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"Cuando defiendes tu libertad, lo pagas caro"

Folco Quilici apela al espíritu aventurero en 'Viento rebelde'

LÍDIA PENELO

A los 15 años un soldado americano le prestó unas gafas de bucear. Lo que descubrió bajo el mar le sedujo. Hacía dos meses que había terminado la Segunda Guerra Mundial. A su alrededor todo estaba destruido pero, nadando por las playas de la riviera de Liguria, Folco Quilici (Ferrara, 1930) descubrió una de sus pasiones: la arqueología submarina. Viajero incansable, escritor y cineasta, en 1948 rodó la primera película submarina en Italia. 'Los peces me interesan para comer. Lo que me atrae del mar es toda la historia que esconde', cuenta risueño este eterno adolescente que, con 80 años cumplidos, conserva intactas las ganas de vivir aventuras marineras.

Plaza Janés acaba de publicar Viento rebelde, la segunda novela de Quilici traducida al español. Un libro basado en un hecho real que revisa la vida de Gaddo Frediano, un hombre que se marchó a América a buscar oro y terminó regresando a su Italia natal cargado de secretos y escondiendo un misterioso arcón de madera. 'Llevo este libro en el corazón desde los 8 años', admite el autor, que se ha inspirado en las peripecias de su bisabuelo para crear el personaje principal de Viento rebelde.

Escritor y cineasta, en 1948 rodó la primera película submarina en Italia

Dice que si ha esperado tanto para escribir esta historia es porque hasta ahora no conocía todos los detalles de su antepasado. 'La única parte inventada es la de la relación amorosa. Ahí me ayudó mi mujer, mi primera y más severa lectora', detalla este apasionado seguidor de Jack London, Melville y Stevenson.

Quilici disfruta escribiendo novelas, pero nada puede igualar el placer que le produce elaborar sus populares ensayos de divulgación medioambiental ilustrados con fotografías. La Grande Enciclopedia del Mare es una de sus obras más destacadas. ¿El mar favorito de esta enciclopedia humana de los fondos marinos? El Mediterráneo.

Realizador independiente

Se define como un documentalista de un mundo desaparecido

Combina el lenguaje audiovisual con la escritura, se define como un documentalista de un mundo desaparecido y utiliza la Historia para armar sus documentales televisivos. Precoz y prolífico, a los 20 años rodó Sesto Continente, que obtuvo el Premio Especial en la Mostra veneciana en 1954. Desde entonces se ha embarcado en proyectos titánicos como la serie de 14 documentales Italia vista dal cielo, que le permitió filmar de arriba a abajo su país entre 1966 y 1978. En cada capítulo incluía los comentarios de los escritores más importantes de cada zona, como Italo Calvino o Cesare Brandi.

De ideas claras y principios firmes, cuenta que a pesar de llevar décadas trabajando para la televisión nunca ha cerrado contratos definitivos con nadie: 'Cuando defiendes tu libertad, lo pagas caro, pero yo llevo trabajando 40 años con el mismo equipo y eso da mucha fuerza'. Afirma que nunca se ha atado a ningún partido político, aunque evita hablar de Berlusconi y despacha que 'el eterno problema de la izquierda es su división'.

Para celebrar el 150 aniversario de la unidad italiana está rodando una película para desmontar tópicos y demostrar que 'la unidad no fue una calamidad, fue una suerte: Nápoles tuvo el primer ferrocarril de Italia y Toscana fue la primera región en abolir la pena de muerte... esas son el tipo de cosas que quiero contar', afirma tajante el artista italiano.

Lleva dos años luchando para sacar adelante esta complicada producción. Por si fuera poco, todavía tiene tiempo para escribir una novela histórica sobre los cosacos. Quilici no da tregua. Por tierra, mar y aire.

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