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Antonio Rojano: “Rato es una versión cañí y descafeinada de nuestro 'Dios K”

La obra, inspirada en la novela 'Karnaval', de Juan Francisco Ferré, trata sobre el caso de agresión sexual del exdirector del FMI, Dominique Strauss-Kahn, a una limpiadora

Imagen de la obra 'Dios K', con sus protagonistas Alberto Jiménez y Mona Martínez.

ALFONSO ÁLVAREZ-DARDET

MADRID.- La figura de Dominique Strauss-Kahn, pese haber sido director del FMI y un destacado miembro del Partido Socialista francés que estuvo a punto de plantarle cara a Nicolas Sarkozy en las elecciones de 2012, quedará siempre en la memoria colectiva por el escándalo de ataque sexual a una limpiadora inmigrante de origen guineano en la suite 2806 del Hotel Sofitel, en Nueva York, el 14 de mayo de 2011.

En relación al caso, y acerca de la figura de Strauss-Kahn se han escrito muchas líneas, entre ellas Karnaval, de Juan Francisco Ferré. Sobre este libro, de ficción aunque inspirado en aquellos hechos, se centra la obra Dios K, del dramaturgo Antonio Rojano y que puede verse en Matadero de Madrid hasta el 20 de marzo. Público ha hablado con el autor del texto sobre Strauss-Kahn y lo que representa el caso de agresión.

¿Qué vamos a ver en Dios K?

Es una función que habla del famoso escándalo y del arresto de Dominique Strauss-Kahn, exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), y del abuso que realizó sobre una camarera de hotel en Nueva York. Pero, al ser deudora de una novela como Karnaval, no es ni mucho menos una pieza de teatro documental. Es una obra de ficción, los acontecimientos que suceden durante la función no son reales y tratan de establecer hipótesis alternativas de la verdad que van más allá de lo que todos conocemos sobre el caso. Como para Juan Francisco Ferré [autor de la novela], DSK es una coartada para construir este “Dios K” y hablar del hombre poderoso e intocable, que vive por encima de los mortales. Nosotros definimos este viaje como una tragedia contemporánea, que ya contiene los mimbres de las tragedias clásicas.


¿Cómo te metiste en este proyecto?

Fue gracias al festival Frinje y al azar. Hace dos años, participé en un taller que ofreció Ferré en el festival. En él proyectábamos en pocas páginas una dramaturgia de un fragmento de su novela, que tuvimos previamente tiempo de debatir. Ferré y la dirección del festival, seleccionaron mi propuesta entre todas y el pasado verano ya mostramos un work-in-progress de lo que sería el esqueleto de este Dios K. El libro, de algún modo, vino a mí y terminé tan dentro de él que fui capaz de encontrar ahí muchas de mis obsesiones como autor. El trabajo que realiza el autor sobre el tema de la verdad, por ejemplo, usando las armas de la ficción es apasionante.

¿Cómo ha sido trabajar con Juan Francisco Ferré? ¿Qué opina de tu texto?

Ha sido una sombra alargada, ya que sus palabras estaban ahí, en ese libro. Pero su respeto ha sido máximo. Él se ha mantenido a un lado y ha confiado en todo el equipo. Nos dio mucha seguridad. Cuando el pasado verano vino a vernos dijo que se mostraba satisfecho y emocionado con el resultado. Tuve ocasión de hablar con él este miércoles, tras el estreno, y volvió a disfrutar de la obra como la primera vez. Es consciente de que como dramaturgo he tenido que dejar a un lado grandes pasajes y personajes que contiene la novela (son más de 500 páginas y nosotros sólo tenemos dos actores), pero está muy satisfecho con que el tono y la irreverencia de su DSK.

¿Cómo es Strauss-Kahn en la obra?

DSK es el icono del hombre de una época esperemos que pasada. Un triunfador, un gurú económico, un tipo carismático y poderoso. Un animal político, símbolo del éxito. Además, lascivo y capaz de satisfacer cualquiera de sus placeres mundanos en un instante. De algún modo, la sociedad durante los años de vacas gordas pedía que todos fuéramos así. El ideal de hombre exitoso ha hecho mucho daño a la sociedad ya que no todo debería enmarcarse en esta dualidad de éxito-fracaso. DSK representa a este poder que está sobre nosotros y que juega con nuestros destinos. Los tiempos de la prima de riesgo, del nuevo lenguaje de la economía, algo que parecía tan lejano y que de repente ha entrado en nuestras conversaciones y hasta ha afectado a nuestra lista de la compra, a nuestra vida… en muchos casos muy dolorosamente. Pienso que el abuso en pequeña escala, en una habitación de hotel, aquello de lo que hablamos en esta obra, es un abuso mayor, a escala global, el abuso que los poderes económicos han cometido sobre muchos de nosotros.

Strauss-Kahn representa ese poder prepotente que se cree intocable, ¿qué tipo de personas responden en España a ese perfil?

Pensando en España, el primer paralelismo con una figura similar sería con Rodrigo Rato, una versión cañí y descafeinada de nuestro Dios K, que también fue director del FMI y también ha pasado por el arresto y el escarnio, aunque de una manera light. Blesa y gran parte de la élite política de este país, banqueros y comisionistas, todos comparten este sentido de la injusticia y de la corrupción. Quizás sus historias sean más de andar por casa, pero se han sentido impunes gracias al poder. Debe haber algo en la naturaleza humana que está más allá de las ideologías y que ha perpetuado la dialéctica del amo y del esclavo.

¿La justicia es igual para todos en España?

La justicia no es igual para todos ni en España ni en ningún sitio. Lo que es abrumador es lo politizada que está, su falta de independencia. La Constitución Española está repleta de derechos que no se cumplen y la propia administración de la justicia, en tantas ocasiones, es inconstitucional. No puedo opinar sobre otros países, pero es terrible cómo los organismos judiciales son usados como arma electoral en España.

¿Qué opinas del caso de los titiriteros?

El caso de los titiriteros es un grano más, un paso adelante en el espanto y la deriva intelectual que nos aguarda. Mi opinión poco interesa, ya que se ha hablado mucho del tema y se han generado muchos discursos, poco nuevo tendría que aportar. Además de los propios errores del Ayuntamiento en este tema, que tuvo muchos, lo que más me preocupa es que un fiscal, un juez y gran parte de la población no tengan comprensión lectora, que no sean capaces de entender que estábamos hablando de una ficción y no de una arenga política. Que alguien vaya a la cárcel es una barrera insuperable que ya hemos superado. Hay días que pienso que alguien, a la salida del teatro, irá a pedirle explicaciones o a reprocharle a Alberto Jiménez, el protagonista de “Dios K, algunas de las osadas, perturbadoras e incorrectas ideas del personaje, imaginando que son las suyas propias. Uno lo piensa en frío y es ridículo, pero en esta España ya puede pasar cualquier cosa.

¿Qué tiene el dinero que hace a muchos creer que están por encima de los demás?

Supongo que nos hace perder la perspectiva, nos aleja de la realidad. Cuando todo lo que deseas puede ser comprado es probable que todo, contrariamente, pierda su valor. Has terminado cosificando lo que te rodea, ya sean personas o sentimientos, y quizás te sientas el último ser humano sobre la tierra.

Strauss-Kahn fue aspirante a la presidencia por el partido socialista francés, como si fuese Pedro Sánchez. Muchos políticos de izquierda han presumido siempre de superioridad moral en cuanto a igualdad y derechos, ¿es todo una pantomima?

Ferré definió el otro día la socialdemocracia de una manera magistral. Los socialistas han usado el discurso de los oprimidos para seguir oprimiéndoles. Al principio, deslumbraron, pero hoy en día están en una posición difícil. Para obtener una respuesta, sólo hay que leer el acuerdo al que Pedro Sánchez ha llegado con Rivera: abaratar el despido o no derogar de inmediato la Ley Mordaza, no supone avanzar, como dice, en los derechos de los ciudadanos.


¿Cómo llega una persona a creerse intocable?

Uno llega a creerse intocable porque le han demostrado que es intocable. Eso ha ocurrido durante años, la justicia no se ocupaba de estos asuntos. Y aún desconfío del todo cuando estos escándalos saltan a la luz pública. Siempre veo intenciones ocultas. No creo que las élites de poder tengan un comportamiento muy alejado al de DSK y seguro que muchos siguen siendo intocables. La pregunta entonces es, cuando estallan estos escándalos, esta carnaza para los medios de comunicación, ¿qué intenciones ocultas hay detrás? ¿A quién le benefició la caída de DSK? Ahí tenemos otra obra.

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