Última salida al extranjero de elbicho tojunto. Quien dice tojunto dice Caños, Hoyo de Pinares, Águilas , Madrid, Cañizar y como no Santa Pola .Quien dice elbicho, dice diez años de baile suelto y agarrao, que acaban en un barbecho indefinido.

En Barajas están Mario, Carlos, Juan Carlos, Antonio, David, Álvaro, Rulos y yo [Miguel]. Al reunirnos como si fuera tradición, nos damos un abrazo y nos miramos a los ojos conectando así con la última vez que nos vimos, es como un marcapáginas que hace de radar, de reconocimiento, de muestra de interés, al fin y al cabo, un '¿qué tal estás ?'.

En Girona nos esperan Sophie y familia, Juan, Miguel, Víctor y Pepe. Un autobús nos acerca a Carcasona, mientras se duerme algo, se lee, no se fuma por ley, se ríe a veces y se canta más o menos. Ahora si que sí, elbicho tojunto.

La llegada al hotel de la ciudad y la cena discurren sin más anécdota que la de encontrarnos colgadas en el restaurante español, unas banderas catalanas con letreros de 'Hola España'. La confusión avisa del sabor del gazpacho de Apis con verduras que sirvieron. Lo bueno es que la arena de nuestros zapatos hace barro allá donde llueva.

La ciudad francesa de Carcasona se muestra tranquila, hemos dormido bastante y tenemos un ratillo para pasear y comer antes de la prueba de sonido. Existe una bonita fortaleza pero parece un centro comercial, la sensación medieval se perdió con el tiempo y el comercio tonto. Seguro que de noche y a solas se ven dragones, brujas, caballeros y princesas.

'Quien dice elbicho, dice diez años de baile suelto y agarrao', que acaban en un barbecho indefinido'

En la puerta del hotel hay un canal, en el canal un barco y en el barco un circo. Terminamos la prueba y nos sentamos en el césped del circo-barco-ambulante. ¡¡Con qué poco dan tanto!!

El festival se llama Fete le Sud, y es que aquí gusta lo moro, lo negro y lo gitano, nos sentimos étnicos entre similares. ¡Ole con ole!

El concierto se ve interrumpido por la lluvia. Quince minutos, como en el fútbol, y después la segunda parte fue tan buena que hasta Pepe y Mario acabaron bailando por bulerías.

Terminamos unos frente al hotel entre la juventud local compartiendo noche y botella, otros descansando, meditando, dándose un baño o ¿quién sabe qué? (y mejor ni saberlo) en sus habitaciones. Mañana , bueno ya hoy, madrugamos para irnos con más sueño que fuerzas a Polonia. El mundo, como uno mismo, es enorme y chiquito a la vez .

Para acabar una bonita historia: un niño le pregunto a un payaso:

¿Es usted extranjero?

Sí , respondió el payaso.

¿De dónde?, volvió a preguntar.

El payaso acariciándole con ternura paternal los pelillos de detrás de la oreja le respondió:

De Extranja.