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El hip hop que disparó contra Mubarak

Los raperos egipcios Arabian Knightz explican cómo prendió la mecha musical de la revolución

ELENA SÁNCHEZ NAGORE

Cuando la revolución ya había prendido en Túnez, 30 policías se presentaron en la casa del rapero El Général. Actuaban en nombre del mismísimo Ben Ali y, sin dar explicaciones, se lo llevaron al Ministerio de Interior, lo esposaron a una silla y lo interrogaron durante tres días. Su delito había sido colgar en Facebook una canción que decía: 'Presidente, tu pueblo está muerto. Las personas comen de la basura. Mira lo que pasa. Hablo en nombre de la gente, aplastada por la injusticia'.

Unas semanas más tarde, el grupo de hip hop Arabian Knightz tomó el relevo en Egipto: 'Mantengo los ojos bien abiertos mientras contemplo la violencia. Los medios lo niegan y las masas lo aceptan porque nos tienen aterrorizados. Despertad y rebelaos'. Rebel, a la que pertenecen estos versos, fue la primera canción contra Hosni Mubarak que burló el apagón digital impuesto en Egipto para frenar las revueltas de enero. Detrás de este tema están Sphinx (Hesham M. Abed), Emoney (Ehab Adel) y Rush (Karim Adel), los tres MC (master of ceremonies) que lograron sacarla fuera del país justo antes de que el régimen cortara internet y los teléfonos. La colgaron en la red a toda prisa, sin editar ni mezclar, como quien lanza una botella al mar. Cayó en manos del productor alemán Iron Curtain, que le puso una base de Lauryn Hill y la dejó circular.

Su tema Rebel' fue el primero en burlar el apagón digital impuesto en Egipto

Los chicos de Arabian Knightz no volvieron a tener noticias de ella hasta que se restablecieron las comunicaciones. Entonces descubrieron con sorpresa que su canción había llegado hasta la CNN, el Wall Street Journal o el Washington Post.

A Sphinx, Emoney y Rush les halaga que les presenten como la voz de la Primavera Árabe, pero en realidad empezaron a rapear juntos hace más de cinco años. Cantan en árabe para que les entienda 'hasta el tipo que vende cigarrillos en la esquina' y también en inglés, 'para demostrar al resto de países que no somos terroristas'. Piensan que 'el arte y el rap tienen la capacidad de cambiar la vida de la gente' y con sus versos esperan contribuir a 'difundir un poco de energía y conocimiento'. Aun así, lo de hacer hip hop en Egipto no ha sido sencillo: 'Antes de cada concierto teníamos que escribir en un papel todas las letras y enseñárselas a un agente del régimen, que nos decía cuáles podíamos cantar y cuáles no. Meses antes de la revolución, recibimos una llamada del Gobierno con amenazas. Nos dijeron: 'Sabemos qué música hacéis y, si no paráis, os vamos a hacer desaparecer', recuerdan.

La canción llegó hasta

De todas maneras, no piensan renunciar a las canciones con mensaje: 'No tenemos miedo, ni antes ni ahora. El hip hop implica libertad de expresión y tiene que contar lo que está sucediendo', afirma Emoney. 'Antes de Tahrir, la gente nos decía: ¿por qué estáis todo el día hablando de hacer la revolución? Nada va a cambiar, Mubarak se va a quedar otros 30 años. Y si no es él, van a ser sus hijos. Dejad esa música y limitaos a haced algo con lo que podamos bailar', comenta Sphinx. 'En Egipto se supone que la música tiene que hablar de amor y de nada más', se quejan, 'pero el hip hop es el único estilo que refleja lo que pasa en la calle. Para los chavales, somos como Al Jazeera o la CNN'.

Cantan en árabe e inglés para 'demostrar que no somos terroristas' A quienes les miran con desconfianza por llevar ropa ancha y cantar como los yanquis, les recuerdan que 'fueron precisamente los descendientes de los africanos quienes crearon el hip hop en Estados Unidos. No estamos importando un estilo occidental, sino trayéndolo de vuelta a donde nació', explica Emoney. 'La poesía ha estado siempre arraigada en nuestra cultura. En la antigüedad, los mejores poetas árabes competían entre sí como los MC de hoy e incluso el Corán está escrito en verso'.

Rechazan la violencia pero defienden el micro como un arma. Piensan que la revolución ha sido positiva, aunque 'aún está en pañales'. Según dicen, el verdadero triunfo llegará 'cuando la gente consiga tener tiempo para estudiar en vez de preocuparse por comer' y 'cuando todos los árabes se unan contra la opresión'.

'Sabemos qué hacéis; si no paráis, desapareceréis»'

Con ese espíritu han creado Arab League Records, el primer sello de hip hop árabe, que aglutina a raperos de Irak, Libia, Palestina, Marruecos, Jordania, Sudán o Siria. En él será editado también su próximo disco, United States of Arabia, que presentaron recientemente en Madrid por invitación de la Casa Árabe. 'Más que un sello, es un movimiento en el que también entran directores o diseñadores gráficos', puntualiza Emoney. 'Queremos transmitir un mensaje a los artistas: No tengáis miedo'. Un solo puño en alto no lleva a ningún lado, pero si juntas 80 millones de puños, es otra cosa. Eso fue lo que tumbó a Mubarak'.

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