‘Al mar'/MANEL

En la escena independiente la canción del verano se ensancha y va más allá de un ritmo alegre y una letra pegadiza. Un buen ‘hit' estival sería este ‘Al mar' bañado en la nostalgia de una pareja que nunca ha pasado un día en la playa.

No todo tiene por qué ser alegre y aseado. El protagonista de esta canción lanza su coche contra el mar para navegar sobre una ola de mutilación. 'Creerás que estoy muerto, pero navegaré', canta Black Francis.

Celos, deseos de venganza, neurosis... La chica del protagonista se va a la playa mientras este imagina que le es infiel. 'Un verano que fue una pesadilla...'.

La melodía saltarina y juguetona acompaña una letra en la que el autor sueña con que lleguen las vacaciones para escapar de sus miedos. ¿Les suena?

Sin hablar directamente del verano, su melodía soleada y su letra calurosa ('No, ninguno de nosotros estamos hechos con frío') podrían haberla convertido en una buena canción del verano en 1997.

Una ballena solitaria en mitad del Océano y un teclado casio apuntándola desde la playa. La canción 'sintética' del verano perfecta.

El protagonista sueña con el inicio de las vacaciones y recuerda el amor de un verano que todavía late en su corazón. 'Seremos delfines o ballenas azules viviendo en el fondo del mar'.

Psicodelia ‘noise' para el paseo veraniego de una pareja tras el que se intuye que algo no va del todo bien.

El protagonista deja a su pareja y le deja bien claro que no volverá. 'No esperes cartas este verano, / tu sufrimiento va a ser en vano, / no quiero tu amor'.

Un verano tóxico. Las estrofas tienen cinco palabras: 'Nicotina, valium, vicodín, marihuana, éxtasis y alcohol'. El estribillo sólo una: 'Cocaína'.