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Izal homenajea a los 'pequeños clubes' de sus inicios en el primer directo de 'Copacabana'

El grupo indie abre con aforo completo en el Circo Price su gira 'Copacabana' reivindicando el encanto y la importancia de esas salas musicales sin las cuales “no hay grandes”. Este jueves, el público madrileño vibró con el desparpajo de un quinteto ya imparable.

El grupo musical 'Izal' durante el concierto que ofreció anoche en el Teatro Circo Price. /EFE

MADRID.- Es jueves, la noche en un Madrid durmiente y gélido ya ha caído, pero en el 35 de la calle Atocha algo diferente rompe la aparente quietud. Son casi las 21 horas y una multitud de gente de edades y aspectos muy dispares esperan ansiosos para entrar a ver a al grupo Izal, ese joven quinteto que, como repiten a las puertas del teatro Circo Price, “nunca defrauda”.

Entre las casi 2.000 personas que están a punto de llenar el recinto llaman especialmente la atención un par de chicas. Como en todos los cuentos, el dúo está formado por una rubia y una morena que llevan la entrada en la mano y la ilusión en la cara. Una va de verde, como la canción La Mujer de Verde de la que, aunque en ese momento no lo supieran, disfrutarían casi una hora después.

Son las nueve pasadas y ya el primer concierto de la gira Copacabana (nombre que asume de su último disco) de este quinteto formado por Mikel Izal, Alejandro Jordá, Emanuel Pérez Gato, Alberto Pérez e Iván Mella arranca con el sencillo que da nombre a un (maduro) tercer disco de un grupo al que le queda aún mucho techo por tocar pero que no se olvida de sus inicios.

“Queremos reivindicar, tocando algunas canciones sentados, la existencia de aquellas salas pequeñas que son tan necesarias. Sin ellas no hay grandes”. “ Id a ver a grupos que no conozcáis, seguro que os sorprenden”, destacaron en un momento dado entre canción y canción. 

“Siento que va a ser una gran noche y no queremos que os sentéis ni un minuto”, ya anunciaba el vocalista Mikel Izal, que reconoció también estar charlatán por sentirse “muy a gusto” y “en casa”. “Dejaremos de lado los posibles asuntos delicados que dividan”, suenan los Asuntos Delicados y el público eufórico se pone en pie mientras baila y canta al son de las guitarras de los madrileños.

Acaba la canción, la calma es aparente y alguien les grita “guapos”, piropo al que Mikel contesta irónico: “Me gritan guapo, el criterio quedó muy lejos de esta sala”, responde irónico el cantante, que aprovecha la ocasión para anunciar lo que se venía encima, una de las canciones más representativas de la banda, Prueba y error.

Luego llegarían la versión 'club' (como homenaje a esas pequeñas salas de sus comienzos) de Sueños lentos y Palos de Ciego que emocionaron a los presentes con su melódica sinfonía y profunda letra. El directo, el primero que ofrece la banda en el Price, sigue su curso mientras otra asistente, acompañada por varias amigas, pide eufórica, una, dos y hasta tres veces la famosa -y melancólica- Tu Continente. No tardaría en llegar. Pero antes tenían que sonar, para otros corazones heridos, Los seres que me llenan, o Tambores de guerra con su esperanzador: "Miremos hacia delante y nadie nos podrá decir que huir ha sido cosa de cobardes".

"Uno de los mejores conciertos de mi vida"

De repente, otro silencio y la joven ansiosa respira hondo. ¿Habrán escuchado sus plegarias? "Será fácil contar historias para escondernos... lo difícil será dejar que alguien, nos eche de menos", expresa Mikel a modo de introducción. Sí, era Tu Continente y llegaba en el tramo final del concierto para emocionarla a ella y a todos los que encuentran en su letra alegatos callados y reivindicaciones escondidas. 

“Estoy viviendo uno de los mejores conciertos de mi vida. Nos lo ponéis muy fácil, hacéis Magia y Efectos Especiales...”, aseguró verseando aquella canción de sus inicios con su característico lema de: 'todos menos tú'. Luego vendrían temas como Agujeros de Gusano y La Mujer de Verde cargados de esa ambigüedad reconocida (y contagiosa) que les caracteriza haciendo vibrar a un teatro entregado y eufórico.

Izal cerraba así un espectáculo musical de casi dos horas con 22 canciones, extraídos de sus tres discos de forma repartida, para contentar a todos los parroquianos. Pero el show continúa. Este sábado y domingo habrá más Izal en Madrid, la ciudad que les vio forjarse como grupo. Después, más de 15 conciertos les llevarán en un periplo por toda la geografía española. 

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