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"La escritura es una forma de terapia que siempre me ha ayudado"

Cecelia Ahern. Escritora irlandesa. Vuelve con 'El mañana empieza hoy', una historia de amor con tintes góticos

CARLOS LIMÓN

Con sólo 30 años, sus libros han vendido más de nueve millones de ejemplares en todo el mundo. Su primera obra, Posdata: Te quiero, fue adaptada al cine y se convirtió en un gran éxito de taquilla.

La escritora irlandesa Cecelia Ahern (Dublín, 1981) plantea El mañana empieza hoy (Planeta) como una vuelta de tuerca a la novela romántica donde el misterio, la crítica contra la vida superficial de los adolescentes y el amor por la literatura destacan sobre los habituales líos amorosos del género.

Un diario marca el destino de Tamara, la protagonista de la novela. ¿De dónde surgió esa idea metaliteraria de escribir un libro dentro de otro libro?

Viene de mi amor por la lectura y de mi amor por la escritura. Desde que soy niña siempre me ha gustado escribir. Siempre que se me ocurría algo necesitaba escribirlo. En realidad, la escritura me aclara la mente y es una forma de terapia que siempre me ha ayudado a aclararme las cosas. Tamara puede salir adelante leyéndolo. Quise transmitir mi amor por la lectura y por los libros. 

Si, como Tamara, tuviera un diario en el que fuera descubriendo permanentemente el día siguiente... ¿Qué haría con él?

'Uno nace escritor, aunque se puede mejorar el estilo.Lo eres desde siempre' 

No podría aguantar sin leerlo. No lo escondería, en realidad volvería a colocar el libro en la biblioteca para que alguien lo encontrara y le pudiera ayudar. Es para un momento en la vida, no es para resolver los problemas del mundo. No me parece sano leer todos los días lo que va a ocurrir.

La mezcla de géneros de El mañana empieza hoy otorga a la novela algunos elementos propios del thriller... ¿Qué caminos le quedan por explorar dentro de la novela romántica?

Este libro tiene algo de thriller, lo han llamado thriller gótico. Sin embargo, cuando escribo no me siento a decidir si voy a escribir sobre un género u otro. Más que historias de amor escribo sobre el recorrido de los protagonistas, el viaje que tienen que hacer para conocerse a sí mismos. Mis novelas tratan del viaje que hace uno para conocerse. La vida es así, todos conocemos diferentes estados y cosas y aprender a vivir con ello.

Durante su infancia mamó la política, su padre fue Primer Ministro irlandés... ¿Ha pensado en algún momento retomar los caminos de la familia?

Jamás. No quiero dedicarme a la política nunca. He visto a mi padre trabajar sin descanso, día y noche. Siempre estaba pendiente de los intereses de su gente y la zona que representaba. Además, siendo político nunca puedes complacer a nadie, siempre dependes de otros. La política es como la escritura, uno nace escritor y aunque luego puedes aprender cosas de estilo, lo eres desde siempre. El político lo es desde siempre o no. Es un estilo de vida.


Guionista de cine y de televisión, escritora... ¿Qué posibilidades expresivas le ofrece cada formato? ¿Dónde se siente más cómoda?

Con la novela. Estoy a solas conmigo misma y escribo lo que me da la gana. En televisión es distinto porque entran el productor, el director, los actores, el equipo de guionistas, todos con un punto de vista. Te pueden cambiar la idea diez mil veces. Tampoco hay que olvidar a la audiencia, que también influye en lo que escribes. Lo que se parece más a la novela es el guión, porque empiezas desde cero y escribes lo que tú quieres.

Siguiendo con las adaptaciones de sus novelas... Posdata: Te Quiero, fue adaptada en Hollywood. ¿Tuvo la oportunidad de participar en el proceso creativo de la cinta?

'Lo único que me importaba era que se conservara el espíritu y eso fue lo que ocurrió'

En realidad no tuve nada que ver con la cinta de Hollywood, pero no me importó porque era mi primera novela y ni siquiera la había publicado aún. No sabía nada del mundo del cine y lo único que me importaba que se conservara el espíritu y fue lo que ocurrió. Era un libro que a veces hacía reír, otras hacía llorar y esa esencia se conservó. En los siguientes proyectos me he metido más.

Haciendo un análisis de su obra, siempre acaba eligiendo a protagonistas que siguen un mismo patrón: listas, divertidas, irónicas... ¿Qué hay de Cecilia en estas dos mujeres? ¿Hasta que punto las vivencias que describe son autobiográficas?

Los detalles y las situaciones de mis personajes no son autobiográficas, pero sí es cierto que como las protagonistas, destilo algo de humor en las situaciones más dramáticas. Cuando afronto algo difícil siempre se me ocurre algo gracioso y humorístico.

La pérdida de Tamara en su última novela es reveladora, igual que la pérdida de Holly Kennedy en Posdata: te quiero. ¿Por qué son tan importantes la muerte y la pérdida en sus novelas? ¿Qué hay de liberador o de revelador en las situaciones más extremas de la vida?

Es lo que me interesa. Han dicho de mis novelas que son cuentos de hadas modernos, aunque no estoy totalmente de acuerdo con la idea. Se trata de que ellos mismos encuentren su solución, de que ellos mismos encuentren el camino. Eso es lo que me gusta, hacer que ellos mismos vayan por determinados derroteros para que encuentren su solución aunque no haya un príncipe azul.

30 años, escritora de éxito, nueve novelas publicadas, más de nueve millones de copias vendidas... ¿Cómo se puede abrir camino un escritor joven?

Mucha gente me lo pregunta, quieren escribir pero no saben de qué hacerlo. Yo escribo sobre lo que me emociona, sobre lo que siento. Tienes que imaginarte si alguien te pidiera que hablases durante media hora, que tema erigirías, ese es el tema sobre el que deberías escribir. Otro consejo sería que cojan un agente. Es importante tener alguien que te apoye y te guíe. Si no tuviera un agente no sabría como dirigirme a las editoriales, cómo cerrar contratos, cuál es un buen contrato y un mal contrato.

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