'Voy a acabar este festival. Es mi obligación. Luego veremos. En estas condiciones no sigo'. Así se expresó ayer, en declaraciones a Público, Javier Martín-Domínguez, director del Festival de Cine de Sevilla, que responsabiliza de la 'falta de estructura organizativa y de equipo permanente', principales lastres para su labor, a la Andalucía Film Commission, encargada de la dirección técnica y financiera.

'El único que trabaja todo el año soy yo. Los 150 títulos los gestiono en solitario, con mi ordenador. El festival ha salido este año gracias a la voluntad de los trabajadores, que están contratados sólo desde el 1 de septiembre', añade.

Con 70.000 espectadores en su anterior edición, el certamen de Sevilla sólo es superado en público por San Sebastián y Sitges, según Martín-Domínguez, que tiene en su haber como director la consolidación de un festival duramente castigado por los recortes. En 2011, ha perdido el 35% de su presupuesto, pasando de 1,7 a 1,1 millones. La posición de Martín-Domínguez, nombrado durante el Gobierno local del PSOE, se ha debilitado con la llegada al poder del PP, que aún no ha dejado claro hasta dónde llega su apuesta por el festival.

El ambiente se ha enrarecido definitivamente por un fallo técnico ocurrido en la gala inaugural que retrasó la proyección de Los muertos no se tocan, nene, la cinta que abría el festival. Esa misma noche, un portavoz que se decía autorizado por Cultura anunció a medios locales que Martín-Domínguez sería destituido, si bien al día siguiente la concejal del ramo, Mar Sánchez, lo desmintió. 'No vamos a despedir a nadie por un error', señalan a este diario desde la Concejalía, donde sí dejan en el aire la renovación aunque él mismo quisiera seguir, cosa nada clara del director, cuyocontrato acaba en diciembre.