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Isaki Lacuesta desnuda a Ava Gardner

'La noche que no acaba' retrata el paso de la estrella de Hollywood por España

ROCIO PONCE

España y Ava Gardner, según ella, tenían los mismos defectos. La imagen de España que se tenía en EEUU (misterio, exotismo) era la misma que la de femme fatale que se había ganado la actriz. Un personal retrato de estos defectos se encuentra en el documental La noche que no acaba, del director gerundense Isaki Lacuesta, que se estrena en Madrid, Barcelona y Girona este viernes.

El canal TCM encargó el proyecto hace casi cinco años a Lacuesta, que también ha escrito el guión, basándose en el libro de Marcos Ordóñez Beberse la vida. Ava Gardner en España.

'De todas las condenadas películas que hice, Pandora sea quizás la menos famosa y sin embargo casi nada me ha influido tanto. Esa película cambió mi vida', dejó escrito Ava Gardner en sus memorias. Corría el año 1950, en plena posguerra Tossa de Mar se preparaba para recibir el rodaje de la superproducción americana Pandora y el holandés errante. La protagonista escapaba de un Hollywood asfixiante y el pueblo gerundense jamás había recibido un rodaje como aquel y, además, en un momento de penuria económica y psicológica. 'Fue el momento del choque, el de esta chica que no había salido de EEUU y el de un pueblo franquista que nunca había visto nada parecido: una mujer que escogía con quién se iba a la cama y que mantenía el halo de respetable porque era una estrella', señala Lacuesta.

Lacuesta cree que la femme fatale y Ava se van cruzando todo el tiempo

Ni la descocada, ni la bebedora. Sí una femme fatale que llegó a tener verdaderos problemas de identificación con sus personajes. Esa es la Ava Gardner que Isaki Lacuesta recuerda en La noche que no acaba. 'La fuerza icónica de Hollywood en este siglo ha sido tan potente que contar la historia de la persona y no del personaje, además deinevitable, es absurdo, porque la propia Ava tenía problemas de identificación', explica a Público el director. Lacuesta cree que la femme fatale y Ava se van cruzando todo el tiempo. 'Por eso quise señalar que caíamos en la trampa inevitable de asociarlas', reconoce. La noche que no acaba muestra cómo Ava Gardner al encontrarse con la idiosincrasia española, se reconoce como una Carmen de Bizet yanqui. Para el director y guionista el proceso responde al paso mental del mito a la mujer real y cotidiana. Este filme es una 'hipótesis', afirma Lacuesta, que hace un ejercicio de subjetividad en el manejo de las leyendas que dejó tras su paso por tierras españolas la actriz de Carolina del Norte.

Ava joven y Ava madura dialogan a lo largo de 80 minutos en un repaso por la vida de la estrella del celuloide en España. A Lacuesta le recuerda a la obra de Hans Baldung Grien Las edades y la muerte: 'Cuando el pintor hace ese cuadro sólo tiene un modelo de mujer y a partir de ahí tiene que pensar el resto (joven, vieja, muerte). En el cine por primera vez se hace realidad ese cuadro viendo filmada a la mujer joven y mayor'. Las voces en off de Ariadna Gil y Charo López circulan a través de las vivencias deGardner de bar en bar, de cama en cama, de las peleas con su vecino Juan Domingo Perón, de los poemas que le dedicaban y de su afición por el flamenco y los toros.

La de Ava Gardner es la historia de una mujer que huye de las reglas

Entre escena y escena de los filmes que en los que trabajó entre Pandora y Harem (primero y último rodados en España) algunos de los que pasaron por la vida de Gardner recuerdan la experiencia. Lucía Bosé, Jack Cardiff, Silvia Marsó, Jesús García de Dueñas, Perico Vidal, Manel Fábregas, Pere Gomis, Jaime Chávarri... Actrices, el portero de la plaza de toros, el fotógrafo de turno, el amigo pianista. De todos ellos, algunos conocidos y otros no, destaca Ana María Chaler. La doble del desnudo de Gardner en Pandora, que rememora aquel baño mediterráneo, esta vez sin censurasen el filme era un plano lejano del que poco se distinguía y que entonces tuvo que esconder a sus familiares.

La de Ava Gardner es la historia de una mujer que huye de las reglas. Aterrizó en España para alejarse de las normas del star system americano (fama y presiones de la industria) y se acomodó en la dictadura. 'Ava encontró una forma agradable e incluso alegre de convivir con Franco, como explica Lucía Bosé', recuerda Isaki Lacuesta. Entonces, ¿por qué se va de España? Por un problema fiscal y por la pérdida de la privacidad que ansiaba (había arrastrado a los paparazzi con ella). De hecho, señala el director, 'cuando Frank Sinatra por entonces su marido visita el rodaje de Pandora, provoca el inicio de este tipo de prensa en España'.

Lacuesta cree que el género documental español destaca por su diversidad y por un público localizable con el que dialogar, pero sigue siendo 'muy minoritario y seguramente lo será siempre'. Es precisamente en ese ámbito donde encuentran su función los documentales: 'Cubrir huecos que otras formas de comunicación no transitan'.

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