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'Arma letal' da en el clavo con
los nuevos Riggs y Murtaugh

La serie se basa en los personajes y en la historia presentados por Richard Donner en 1987 y construye un piloto solvente que se estrena esta noche en VOS en Movistar Series Xtra.

Los actores Clayne Crawford y Damon Wayans dan vida a Martin Riggs y Roger Murtaugh.

MADRID.- En medio de este boom seriéfilo de reciente cuño al que le ha dado por convertir películas de los ochenta y noventa en series, esta semana desembarca en la pequeña pantalla (anoche en Estados Unidos y hoy en España de la mano de Movistar Series Xtra a partir de las 23:45 horas) Arma letal. Llega después de la sorprendente 12 monos, la aplaudida Fargo, la alocada Scream y se adelanta, por ejemplo, a la a priori poco esperanzadora MacGyver. Y con esta enumeración de series basadas en películas y su correspondiente adjetivo que las define, el que podría colocársele a Arma Letal es el de acertada.

Porque Matthew Miller –quien no tuvo tanto tino con Forever y 666 Park Avenue- ha dado en el clavo con su adaptación a formato seriado de la saga inaugurada en 1987 por Richard Donner. Y no era fácil. Porque Arma letal, las películas, cuentan con dos ingredientes complicados de aunar de nuevo en un remake, sea este en formato serie o película. Por un lado, esa nostalgia con la que se miran las cintas de Donner. Por otro, la apabullante química surgida entre Mel Gibson y Danny Glover. Miller no contaba con esto, pero ha logrado captar la esencia de aquella historia y reproducir hasta cierto punto la compenetración de sus protagonistas.

Una serie policíaca como esta cuya base se sustenta sobre los hombros de sus dos personajes principales, requiere de química entre los dos actores que les dan vida. Sin ella no hay serie. Sin ella no se puede enganchar al espectador. Sin ella, el delicado castillo de naipes que ya es de por sí adaptar una película mítica a serie se desmorona en el piloto. Algo que no sucede con Arma letal. Entre Clayne Crawford y Damon Wayans hay entendimiento y ambos parecen haber comprendido a la perfección a sus personajes y el espíritu algo gamberro y con mucha testosterona de la historia que tienen entre manos.

El primero, Crawford, es Martin Riggs, un policía que enmascara con locura y un comportamiento suicida el dolor que arrastra desde hace meses tras la pérdida de su mujer y su hijo nonato. El personaje, al que en el cine dio vida Mel Gibson, es de sobra conocido y querido. Porque la locura de Riggs era divertida, desproporcionada a veces y desesperada siempre. Se le llegaba a entender, comprender y hasta coger cariño. Al Riggs de Crawford te lo crees logrando olvidar al de Gibson. Como contrapunto a su ímpetu, la cabeza bien amueblada y la sensatez de un Roger Murtaugh interpretado por un al límite Damon Wayans que camina sobre la línea entre lo creíble y lo histriónico. Está en el punto justo. Un poco más hacia un lado y no habría funcionado.

Eso en cuanto a los personajes. En cuanto al desarrollo y el envoltorio, los más escépticos pueden quedarse tranquilos porque Arma letal tiene todo lo que se puede y debe esperar de Arma letal. Es decir, la mencionada química entre los personajes, el humor gamberro cargado de chascarrillos y mucha testosterona y sobre todo acción, explosiones, persecuciones y tiroteos.

El piloto es todo eso, con un ritmo acelerado como si de una carrera de Fórmula 1 se tratase y con un caso que se plantea y resuelve de principio a fin, porque no deja de ser una serie de policías. Unos agentes un tanto peculiares, sobre todo Riggs, y viejos conocidos de los aficionados al género, pero policías al fin y al cabo. Están aquí para plantar cara al crimen en plan Quijote y Sancho y eso es lo que se espera que hagan. Cuanto mayor se el despliegue pirotécnico, mejor le irá a la serie.

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