Este domingo no será un domingo cualquiera. Los Premios Goya cumplen un cuarto de siglo y lo van a celebrar por primera vez en el Teatro Real, donde la alfombra, habitualmente verde, se transformará en roja porque ya no hay compromisos publicitarios.

De la elegancia se encarga un año más Vicente Ruiz, que repite por segunda vez. El estilista esta vez ha optado por una estética opuesta a otras ceremonias: el minimalismo de otros años se convertirá en metros de tela, pedrería y predominio del color rojo y negro.

Ruiz y su equipo de cinco personas están trabajando mano a mano junto con la Academia de Cine, donde se instaló el pasado enero un muestrario de trajes por el que han pasado casi todos los que entregarán los premios, y también algunos candidatos. 

Yolancris, Amaya Arzuaga, Armand Basi, Jesús del Pozo, Caramelo, Pedro del Hierro, Mirto y Marco & María son los diseñadores que pasearán sus trajes. Este año son todos españoles, a diferencia de la edición anterior en la que se colaboró con la Asociación de Creadores de Moda Española (ACME). 

En esta gala predominarán los vestidos con cristales y perlas para ellas, y ellos vestirán con esmoquin o trajes oscuros, con dominio de la corbata negra en lugar de la pajarita.

El estilista Ruiz anima a los cinéfilos a participar en esta fiesta en la que una mujer, cuya identidad no se ha querido desvelar, protagonizará 'una gran sorpresa'. Sólo se sabe que ella lucirá negro largo muy ceñido de Yolancris.

Además de la alfombra larguísima, en esta gala no podían faltar los efectos especiales y la tecnología en 3D, ni el plan B de un recorrido más corto por si la lluvia juega una mala pasada.