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Albert Camus se quita la censura en un artículo sobre el periodismo libre

'Le Monde' publica un artículo de 1939 que no vio la luz en 'Le Soir Républicain', cuando el escritor era redactor jefe del diario

PÚBLICO.ES/EFE

'Un periodista libre, en 1939, no desespera y lucha por lo que considera verdadero como si su acción pudiera influir en los eventos'. Es la esperanza de Albert Camus hecha palabra, en un artículo censurado y publicado por primera vez por el diario Le Monde.

Las autoridades francesas de Argelia decidieron que el texto no viera la luz en Le Soir Républicain el 25 de noviembre de 1939, como estaba previsto. Habían pasado tres meses desde el inicio de la II Guerra Mundial y Camus, entonces redactor jefe de aquel rotativo editado en su ciudad natal (Argelia), no tenía más que 26 años. El diario, como hacía siempre que cortaban alguno de sus textos, publicó un hueco en blanco en su lugar.

El artículo es un manifiesto de Camus a favor del periodismo libre en tiempos de guerra, una reacción contra la censura decretada en Francia por ley el 27 de agosto. Fue encontrado en los Archivos de Ultramar de Aix-en-Provence, donde se recogen las actividades de los censores.

En él, el autor de El extranjero reivindica 'la lucidez, el rechazo, la ironía y la obstinación', frente a 'la guerra y sus servidumbres'. 'La lucidez supone la resistencia a las consecuencias del odio y el culto a la fatalidad', apunta para llamar a conocer 'las causas' de la guerra. 'Un diario independiente da el origen de sus informaciones, ayuda al público a evaluarlas, repudia el relleno de cráneos, suprime las invenciones, palía con comentarios la uniformidad de las informaciones y sirve a la verdad en la medida humana de sus fuerzas', agrega justificando el rechazo a la mentira.

En su lugar, Camus propone la ironía: 'un arma sin precedentes contra los todopoderosos'. 'Una verdad expresada en tono dogmático es censurada nueve de cada diez veces', mientras que 'la misma verdad dicha humorísticamente, sólo lo es cinco de cada diez', añade sin esconder que la verdad y la libertad son amantes exigentes que tienen muy pocos novios.

El escritor destaca también la importancia de la obstinación frente a todos los obstáculos que encuentra el periodista. 'Las amenazas, las supresiones, las persecuciones', asegura, encontraban en Francia el efecto contrario al que se proponían al toparse con esa virtud puesta al servicio de la objetividad y la tolerancia. No en vano, fueron muchos los artículos de Camus que no superaron la censura del país durante la guerra, tanto en Le Soir Républicain, prohibido en enero de 1940, como en otros diarios.

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