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David Lowery: "América siempre ha idealizado a los forajidos"

BEGOÑA PIÑA

La National Board Review (asociación de críticos norteamericanos) colocó En un lugar sin ley (Ain't them Bodies Saints) entre las diez mejores películas independientes del año. Segundo largometraje de su creador, David Lowery, está protagonizado por Casey Affleck, Rooney Mara y Ben Foster, y es una historia de amor entre forajidos. Un amor sublime, cargado de desesperación, para un western contemporáneo, con empeño poético y pequeñas dosis de thriller. Es una hermosa película, muy emocionante, que comenzó a reunir adeptos ya en su presentación en Cannes y Sundance (Premio a la Mejor Fotografía).

Amor en tiempos de crisis, dos elementos que, en palabras del propio director, son lo suficientemente grandes para que importen en cualquier momento y lugar, aunque su interés aquí es comprobar 'cómo han arraigado en la cultura americana las figuras de los forajidos y cómo afectan a los tiempos modernos'. Tiempos en los que cada vez es 'más fácil hacer una película y más difícil encontrar distribución y público que la vea'.

'Me considero afortunado de haber sido capaz de estrenar esta película en cines y de que se vea'Una de las diez películas independientes del año, según la National Board of Review, ¿qué significa eso para usted? ¿Está en buena forma el cine independiente de EE.UU.?

Es un honor recibir cualquier tipo de reconocimiento. Desde luego, no hago películas por ello ni para ello, pero ciertamente ayuda cuando el proceso es difícil o doloroso. En general, creo que el cine independiente tiene muy buena salud, porque cada vez se hace más y más fácil hacer una película. La distribución es otro asunto completamente distinto. Me considero afortunado de haber sido capaz de estrenar esta película en cines y de que se vea. ¡Cada vez es más difícil encontrar al público!

Por lo visto la primera idea que tenía era hacer una película de acción, luego pensó en una fuga y ha terminado haciendo una historia de amor.

La verdad es que nunca pensé en hacer una historia de amor y no fue hasta que estuvimos rodando cuando empezaron a aparecer realmente las posibilidades románticas de la película. También es cierto que lo que originalmente quería era hacer una película de acción, pero a medida que trabajaba en el guion, algunos elementos se iban cayendo y me encontré a mí mismo escribiendo algo que era más como un estudio de arquetipos y ciertas formas narrativas. Pero enterrado en todo aquello estaba la historia de amor -algo fuerte y clásico con raíces en La Odisea- y mientras rodábamos, esos elementos salieron a la superficie.

'Lo que más me interesa es ver la profundidad con la que han arraigado las figuras de los forajidos en nuestra cultura'Es una historia de amor entre forajidos, amor y tiempos de crisis. ¿Podría ser esta una forma de hacer pensar en los tiempos que vivimos hoy?

Sí. Creo que esos temas son suficientemente grandes como para poder aplicarse a cualquier momento y cualquier lugar. Pero aquí, de hecho, lo que más me interesa es ver la profundidad con la que han arraigado las figuras de los forajidos en nuestra cultura -específicamente en América, pero también en el resto del mundo- para ver después cómo afectan a los tiempos de hoy. América siempre ha idealizado a los forajidos y eso ha calado a un nivel cultural, sobre todo después de los tiempos de Jesse James y Billy el Niño, a los que se idolatra a pesar de sus actos horribles.

Ha querido hacer una película de otra época, pero en ella aparecen objetos (coches, ropa...) de muy diferentes años, ¿por qué?

El periodo de tiempo debe ser impreciso; es en líneas generales en el pasado. Quería que la película pareciera como un recuerdo, y en el recuerdo, en la memoria, los detalles específicos a menudo se mezclan y se olvidan. La idea era que la película debía sentirse antigua -pero escena a escena y personaje a personaje-. Es la forma en la que trabaja mi propia memoria, es la manera en la que yo recuerdo las cosas.

¿Buscaba despertar la memoria de otras películas? Si es así ¿de cuáles?

Absolutamente. Esta película depende de las memorias de otras películas como Bonnie & Clyde, Ladrones como nosotros, Loca evasión y Malas tierras.

'El arte siempre evoluciona, pero nosotros tendemos a idealizar el pasado'Es como si quisiera rendir homenaje al cine clásico. ¿Echa en falta algo en el cine hoy que tuviera el pasado?

Realmente no. Creo que las películas de hoy son igual de buenas que las de antes. El arte siempre evoluciona, pero nosotros tendemos a idealizar el pasado, y esta película es justamente mi versión de eso, de la idealización del pasado. Lo que sí echo de menos es la forma clásica de ver películas. Me encanta ver películas en pantalla grande, en el cine; me encantan incluso las imperfecciones de las proyecciones de 35mm. Por eso yo hago películas para ser vistas en pantallas grandes, y es bastante agridulce pensar que la mayoría de la gente las verá en iPads o en televisión. Pero ¡mejor eso que nada!

Aunque hay quien habla de Terrence Malick, el ambiente de su película recuerda a trabajos de Robert Altman, a alguno de Paul Thomas Anderson... ¿Han sido referencias para usted?

Sí. Diría que Altman y Anderson han sido la mayor influencia que he tenido al hacer esta película. También James Gray y John Ford. ¡Menudo surtido de leyendas!

Es la primera de sus películas que usted no monta, ¿ha sido un proceso enriquecedor o...?

Fue doloroso, un proceso doloroso. ¡Y no digo nada más!

¿Qué tipo de actores necesita para sus películas?

Eso cambia de proyecto a proyecto, pero algo que busco siempre es la honestidad. Eso es algo que de verdad necesito. No me interesa forzar a alguien para que haga algo que no tiene verdad. Prefiero reescribir para adaptar un personaje al actor que lo interpreta que forzar al actor a que haga algo que no está dentro de él. Cuando encuentro un actor que me gusta, intento construir el personaje alrededor suyo.

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