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ENRIC MONTEFUSCO "Nos han enseñado a no cuestionar, a dar las cosas por hechas"

Canción popular y peleona. Para Enric Montefusco "todos [también los artistas] somos reflejo del momento que vive el país", y así lo muestra en su nuevo trabajo en solitario titulado Meridiana, como el barrio barcelonés en el que se crió. 

Enric Montefusco publicó el pasado mes de octubre su primer disco en solitario, después de militar dos décadas en Standstill / FOTOGRAFÍAS: JAIRO VARGAS

Violín, tambor y palmas bajo una voz ronca, grave, que cuenta historias de lo cotidiano y convierte los problemas individuales en sucesos colectivos, en radiografías multipistas de una crisis política que hace ya mucho que trascendió lo personal. La inusitada conjunción en la que el indie abraza lo popular recibe el nombre de Meridiana (Sony, 2017), igual que uno de los barrios con menor nivel de renta de Barcelona. Allí se crió Enric Montefusco. El que fuera la voz de la mítica banda Standstill saca disco en solitario y elige, para la portada, una imagen que perfectamente podría ser una fotografía quemada por el sol de los años de un labrador castellano echado al monte en el 39. "Cuando me encontré con esta foto fue un... No sé quién eres pero me transmites lo que me gustaría contar en el disco con una mirada". Y con una palabra: "La inmigración de los años sesenta creó barrios en Madrid o Barcelona completamente idénticos". Podría haberlo llamado en vez de Meridiana, Vallecas, Basurto o El Cabanyal. 

Veinte años, siete discos y más de 500 conciertos de Standstill después, ¿cómo se afronta esta nueva etapa en soledad?

En realidad es un paso muy natural. Cuando armaba los proyectos de Standstill también era yo, así que es bastante parecido. No es una cosa nueva, he llegado de forma espontánea. 

O sea que Meridiana sería la evolución natural del alma de Standstill...

Literalmente. Las canciones de Meridiana las empecé a componer sin saber que serían para mi disco en solitario. Se nota que forman parte del mismo camino. Podrían haber sido canciones del hipotético siguiente trabajo de Standstill. Simplemente, como compositor, he tomado otros compañeros de viaje.

"La función del artista es sacar a la luz el reverso de las cosas"

¿Nunca va a haber otro disco de Standstill?

Uno no puede decir nunca a nada... Pero por las razones que se dejó el grupo, me parece difícil, sí.

Y esta es ya la última sobre Standstill… La canción que más me recuerda a esa etapa es Obra maestra.

(risas) Es que las veo todas como mis hijas, no las hago con una intención o con otra, ni siquiera para desmarcarme de lo que hacía antes.

El disco empieza con la canción que le da título. Meridiana te da la bienvenida muy arriba, tiene mucho de himno...

Me interesaba empezar el disco con un tono parecido a como empieza uno la vida, con inocencia y con eso de vivir las cosas sin juzgarlas y sin tener demasiada perspectiva ni conciencia de lo que está pasando en realidad. Eso es un poco la infancia, ¿no? Me interesaba tratar esos temas sociales, de contexto cultural y político, con la inocencia con la que lo haría un niño, que es la de aceptarlo porque todo le parece bien. Esa canción transmite esa energía.

...Y luego el tema que cierra el disco, Yo delego en ti, te deja un poco en la miseria. Suena a despedida pero de las tristes, de las que duelen y cabrean. Supongo que esto es premeditado.

"Si no haces un trabajo fuerte acaban decidiendo otros por ti. Es como un funeral de aquello que tú realmente necesitas y deseas"

El final no tiene nada que ver. Me interesaba transmitir cómo sin ser conscientes la gente acaba delegando las cosas más importantes en en otras instituciones, en otros entes. Si no lo tienes muy claro, acaban decidiendo por ti qué es lo que te entra por los ojos, qué aprendes, qué lees, qué te metes por la boca, a qué dedicas tus horas del día, cómo te ilusionas… Si no haces un trabajo fuerte y duro acaban decidiendo otros por ti. Es como un funeral de aquello que tú realmente necesitas y deseas, y Yo delego en ti tiene ese tono de despedida de ti mismo. El disco acaba con esta idea: “Qué vais a hacer con nuestra vida si yo no hago algo”, precisamente para apelar a la gente y que tome responsabilidad sobre su vida.

Sobre la vida personal y también sobre la política, supongo.

Están íntimamente ligadas. Una de los puntos nucleares del disco es la relación entre lo íntimo con lo social y político. Creo que he encontrado ese lugar donde expresar lo que me duele y me afecta y que eso, además, tiene un motivo, una razón, un contexto.

/ JAIRO VARGAS

/ JAIRO VARGAS

Una de las causas de la crisis, extrapolándola a todos los niveles (personal, política, económica), ¿podría ser esa? Que los ciudadanos hemos delegado demasiado.

Sin duda.

¿Eso de 'delegado' es una forma fina de decir “hemos pasado de todo”?

Nos hemos dejado hacer porque es lo que nos han enseñado. No es nuestra culpa. A ti desde pequeño solo te enseñan a acatar y a obedecer en clase, a olvidarte de lo que tú eres; desde la tele te enseñan a comprar y a querer y desear sin escucharte; en casa, desgraciadamente, no se intenta darle la vuelta o enseñar una perspectiva diferente. Al final no sabemos quiénes somos, no tenemos responsabilidad sobre nuestra propia vida y acabamos a merced de cualquier loco que esté por ahí arriba con unos intereses completamente diferentes a los tuyos.

Nos falta espíritu crítico.

Sí. Nos han enseñado a no cuestionar, a dar las cosas por hechas. En la política es muy evidente. Parece que es el único sistema posible, que si tocas eso que está por allá arriba haciendo que todo funcione, viene el apocalipsis. A lo mejor es lo que interesa que creamos. Es muy evidente en la esfera política y en la educación. Hay un pavor a cambiar un sistema educativo que está obsoleto y que se hizo hace 300 años y que no tiene nada que ver ni con la sociedad actual y mucho menos con el desarrollo del individuo. Hay que escuchar más al niño y desarrollar más el alma que hay en cada uno de nosotros.

El disco entero tiene mucho de retrato costumbrista de recuerdos de una infancia, la tuya o una inventada, situados en la avenida Meridiana, un barrio popular de Barcelona donde los alquileres son seis veces más bajos que los del exclusivo barrio de Pedralbes. Lo personal se vuelve muy político.

"Parece que este es el único sistema posible, que si lo tocas viene el apocalipsis. A lo mejor es lo que interesa que creamos"

Sin duda. Cuanto más fiel eres a lo que sientes y a tus propias problemáticas individuales, mejor reflejas los problemas sociales de todo el mundo. Ese es el valor del artista: intentar compartir lo que te afecta a ti, que al final es lo que le afecta a los demás, y eso tiene una lectura política. En un disco así es muy evidente. Los barrios más populares son los más afectados por los valores que rigen esta sociedad.

Hay muchos artistas que les incomoda hablar de temas políticos porque creen que no son su negociado.

Es peligroso asociarse con el poder pero también con algún aspirante a poder, a alguien que pretende dar soluciones. La función del artista es sacar a la luz el reverso de las cosas. Tiene que ser independiente y honesto, tiene que hablar de todo lo que le afecte sinceramente y eso ya tiene un valor político. Es peligroso asociarse a quien tiene las respuestas. En el punto intermedio es donde yo me siento cómodo.

Decía Diego Manrique en una entrevista para Público que "en España es un riesgo que un músico se declare del PP". Y recordaba aquellas declaraciones de Russian Red en las que se declaraba de derechas.

Creo que, cuando te alías, acabas instrumentalizado y pierdes tu voz, aunque sea con las mejores intenciones. Terminas a su merced en base a un discurso que desgraciadamente para estar en el poder tiene que simplificarse. Tiene que haber un precio, y el artista no está para transigir en eso. Es el único que se puede permitir esa libertad.

/ JAIRO VARGAS

/ JAIRO VARGAS

A muchos artistas se les ha soltado la lengua en estos últimos años y han sacado la rabia en sus letras y en sus actos. Quizá haya tenido que ver el momento político actual,  el trasvase de poder en el Estado y la entrada en las instituciones de nuevas formas de hacer política.

Es interesante. Todos somos reflejo del momento que vive el país. No es casualidad que yo haga este disco ahora. Creo que ha habido una cierta toma de conciencia por parte de mucha gente, hemos entendido la situación y la gravedad del asunto. Si yo o cualquier otro siente con más claridad esa vertiente política, está muy bien que la expresen. Es importante y necesaria en momentos así.

Cuando escucho Meridiana veo también un retrato de la clase media trabajadora de Barcelona. Hay un momento que cantas "una cartera que espera a que llegue la universidad con un poco de suerte". ¿La clase trabajadora se encomienda a la suerte o es más de trabajársela?

"El mensaje de que lo importante es ir a la universidad nos ha hecho infelices a mucha gente"

En mi generación, y sobre todo en la clase trabajadora, acababas delegando toda la
ilusión y la esperanza en el trabajo. Creías que si ibas a la universidad estabas salvado, tendrías una profesión y eso era a lo que podías aspirar. Y la vida es mucho más compleja, primero porque el 80% de los que hemos estudiado en la universidad hemos terminado trabajando de cosas completamente distintas, o hemos acabado haciendo cosas que no nos gustan. Según estos valores, lo importante es la seguridad y tener una profesión, y lo que te pase a ti por dentro, te lo tragas. Ese era el mensaje de mi infancia y es un crimen. Nos ha hecho infelices a mucha gente. A mí me pasó y por suerte pude salir de esa espiral, pero hay mucha gente que no puede.

¿Qué estudiaste?

Economía. Y llegué a trabajar un año en un banco. El peor año de mi vida.

Pero con buen horario.

Eso me decía mi madre (risas).

¿Te identificas con los valores de la clase trabajadora?

Mmm, ¿los valores, has dicho?

Sí. ¿Podrías reconocerte a ti mismo como…?

Intento escaparme del discurso de izquierdas clásico, de esa separación patrón/
trabajador. Creo que los valores nos han jodido a todos por igual. Los patrones
son igual de infelices. El problema no es tanto esa separación entre unos y otros sino aquello que nos rige a todos, a los que estamos más arriba o más abajo. El discurso más socioeconómico se queda un poco corto y no explica todas las cosas. No es suficiente tener un salario mínimo, no; no es solo eso.

'Intento escaparme del discurso de izquierdas clásico, de esa separación patrón- trabajador. Creo que los valores nos han jodido a todos por igual. Los patrones  son igual de infelices' / JAIRO VARGAS

"Intento escaparme del discurso de izquierdas clásico, de esa separación patrón- trabajador. Creo que los valores nos han jodido a todos por igual. Los patrones son igual de infelices" / JAIRO VARGAS

O sea que te identificas más con la consigna de que son los de arriba con los de abajo. Entendiendo a los de arriba no como el patrón sino como ese 1%.

Es una simplificación muy gráfica de la realidad que nos sirve para explicar la locura
en la que estamos metidos. Quizá es un primer paso, entrar en lo más estrictamente material, pero no es la meta, no es la solución a todo.

“La canción popular por primera vez ha sido una inspiración para mí", decías en una entrevista. La artista Lorena Álvarez comentaba que lo bueno de la música tradicional es que con pocas palabras y muy sencillas se pueden decir cosas muy importantes. ¿Era eso lo que buscabas en Meridiana

Después de 20 años he hecho mía la música popular y no lo he hecho tanto por seguir a mis referentes como porque he entendido que mi función o mi talento es útil en ese lugar. Encontrar el nexo entre lo que me afecta y las razones por las que ha sido así. Encontrar esa razón política y que lo entendiera cualquier persona. Estamos acostumbrados en el "indie" a tener un público con el mismo bagaje, como que todos seguimos las mismas modas, con referentes parecidos y al final acabas siguiendo un rollete. Ese rollete se vuelve más importante que lo que quieres decir. Quiero estar por encima de eso y poder comunicarme con la gente. Para eso he intentado encontrar un lenguaje musical acorde, que es el de la música popular. Incluso con la instrumentalización popular, esos instrumentos de madera que se han utilizado toda la vida. Tu violín, tu tambor...

...Y tus palmas.

Exacto, es que es eso. Haces tu movida y la compartes con el público al mismo nivel. Así ha nacido la música popular. Sublimas de alguna forma todos los problemas. 

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