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La Universidad como rearme cívico para la acción política

HÉCTOR JUANATEY

Cuando nacía el Teatro del Barrio, impulsado por el actor Alberto San Juan, el profesor y politólogo Juan Carlos Monedero aseguraba que la Universidad, aquella que todos conocemos, se había convertido en un lugar donde ya sólo se gastaba dinero para después vender la mano de obra un poco mejor. Lo decía para explicar la necesidad de alentar una Universidad del Barrio dentro del escenario del Teatro. Una Universidad que, sin la burocracia de la convencional, comienza sus clases este lunes.

Durante poco más de cuatro meses, hasta mediados de junio, quien quiera puede asistir a las clases del primer curso: 'Historia (provisional) de ¿España?' 'Ahora mismo sólo tenemos un curso programado, es una especie de curso piloto que nos permitirá comprobar qué tal salen las cosas', cuenta el historiador Pablo Sánchez León, otro de los coordinadores de la experiencia. La idea, continúa, es que con el tiempo haya nuevos cursos sobre economía, política, quizás antropología, etc.

¿Por qué 'Historia (provisional) de ¿España?'? El provisional tiene que ver con el carácter 'provisional' del curso, aunque confían en eliminar, pronto, dicha etiqueta. Y el España entre interrogantes es porque, cuenta Sánchez, son 'suficientemente sensibles a que cuando se dice historia de España siempre se suele referir a una historia castellana, poco sensible a otras historias'. 'Cuando decimos España, solo nos podemos referir a la España que arranca tras la constitución de 1978, la de antes es otra. Es importante entender que España es un estado con muchas naciones dentro', defiende.

'La idea de que el primer curso sea de historia y no de, por ejemplo, economía, o de la crisis, es que pensamos que todos estos problemas actuales son históricos', relata Sánchez León. Uno de sus lemas podría ser, de hecho: 'Quien piensa históricamente, se posiciona en su presente'. 'Hay un pasado que tiene ser recontado, pero no de buenas a primeras, de atapuerca al euro, haremos un análisis con distancia de parte de relatos de la historia española, los deconstruiremos y después trataremos de establecer nuevas narrativas, pequeñas y secuenciales, en las que hubo participación ciudadana', explica. Es ese, también, uno de los principales objetivos del curso: que las personas que han participado en movimientos de empoderamiento, como el 15M, sepan que en la historia hay una memoria de este tipo de acciones, hay 'fenónemos muy cercanos de acción popular cívica que no han tenido espacio en la narrativa'.

No obstante, la clave de esta Universidad de barrio es que busca convertirse en un arma que sirva para el rearme cívico, que transforme el pensamiento en acción política. Se trata, según Sánchez, de no solo bajar, en cierto modo, las aulas universitarias a la calle, a los barrios, sino también de fomentar una 'transmisión del conocimiento diferente, útil para la acción política, que no sea muy académico y que quien venga no solo lo haga por aprendizaje'. De ahí que quieran contar con la participación de las personas que acudan a las diferentes clases, que no solo harán la función de alumnado: 'No nos interesa dar un producto cerrado, sino que el barrio debe incorporarse a la construccion colectiva del conocimiento del pasado, hacer uso de esa libertad que forma parte de los derechos civiles y políticos: la de opinar. Es una libertad usurpada cuando hablamos del pasado', denuncia el historiador.

El argumento de este primer curso será, por tanto, el de tratar de recuperar la memoria, y se organizará en torno a tres vórtices: la transición española, los años 30 y la guerra, y el final del siglo XVIII y el comiento de la modernidad. Si bien a estas aulas puede acercarse quien quiera, con el único afán de recuperar un pasado que no ocurrió como siempre se lo habían contado, el profesorado de la Universidad ha decidido además implementar un sistema de tutoría a distancia para aquellas personas que 'quieran convertir esto en algún tipo de reconocimiento, que en este caso serán créditos de libre configuración de la Universidad Complutense de Madrid'. 'La idea es que escriban cosas y nosotros podamos evaluarlas, y aunque no puedas venir a todas las sesiones, todas estarán subidas al día siguiente a la página web, por lo que será fácil que cada cual trabaje por su cuenta', afirma el profesor Pablo Sánchez.

Habrá, en total, dieciséis sesiones que comenzarán a las 19.00 horas y terminarán a las 21.30 horas (algunas se iniciarán a las 17.00 horas con la proyección de un documental sobre el tema que se tratará). Las clases serán todos los lunes, excepto en semana santa, y se organizarán de distintas formas: habrá sesiones que girarán en torno a una serie de invitados, mesas redondas; en otras habrá una persona que, por su conocimiento del asunto, 'se llevará la sesión de calle' casi como en una conferencia, pero sin llegar a que sea simplemente una clase magistral; y otras serían 'como un documental'.

En todas ellas participarán, no obstante, los profesores fijos de la Universidad del Barrio: los ya mencionados Juan Carlos Monedero y Pablo Sánchez León, la politóloga e historiadora del conocimiento Noelia Adánez, el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Emilio Silva, y el politólogo y dinamizador de encuentros entre cultura y política Ariel Jerez Novara.

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