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‘Big Little Lies’ escarba en las miserias de vivir aparentando

Nicole Kidman, Reese Witherspoon, Shailene Woodley y Laura Dern protagonizan este drama de HBO sobre la falsedad de una comunidad y su obsesión por aparentar. Dirigida por Jean-Marc Vallée (‘Dallas Buyers Club’), la serie ‘Big Little Lies’ puede verse desde este lunes en HBO España.

‘Big Little Lies’ se estrena este lunes en HBO España.

María José Arias

Todo es pura fachada. Eso es lo que vende Big Little Lies, una serie con un reparto deslumbrante que, en teoría, va de familias ricas y felices con vidas perfectas pero que en realidad esconde un drama tan intenso y oscuro como los secretos de sus protagonistas femeninas. Porque en Big Little Lies, ellas, las madres, llevan la voz cantante del guión y mienten, disimulan, maquillan la verdad...

Con un reparto deslumbrarte que incluye nombres como Nicole Kidman, Reese Witherspoon, Shailene Woodley y Laura Dern y con el nominado al Oscar Jean-Marc Vallée (Dallas Buyers Club) como director, Big Little Lies estrena este lunes el primero de sus siete episodios en HBO.

Así, para empezar fuerte, la serie arranca con un asesinato del que no se desvela quién es el protagonista –supuestamente lo hará al final– y que rompe con la monotonía de una comunidad bien californiana donde hay mujeres insatisfechas en casi cada mansión.

De esas que dejaron su carrera, si es que la tuvieron, para dedicarse a sus hijos, a su marido y a la vida social en casas de ventanales inmensos con vistas al mar. Al menos así son dos de las cuatro madres protagonistas que lo único que parecen tener en común es que sus hijos comparten aula. Cada una representa a un cliché de madre, esposa, amiga, vecina, millonaria o varias de esas posibilidades combinadas.

Reese Witherspoon es la popular y simpática Madeline Mackenzie, quien lleva la voz cantante en el grupo. Tiene dos hijas, una adolescente de un matrimonio anterior y otra más pequeña adicta al móvil que desconoce la existencia de los cascos para escuchar música en él. Vive por y para su familia. Habla por los codos, es la más abierta y no termina una sola comida en familia sin levantarse molesta por algún comentario de su hija mayor.

Su mejor amiga es Celeste Wright (Nicole Kidman), una mujer madura y reservada casada con Perry (Alexander Skarsgård), con dos gemelos rubios de revista y con una vida de pareja más que complicada y retorcida. Antes era abogada.

Laura Dern interpreta a Renata, la única madre que parece ser independiente económicamente y que ha logrado mantener su vida profesional activa. Eso sí, su carácter no es fácil de llevar. Pasa de la calma al grito más exasperado en cuestión de segundos.

‘Big Little Lies’ se estrena este lunes en HBO España.

Escena de unos de los capítulos de ‘Big Little Lies’ 

La cuarta en discordia y la desencadenante de todo es Jane Chapman (Shailene Woodley), una madre soltera y joven, con muchas menos posibilidades económicas, que acaba de mudarse. Su hijo Ziggy es algo así como el botón de encendido de una tragedia que venía cocinándose desde hace años y que estalla con su llegada.

Un supuesto enfrentamiento entre el hijo de Jane y la niña de Renata el primer día de clase enciende la mecha en una comunidad que se dibuja como una olla a presión a punto de explotar en la que cualquier detalle se magnifica.

Madeline, que no soporta a Renata, se pone rápido del lado de los nuevos vecinos haciendo estallar una guerra cruzada de poderes y popularidad. Y en medio de este cruce de ataques y juego sucio entre madres, los padres permanecen casi ajenos a lo que está pasando. Porque, en realidad, esas mujeres que dejan a sus hijos en el colegio y se van a tomar un café disimulando sus matrimonios conflictivos o anodinos son las protagonista de la historia.

Aparentar lo es todo

Todas viven por y para aparentar. Compiten por ser la madre, la esposa, la mujer del año. Todas siempre ideales, perfectamente peinadas y con una sonrisa (falsa la mayor parte del tiempo) en los labios. Da igual que de puertas para adentro su marido las maltrate, o que les echen en cara que no tienen relaciones tan frecuentemente como debería, o que ridiculicen sus preocupaciones.

Lo importante es vivir hacia fuera y que los demás piensen que su vida es perfecta. La única que desentona, que no encaja y tampoco disimula en exceso, aunque guarda uno de los secretos más terribles, es Jane (Woodley). No disimula mostrándose feliz, pero tampoco deja ver esas oscuridad que lleva dentro.

Big Little Lies está basada en la novela homónima de Liane Moriarty y ha sido adaptada por David E. Kelly. El director Jean-Marc Vallée orquesta los siete capítulos de esta miniserie alternando los interrogatorios de la policía con el día a día de la comunidad. Los primeros son como pequeñas píldoras que salpican, junto con algunos flashback, el desarrollo de la trama que sigue el día a día de estas mujeres privilegiadas en lo económico.

Todo envuelto en un ambiente artificial y tenso de principio a fin, de lujo y falsedad en el que la cámara las sigue de su casa al colegio de los niños, de ahí al bar de playa donde desayunan, a la clase de yoga, al club social… Se ve una cosa –lujo y sonrisas–, pero lo que se transmite es otra cosa: una sociedad falsa y asfixiante. La tragedia se va cocinando a fuego lento hasta que en el capítulo cinco salta por los aires y se precipitan los acontecimientos.

El gran reclamo de Big Little Lies no es tanto resolver el caso de asesinato con el que arranca y que pronto queda relegado casi a un segundo plano, sino todo ese mundo de miserias, envidias y rivalidades que retrata.

La serie de HBO parece gritar a voces que la felicidad no es sencilla de alcanzar ni teniendo una vida ‘supuestamente’ perfecta. Lo parecen, de puertas para fuera, pero en cada casa se enquista un drama. El peso de la historia recae sobre los hombros de una Witherspoon con incontinencia verbal y una Nicole Kidman encerrada en sí misma que no deja entrever el calvario que esconde en su interior.

Suyos son los personajes más interesantes y con recorrido. Las otras madres se quedan en la cáscara. Quizá solo Jane y su trastorno tengan algo más de enjundia. Sin embargo, los personajes masculinos a veces se limitan a un mero attrezzo.Al final, Big Little Lies trata sobre los distintos tipos de maternidad, sobre la amistad, el matrimonio y las relaciones sociales en un ambiente privilegiado. Y lo hace a través de conversaciones entre los personajes.

El peso de este nuevo drama de HBO recae sobre el reparto femenino y los diálogos que mantienen entre ellas. En cada capítulo Vallée va colocando a posibles víctimas y verdugos en un tablero que puede invertirse en cualquier momento. Los protagonistas de Big Little Lies lo tienen todo para ser felices y no lo son. Desde luego, a estos ricos no se les puede envidiar.

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