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El encaje mola

El diseño contemporáneo evoca esta antiquísima tradición textil para crear objetos cotidianos con un toque retro

ISABEL REPISO

El encaje de las abuelas vuelve con fuerza al ámbito doméstico y no para decorar mesas camilla. El diseño contemporáneo ha logrado integrar la tradición textil hasta crear piezas cotidianas con un toque retro. El siglo XXI reincorpora así un elemento que en la Antigüedad Clásica sirvió para explicar mitos y, en el Renacimiento, para retratar batallas o coronaciones decisivas en las cortes europeas mediante los tapices.

Durante décadas uno de los centros continentales del encaje fue la ciudad flamenca de Brujas. Algo que sus habitantes han recuperado con la muestra cuatrimestral de arte contemporáneo The Face of Lace. Hasta marzo de 2009 el Museo de Brujas (Bélgica) acoge una exposición comisariada por los diseñadores holandeses Hanneke Kamphuis y Hedwig van Onna. Mobiliario funcional lámparas, wallpapers, sillones y objetos decorativos más extravagantes instalaciones, estatuas conviven con prendas de moda caladas.

Por la variedad que aglutina The Face of Lace es un interesante escaparate del diseño más puntero. De hecho, una característica común al grueso de estas creaciones es que nacen de trabajosas investigaciones. Es el caso de Loop.pH, un laboratorio a medio camino entre la recopilación de información tecnológica y un estudio de diseño industrial. Su pieza Sonumbra (2006) fue presentada en el MoMA. Con forma de árbol, funciona como una sombrilla durante el día y como una farola por la noche, gracias a la energía almacenada durante su exposición al sol.

Un guiño más explícito a la manufactura textil exhibe el canadiense Cal Lane (Halifax, 1968), cuyos trabajos se caracterizan por la unión de contrarios. Así, utiliza objetos asociados a la era industrial chapas de coches, carretillas y palas y los imprime una sensación de ligereza mediante la perforación, recreando motivos vegetales. En una línea más conciliadora con el contexto en que se ubica, el Outdoor wallpaper de la británica Susan Bradley ha triunfado en la decoración de exteriores, como terrazas, parques y jardines.

Pero quizá la pieza más asombrosa sea la Crochet chair del holandés Marcel Wanders (1963), que fue presentada en el Art Basel Miami en 2006 y de la que sólo existen veinte unidades en todo el mundo. En la misma clave Wanders ha diseñado Lace table, un cubo perforado con motivos bucólicos; Fishnet chair, que rinde tributo a las redes de pesca; y Knotted chair, fruto de adaptar el macramé a la tecnología industrial.

 

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