuentre la forma, justificada o no, de darse un paseo con la cámara para convertir a la ciudad en cuestión en una protagonista más. 

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