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El cine español busca su salida

Mientras una parte de la industria apuesta por el mercado exterior, otros luchan por recuperar el espacio en el nacional

DAVID BOLLERO

El cine español atraviesa uno de sus momentos más complicados de los últimos años. Esta máxima, repetida hasta la saciedad si uno revisa la hemeroteca, cobra aún más fuerza con la reciente subida del IVA, la paralización de la Ley de Mecenazgo o los recortes en el ministerio que lidera José Ignacio Wert -al 15% de este año se suma el 20% previsto para 2013-, que han empinando aún más la cuesta de la crisis económica. Sólo en los once primeros días de septiembre y tras la entrada en vigor del 21% de IVA, FAPAE (Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles) indica que el número de espectadores descendió un 7,7% con respecto al mismo periodo de 2011, lo que supuso una caída de la recaudación bruta del 3,5% y de la neta (recaudación sin IVA) del 16,95%. Ya antes, Rentrak, la empresa de referencia para la medición de audiencias en salas, cifraba la caída de espectadores en los cinco primeros meses del año en un 14% respecto a 2011.

Mientras, en el exterior, el cine español se mueve en países como Reino Unido. Estos días y hasta el próximo día 10 de octubre se celebra la octava edición del Festival de Cine Español de Londres, organizado por la productora Tristana Media. Para su directora, Joana Granero, 'el balance de las siete ediciones anteriores ha sido muy positivo, con unos niveles de asistencia muy buenos', no sólo de españoles y latinoamericanos, que rondan el 33% de los espectadores, sino del resto de público que acude y 'que se distribuye a partes iguales entre británicos y extranjeros residentes en Londres'.

Visto así, uno podría pensar que el cine español tiene su hueco en el mercado británico, pero la realidad es que el año pasado, según datos de FAPAE, entre Reino Unido e Irlanda únicamente proyectaron 12 películas españolas. Desde el punto de vista de Joana, 'lo que hace falta es trabajar y potenciar la distribución; es una mera cuestión de números'.

Ana Rodríguez Rosell, que inauguró el Festival estrenando su ópera prima Buscando a Eimish en Londres antes que en España -estreno el 9 de noviembre, aunque ya se proyectó en el Festival de Málaga-, es de esa misma opinión. 'Este festival es una plataforma para mostrar nuestro cine. En momentos difíciles, hay que buscar apoyos fuera; hay que seguir haciendo cine'. En su caso concreto, recuerda, 'tuvimos muchos problemas con la financiación para la película, pero encontramos una ayuda increíble por parte de las productoras italiana y alemana donde rodamos'.

El productor de Morena Films (También la lluvia, Che Guerrilla, Celda 211, etc.), Álvaro Longoria, también es partidario de mirar al mercado exterior y asegura que 'en España sabemos hacer películas buenas, bonitas y baratas, lo que no tenemos es mercado dónde venderlas o financiación local, que es lo mismo' y apunta que 'el cliente de nuestro producto está fuera de España'. Hace unos meses, el propio presidente de FAPAE, Pedro Pérez, también apostaba por vender el cine español fuera o, de lo contrario, terminaría haciéndose un cine mucho más marginal.

Luis Tosar es otro de los actores, junto a Paco León, Manuela Vellés, Marisa Paredes o Antonia Sanjuan, que se ha dejado caer por la capital británica. Su visión respecto al mercado anglosajón no es tan optimista: 'siempre ha sido muy difícil para nosotros y lo seguirá siendo. Sinceramente, no pondría mis esperanzas de salvar el cine español en lo que cuaje en ese mercado exterior, si acaso debiéramos ir hacia uno más natural, como el latinoamericano'.

El actor gallego está convencido de que 'nos lo hemos montado mal [en referencia a Latinoamérica] y ahora empezamos a espabilar, porque nos damos cuenta de que el mercado natural está ahí, de que juntos sí que podemos generar un cierto volumen para competir con cinematografías muchísimo más poderosas'. El presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Enrique González Macho, señala al respecto que 'deberíamos hacer un mayor esfuerzo en ese mercado, donde tuvimos una época dorada, pero que ha de reforzarse por la vía de la colaboración'. González Macho sostiene que 'ya se están haciendo muchas coproducciones pero hay que seguir por ese camino, que es muy beneficioso para las dos partes; nosotros somos su puerta de Europa y ellos la nuestra al continente americano'.

A pesar de este espíritu internacional con los ojos puestos al otro lado del Atlántico -acaba de terminar en Colombia Operación E-, Tosar hace un llamamiento hacia las producciones nacionales, insistiendo en que 'no podemos tirar la toalla. Vale que mucha gente esté intentando coproducir en Argentina o en Colombia, pero también alguien tiene que quedarse aquí a hacer el trabajo, porque si no, al final, la cosa quedará destruida. Va a ser una lucha muy difícil, un camino muy largo, pero tenemos que intentarlo, de una manera u otra'.

La realidad es que el cine español funciona mejor fuera que dentro de España. Según los últimos datos publicados por FAPAE, el año pasado, las 110 películas españolas que se proyectaron en el extranjero recaudaron 185 millones de euros, con más de 30 millones de espectadores; justo el doble que el año anterior. En nuestro país, en cambio, la taquilla de cine nacional se quedó anclada en los 93 millones de euros en 2011. González Macho considera que la 'salida del cine español es correcta, aunque no la que merece, como le sucede a la mayor parte de las cinematografías europeas de habla no inglesa, incluso a una tan potente como la francesa'.

Ante este panorama, Tosar asegura que 'fuera tenemos muchísimo más prestigio que en España, pero creo que eso no sólo sucede con el cine, es algo cultural'. En este sentido, Longoria coincide con el gallego y afirma que 'el cine español viaja cada vez mejor fuera de España y eso es un arma de doble filo, ya que corremos el riesgo de que al tener una industria raquítica, el talento español acabe trabajando fuera de España dónde tiene muy buena reputación'. El productor lamenta que 'la industria española está enferma, y su enfermedad es que no vamos a poder proveer al talento local con los recursos para hacer el cine que podría. Hablo de productores, actores, técnicos, guionistas y directores'.

Para evitar ese futuro negro, Tosar considera que la Administración tiene la clave para imprimir un giro de 180 grados a la situación. 'No tenemos ninguna protección y necesitamos una Administración responsable que proteja mínimamente su industria cultural', asegura. En su opinión, 'no se trata de un gran esfuerzo, simplemente de poner una serie de barreras para poder jugar, ya no digo en igualdad de condiciones porque eso es imposible, pero sí al menos equilibrar un poco la balanza. Es decir, que tengas una cuota de pantalla mínimamente decente para nosotros en contra posición con la monopolización de las distribuidoras y exhibidoras norteamericanas'. Y es que, en estos momentos, el cine español cuenta con un 11,20% de cuota de mercado, lo que supone 2,8 puntos por debajo de la de 2011.   

La solución pasaría, desde la óptica del gallego, por mirar a modelos como el colombiano o el mexicano, donde 'hay una desgravación fiscal real, una política de la Administración para apoyar a la industria cultural en la que puedes convencer a un inversor de meter dinero donde realmente le interesa. Es lo que debería pasar en España, más allá de la Ley de Mecenazgo, que no creo que sea exactamente una buena idea'. González Macho corrobora esta realidad, afirmando que 'países tan dispares como Brasil o Colombia están muy agresivos a nivel de producción para atraer a la gente y que trabaje allí'.

Tosar apuesta por la convivencia de 'una política básicamente de excepción cultural, con películas muy autorales, con cosas que sabes que va para un público muy minoritario, pero que son cultura', con lo que se considera pura industria 'y ahí jugar en términos de industria, no estrictamente de subvenciones, sino dando entrada a gente que fortunas o empresas que facturen los suficiente y estén interesados en invertir'. Eso contribuirá, además, 'a discriminar mejor ambos tipos de producto', concluye.

- España se sitúa en el noveno lugar entre los países con mayor número de películas producidas (baja tres puestos). Es el cuarto en Europa, aunque en 2010 fue el segundo.

- Ocupa el puesto 14 de los mercados mundiales con mayor número de espectadores, con 95,6 millones.

- Por facturación, Estados Unidos es el primer mercado extranjero para el cine español, con 50 millones de euros. Le siguen Francia con 22 o Italia y Alemania rondando los 15 millones de euros.

- El país latinoamericano donde más factura el cine español es México, que el año pasado generó 8 millones de euros, con 36 películas exhibidas.

Fuente: FAPAE

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