'Paso rápido, no cortar las esquinas, no seriedad, no posar, no manos en las caderas, no paradas. ¡Feliz día de San Valentín!'. Esas son las normas que debían seguir los modelos del pase de Custo Barcelona en la Semana de la Moda de Nueva York el pasado domingo. El diseñador español más reconocido presentó su colección primavera verano 2010 Ficción y Realidad.

El título hace referencia a un experimento de fusión. Custo ha cogido la probeta que contenía lo chic de la Ficción y la Realidad del Festival Coachella. ¿El resultado? Una nueva fórmula, el arreglado pero informal, que, según Custo, 'es el lenguaje de la moda actual, lo que está pasando en la calle, y es lo que queremos reflejar'.

A base de puzles de microtejidos plisados, color, encaje y una mezcla de tejidos entre los que se encuentran las imitaciones de plumas y ante, papel reciclado, piel ecológica, algodón, seda, lino, etc. 'La industria textil contamina, por eso intentamos combatirlo trabajando con empresas con calificación 9001 que reciclan residuos industriales', explica Custo horas antes del desfile.

Juegos de luces de colores y house. Al ritmo de la música, los latidos del corazón y los pasos de los modelos parecían acompasarse en uno de los mejores desfiles que se recuerdan de Custo Barcelona. A través de piezas geométricas de tejidos diferentes cosidas a mano, consigue el movimiento en las prendas, inspirado en la arquitectura y los móviles de Alexander Calder y César Manrique.

Custo no ha dejado espacio para la improvisaciónEsa técnica ha sido utilizada en mangas de abrigos, en vestidos y hasta en faldas. En algunos se reunían todas las técnicas estrella de la colección formando auténticas joyas, guiños hippies como la vuelta de la campana y el degradé, bodies románticos, divertidas rebecas con perros y pájaros y mucho fleco.

La imagen que mejor define la mezcla de las ideas que ha supuesto la colección Ficción y Realidad es una camiseta básica con una minifalda de plumas de muchos colores. Custo no ha dejado espacio para la improvisación incluyendo también los accesorios. En cuanto a gafas de sol la apuesta es de los años cincuenta, los bolsos tienen los mismos patchworks que las prendas, y los zapatos eran sandalias de piel y tacón de madera.

Para el hombre, Custo propone trajes en pastel, hechos con tiras, combinados con camisas flúor, y americanas de un tejido como 'de papel de fumar que permite doblarla tanto que puede guardarse en el bolsillo', explicó sobre una de sus prendas favoritas.

'Mi prioridad es que cada colección sea identificable sin ver el nombre'El próximo reto es desfilar por primera vez en Milán el 24 de septiembre: 'Tenemos muchas ganas de presentar la colección allí, es un mercado que hace tiempo que funciona y, si llamas a la puerta, no es tan complicado', indica el diseñador. Aún no ha pasado por la Cibeles Madrid Fashion Week: 'Es una cita pendiente, quise hacerlo este año y no fue posible, pero espero ir pronto'.

Cuesto es fiel al estilo que le ha hecho llegar a cumplir 14 años en la Semana de la Moda neoyorquina: 'Mi prioridad es que cada colección sea identificable sin ver el nombre, cambiarlo todo pero seguir siendo el mismo'.