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"En Europa hay mucho miedo y el miedo paraliza y anestesia"

BEGOÑA PIÑA

'Limpiar, dormir, no pensar más. Mataría por algo así'. En la Europa de la crisis, donde el paro, los desahucios, la miseria... se han convertido en moneda corriente, millones de ciudadanos que se sienten amenazados matarían por lo mismo que Antoine. Él es uno de los dos personajes principales de En un patio de París, una comedia de Pierre Salvadori, que desde el humor negro aboga por la reacción contra el miedo con el que vive esta sociedad, por poner remedio a la paralización y la anestesia a los que éste nos empuja. Gustave Kervern es Antoine, un hombre atormentado que necesita una relación más fácil con el mundo. A su lado, Catherine Deneuve interpreta a Mathilde, una mujer enloquecida de preocupación. El primero es un músico que, desesperado y exhausto por esa sensación general de temor, lo deja todo. Encuentra trabajo como portero en un edificio de París. Allí vive Mathilde, una jubilada que se dedica a atender las tareas de la comunidad de propietarios y a ayudar a los demás. Todos los días lee el periódico a un hombre ciego. Y el director Pierre Salvadori se pregunta a través de ella cómo se puede vivir con esa dosis monumental de malas noticias y seguir adelante sin caer en un ataque de pánico. Lo cierto es que Mathilde no puede. Intenta esquivar su desasosiego, pero solo consigue desviarlo hacia una grieta que ha aparecido en la pared. Una grieta que amenaza con derribar todo su mundo. Pierre Salvadori ha pillado con esta película, como él mismo dice, 'a esta sociedad con las manos en la masa'. Dos buenas personas le sirven para retratar la realidad de la Europa de hoy, una realidad dominada por el miedo, que conduce en unos casos a la locura y en otros a la maldad y contra la que él se defiende con su propio antídoto, la comedia.

Usted ha creado un microcosmos (ese edificio de París) donde todo el mundo vive con mucha ansiedad y muchas preocupaciones, ¿así es la Europa de la crisis?

No estoy seguro. La película habla específicamente acerca de los franceses, yo quería hablar de lo que nos pasa a los franceses. Quería contar esa sensación, esa especie de ansiedad que vivimos, eso que le ocurre a la mayoría de la gente en Francia, que vive atemorizada... No nos gusta el país que ahora tenemos, pero, al mismo tiempo, nos da miedo perder el país que hemos sido hasta ahora. Por otro lado, sí creo que esto es algo común a los países ricos. Lo veo en muchas películas, son historias que hablan del desempleo, de la crisis, hablan de lo que está pasando con la gente que vive en estos lugares. La gente se da cuenta de que las cosas están cambiando y tiene miedo. En Francia, y supongo que en Europa entera, hay mucho miedo y el miedo paraliza y anestesia. El miedo nos ciega y nos paraliza, nos insensibiliza. Eso es lo que le pasa al personaje de Catherine Deneuve, que se ciega y se paraliza.

¿Ese miedo es lo que caracteriza a la civilización del siglo XXI?

Sí, absolutamente, sí. Por eso era muy importante para mí mostrar ese miedo y, sobre todo, mostrar las consecuencias de ese miedo. Todos los personajes reaccionan al miedo, desde el más místico, pasando por el vagabundo, incluso el que mira siempre desde el otro lado de la ventana... Todos tienen miedo a los demás, a las cosas, a los cambios... al fin y al cabo viven en una sociedad muy antigua, en un mundo que es ya muy viejo... Pero no solo quería hablar de eso, también quería hablar de esa mujer y de esa historia de amistad.

 

La grieta en la pared es una metáfora de la grieta del sistema...

Claro, es una metáfora. Ellos sienten que esa grieta es una especie de señal, temen el colapso, el derrumbe. Es lo que tememos todos, el derrumbe de esta sociedad. En Francia, en realidad, somos muy protectores y, claro, buscamos estar protegidos también, eso es lo que nos da tranquilidad. Para mí era importante mostrar a toda esa gente que se siente ahora desprotegida, mostrar la historia de hacia dónde vamos, hacia dónde va la sociedad. No sé si es así en toda Europa, no lo conozco tan bien como para asegurarlo, aunque creo que sí. En Francia sí es así. La gente tiene miedo. Y ese miedo es una bola que rueda y crece y crece. Y todos queremos reaccionar, debemos reaccionar, pero todo el mundo sabe que el miedo paraliza muchas veces, ¿no?


Mathilde no es capaz de vivir con las malas noticias que genera el mundo, al parecer usted se preguntó cómo se puede vivir sabiendo todo lo que sabemos y no caer en una crisis. ¿Cómo se puede?

Bueno, esa es la pregunta que me hice y por la que nació esta película. Vivimos en una sociedad que está cada vez más y más conectada. Cuando pasa algo en una parte del mundo, casi al instante lo sabemos todos en el planeta. Así que sí, esa es la pregunta, cómo somos capaces de digerir toda esa información, esos horrores que suceden, y seguir viviendo, seguir adelante sin aterrorizarnos, si hundirnos. No lo sé, no tengo la respuesta. No sé cómo podemos seguir viviendo con todo eso, tal vez no deberíamos seguir... Desde luego, deberíamos reaccionar. Y eso es lo que Antoine hace. La verdad es que no hay muchas soluciones y la única que se propone desde la película tiene que ver con lo que ella dice al final, que es un pensamiento que dicen también al final de la serie The Wire. En realidad es una frase de Kafka: 'Puedes sustraerte a los sufrimientos del mundo, eres libre de hacerlo. Pero esa huida quizá sea el único dolor que puedas evitar'. Y ahí es donde todo el proyecto tuvo sentido para mí. Para mí lo más importante es que todo vuelve a estar bien, ella vuelve a ayudar a la gente, riega las flores y crecen en ese patio, en ese edificio. Vuelve la belleza.

Antoine quiere una relación en paz con el mundo, ¿usted se identifica más con él o con Mathilde?

Con los dos. Este es el proyecto más autobiográfico que he hecho en mi vida. Yo, como Catherine, también me rompí hace un par de años y la lucha para regresar a mi vida fue dura. Vivir con miedo es... Conozco muy bien, por otro lado, al personaje de Antoine. Tengo muchos puntos en común con ambos. Tengo cosas en común con todos en general. Aunque soy más, de una forma directa, Antoine, porque es un hombre, de 50... Entiendo perfectamente el personaje de Catherine Deneuve, una mujer que teme perder su vida normal y que tiene que luchar para conservarla. Conozco a todos los personajes, son yo mismo, pero también son mi familia... están en todas mis películas.

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