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La búsqueda del clásico universal

El grupo La Habitación Roja rastrea a sus maestros en su séptimo álbum

JESÚS ROCAMORA

'Cuando eres joven no sabes lo que significa clásico', dice Jorge Martí, voz y guitarra de La Habitación Roja, para referirse a una palabra que necesita tiempo para consolidar su valor. Tiempo para poder exprimir la naranja y quedarse con la esencia. Y lo dice para resumir el último disco del grupo valenciano, Universal (Mushroom Pillow), que acaba de ser editado.

Es el séptimo en una carrera de 15 años, un buen momento para mirar atrás y compendiar las razones y excusas del grupo, sus logros y aciertos, 'y quedarnos con lo que creemos que hacemos mejor: componer canciones bonitas y arreglarlas bien', completa Pau Roca, guitarra. 'Hacer un disco de canciones mayúsculas', finiquita Martí. Eso, un clásico que lleva dos semanas como lo más oído en MySpace.

Nacidos y crecidos en el circuito indie a mediados de los noventa, La Habitación Roja ha ido ampliando su 'vocación popular' y creciendo. Así que cuando se refieren a los clásicos, lo hacen a 'aquellos grupos que escuchábamos cuando éramos pequeños gracias a nuestros padres y hermanos', gente como los Smiths, Echo & The Bunnymen, The Cure, los primeros REM. 'Son atemporales', opina Martí.

Como muchos de aquellos discos, este quiere ofrecer lecturas diferentes según quien lo escuche. 'Que llegue a tu hija, a tu madre y a ti mismo', según Martí. 'Los fetichistas y gente con background pillarán los homenajes'.

Pero hacer un disco de canciones bien arregladas, con 'mensaje y calidad', puede no ser lo que parece. Universal es un álbum de reacción contra el material anterior del grupo, los discos Nuevos tiempos (2005) y, sobre todo, Cuando ya no quede nada (2007), 'grabados en directo en estudios y que bien podrían haber pertenecido a los sesenta', cuenta Roca. 'Este lo hemos pensado mucho, grabando y regrabando. No podríamos haberlo hecho sin Internet, intercambiando archivos por e-mail, y sin tecnología digital. Sin embargo, es el más clásico'.

Universal les hace ir hacia adelante sin tener que moverse: parece más importante saber estar. Es un disco que les ilumina: desde su portada quiere parecer y sonar brillante. No hay un concepto, pero se le ve totalitario. 'Hay una curva. Empieza exuberante, con La noche se vuelve a encender y Hacia la luz; luego pasa por una meseta, una etapa de decepción; y después vuelve a pegar un subidón en plan redención, con esas canciones que tienen un planteamiento a priori triste, pero que terminan dando un mensaje positivo, de volver a empezar', resume Martí.

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