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Javier Yanes recrea un luminoso viaje al interior de la infancia

El escritor y periodista publica 'Si nunca llego a despertar'

AINHOA IRIBERRI

El periodista Javier Yanes (Madrid, 1968) tuvo una infancia similar a la del protagonista de su segunda novela, Si nunca llego a despertar. Como Toño, Yanes es el mediano de tres hermanos y, como a él, le gustan las películas de Harrison Ford. Quizás por eso, su nuevo libro recuerde tanto a filmes imprescindibles para quienes abandonaron la niñez en la década de los ochenta del siglo pasado. El ambiente de Cuenta conmigo, ET y Los Goonies se puede sentir en esta novela que, lejos de Estados Unidos, transcurre en su mayoría en el pueblo madrileño de Torrelodones.

Pero ¿de qué trata Si nunca llego a despertar? Como dice su autor, jefe de sección de Ciencias de este diario, es difícil contarlo sin desvelar el misterio que se percibe desde el prólogo, en el que el protagonista, el mismo día de su boda en Kenia, responde por fin a la petición de su hermana: 'Nunca me habéis contado en detalle lo que pasó aquel verano'.

El libro recuerda a las películas clásicas de la década de los ochenta

A partir de ahí y durante 12 capítulos, un intermedio y un emocionante epílogo que comienzan con la palabra 'Desperté', el relato contempla el verano de unos niños que buscan tesoros escondidos, se enfrentan a su primer amor y tratan de distinguir la ficción y la realidad, el sueño y la vigilia. Yanes recuerda que, en sus veranos en Las Rozas (Madrid), él y sus hermanos estaban convencidos de que una cabaña de pastores derruida que se encontraba detrás de la casa donde vivían era el hogar, al menos nocturno, de unos extraterrestres. Por esta razón, en sus excursiones sin horarios él y sus hermanos buscaban ovnis y hombres lobo, que se sepa sin éxito.

Al contrario que la de su primera novela, El señor de las Llanuras (Plaza y Janés, 2009), con más de 60.000 ejemplares vendidos en todo el mundo, la estructura de Si nunca llego a despertar desconcierta desde el primer momento. Cada capítulo está datado a X días del menos 3 al 173 de un acontecimiento clave que no se desvela hasta el final. 'Al escribir, me gusta experimentar', reconoce Yanes que, de hecho, pasó varios años en un laboratorio. 'Hago experimentos lingüísticos y narrativos y, desde que imaginé la historia, vi claro que había un momento clave en la misma y marqué los días en dos líneas cronológicas dos momentos de la vida del protagonista, que transcurrían hacia ese clímax', comenta.

«De África te enamoras como de una persona», afirma el autor

El autor madrileño siente un fuerte apego por Kenia, lugar al que le dedica un espacio especial en sus dos novelas. 'Mi primer viaje lo hice precisamente con mis padres y mi hermano pequeño', comenta. Para explicar por qué le hechizó el país, Yanes nos remite a Karen Blixen que escribió bajo el pseudónimo Isak Dinesen Memorias de África. 'Ella escribió que cuando hueles el aire fresco de África te sientes como si te hubieras bebido una botella de champán', recuerda.

Y deja volar más aún su fantasía: 'De África te enamoras como de una persona, encuentras lo que ibas buscando sin saberlo'. Por esta razón, Yanes sigue viajando regularmente a Kenia, la última vez este verano con su mujer y sus hijos, de 4 y 6 años. 'África te va a las tripas, te mancha, te ensucia...', enumera y define en una sola frase lo que le atrapa del continente. 'Es la desconexión total de todo lo que no me gusta de aquí'.

A pesar de este amor africano, su próxima novela transcurrirá en Hawái y será una comedia. ¿Cambio radical? 'Mientras la editorial me siga dando libertad...'.

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